Una muestra pict¨®rica re¨²ne el "cosmos materno" de Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez
La obra pict¨®rica de Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez (Valladolid, 1909-San Sebasti¨¢n, 1975) es un peregrinaje paulatino del arte figurativo al abstracto. Este fluir art¨ªstico se observa perfectamente en la muestra que se abre ma?ana en la sala Ganbara del centro cultural Koldo Mitxelena, en San Sebasti¨¢n. Es una revisi¨®n de toda su producci¨®n art¨ªstica, y un viaje por sus inquietudes intelectuales y su afici¨®n por el dise?o y la danza.
La exposici¨®n Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez re¨²ne por primera vez todo su bagaje art¨ªstico, una vez recuperadas numerosas obras que estaban en poder de particulares, amigos, galer¨ªas y coleccionistas. Todo esta obra, m¨¢s el fondo que guarda su hijo Carlos Bizcarrondo, forma parte de esta la muestra m¨¢s completa que se ha montado sobre Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez, que permanecer¨¢ abierta en el centro cultural Koldo Mitxelena hasta el pr¨®ximo 27 de mayo.El compendio art¨ªstico que han montado las comisarias Adelina Moya y Ana Olaizola recorre todo el proceso creativo de Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez, desde sus primeros trabajos figurativos realizados en Buenos Aires hasta el abstracto de la ¨²ltima fase de su vida. "De esta artista se han visto varias exposiciones, aunque esta vez hemos procurado recopilar el m¨¢ximo n¨²mero de obras para reflejar su evoluci¨®n art¨ªstica", explic¨® Ana Olaizola.
Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez, nacida en Valladolid aunque vivi¨® desde los seis a?os en San Sebasti¨¢n, comenz¨® a pintar en Buenos Aires, durante su exilio. Al principio se atrevi¨® con "monigotes y bodegones", pinturas con distintos acentos tem¨¢ticos y expresivos: "Sus primeros trabajos tienen vinculaciones con el surrealismo on¨ªrico, tambi¨¦n con la representaci¨®n de la mujer, aunque no descuid¨® abordar una l¨ªnea cubista de car¨¢cter expresionista", afirma Ana Olaizola.
Monigotes y bodegones
Los monigotes eran, seg¨²n los concibi¨® esta artista, unas pinturas centradas en "lo femenino", donde la mujer aparec¨ªa siempre idealizada. Los bodegones llegaron en su etapa por afrontar los grandes formatos, las texturas pict¨®ricas densas. Fue la ¨¦poca donde emergi¨® en ella "la mayor aridez expresiva de su vida", a?ade una de las comisarias.
En 1956, su obra experimenta un giro "dr¨¢stico" cuando incide de manera decidida en el arte abstracta. Es entonces cuando Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez trabaja dentro de "la po¨¦tica del informalismo", para lo cual utiliza la materia como acompa?amiento en sus cuadros. Tierra, virutas de madera, arena y minerales pulverizados se mezclan con colores muy sobrios que aluden al denominado "cosmos materno" de la artista. "Siempre hay una alusi¨®n a la Tierra como organismo vivo y en continua transformaci¨®n", dice Olaizola. La concepci¨®n espacial de la vida, la luz y las im¨¢genes misteriosas fueron llevadas a sus ¨®leos en el tramo final de su creaci¨®n pict¨®rica.
En Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez se han reunido 50 piezas, de las cuales 35 son pinturas y el resto son dibujos realizados a tinta y guaches. Las comisarias de la exposici¨®n afirmaron ayer que toda la obra encierra una "coherencia interna" pese al salto que se produce del figurativismo al abstraccionismo. Es una evoluci¨®n constante, con "muchos contrastes", aunque Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez "lo realiz¨® de forma paulatina y con consciencia de ello", agrega Olaizola.
La exposici¨®n tambi¨¦n se detiene en aspectos in¨¦ditos de Mar¨ªa Paz Jim¨¦nez. Sus inquietudes intelectuales se reflejan en los libros que posey¨®, la correspondencia que mantuvo con el poeta Gabriel Celaya y Jorge Oteiza o un poema in¨¦dito hallado ahora. Tambi¨¦n hay un apartado dedicado a su inter¨¦s por la danza. Fue tal su inclinaci¨®n por este arte que lleg¨® a dise?arle los trajes a su hermana, la bailaora Rosario Escudero. Asimismo, las responsables de montar la muestra han rescatado de sus pertenencias un vestido dise?ado con sus manos.
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