Fantas¨ªa del arte
La Norma de Bellini est¨¢ teniendo un ¨¦xito enorme. Hay qui¨¦n dice que es lo mejor que ha venido al Maestranza en mucho tiempo. Y es que es una ¨®pera que tiene de todo: una m¨²sica bell¨ªsima, unas voces estupendas y un libreto rebosante de pasiones desbordadas -pasiones de amor, de esas que se pasaron todo el romanticismo rebosadas- que arrastran a los personajes a situaciones l¨ªmites para acabar, como no, en drama. Es un privilegio poder o¨ªrla en directo, de viva y dificil¨ªsima voz.Lo ¨²nico que choca un poco es la escenograf¨ªa, pero no es tan importante como para que impida disfrutarla.
Es magn¨ªfico poder pasar dos o tres horas concentrado en la fantas¨ªa que depara el arte de calidad, el que asombra tanto como admira. En un encuentro de la UIMP sobre narrativa, Luis Mateo D¨ªez, en su discurso titulado Contar y vivir y refiri¨¦ndose a las motivaciones de un novelista, habl¨® sobre el hecho de contar la vida viviendo en lo imaginario lo que no se puede vivir en lo real y la fascinaci¨®n que ello produce al lector, cuando acierta el novelista, claro, porque se trata de la misma fascinaci¨®n que pretenden conseguir los culebrones y toda la cultura de evasi¨®n.
Es verdad que el mundo es cada vez m¨¢s complejo y por eso enriquecedor y por eso agobiante y descorazonador. Por eso tambi¨¦n nosotros, pobres humanos, dedicamos mucho tiempo libre a temas muy concretos, cercanos, locales, burocr¨¢ticos, como, por ejemplo, si tenemos 100 o 200 o 300 sillas menos para la Semana Santa, o si queremos tener menos estadios de f¨²tbol de los que tenemos, y m¨¢s aparcamientos, y un metro... (Dec¨ªa Cort¨¢zar que el hombre es el animal que hace inventarios).
Con esto no quiero decir que se deban olvidar las necesidades y los problemas. Habr¨¢ que dedicarles todo el tiempo que sea necesario, pero tambi¨¦n debe ser sano para la salud mental meterse de vez en cuando en las profundidades del arte y dejarse arrastrar por sus fantas¨ªas. En realidad, as¨ª ocurre desde que se acab¨® la Expo; ahora hay muchos m¨¢s aficionados a las exposiciones de arte, a la m¨²sica, al cine y al teatro. Es un buen legado que nos dej¨®: m¨¢s necesitados de la fantas¨ªa del arte como alimento espiritual.
BEGO?A MEDINA
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