Justicia
A Jes¨²s Gil y Gil le ha comunicado esta semana la Audiencia de M¨¢laga que considera v¨¢lida la instrucci¨®n llevada a cabo por el juez Santiago Torres en el caso Atl¨¦tico, que investiga la supuesta desviaci¨®n de dinero del Ayuntamiento del Marbella a su club de f¨²tbol. La sala no comparte que el juez Torres o el fiscal Anticorrupci¨®n Carlos Castresana se hayan ensa?ado contra su persona como manten¨ªa la defensa del alcalde, y en un auto extenso y muy bien fundamentado comunica su intenci¨®n de seguir adelante con el juicio en lugar de acceder a la petici¨®n de Gil de anular las actuaciones.Gil no ha desaprovechado a lo largo del proceso la oportunidad de arremeter contra Torres y Castresana. Sin ir m¨¢s lejos, a la salida de la ¨²ltima sesi¨®n que se celebr¨® de este juicio, improvis¨® una conferencia de prensa en el Palacio de Justicia para decir que lo que a ambos personajes les molestaba de ¨¦l es que pod¨ªa pagarse buenos abogados. "Ellos preferir¨ªan que yo fuera como esos pobrecitos que van con abogados de oficio", dijo.
Demasiado bien sabe ¨¦l que eso no es cierto. Cualquiera que ronde los juzgados sabe que autos como el que la Secci¨®n Segunda de la Audiencia ha dictado en su caso, aunque vaya en contra de sus intereses, no se ven a menudo en causas en las que quien se sienta en el banquillo es un don nadie. La idea de que la justicia es un servicio para el ciudadano no est¨¢, desgraciadamente, tan extendida.
Pero de vez en cuando se ven actuaciones que hacen pensar que alguna vez eso va a cambiar. Un ejemplo es la labor que est¨¢ haciendo el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 5 de M¨¢laga, dedicado a asuntos de Familia. El Derecho de Familia ha sido tratado muchos a?os como una mar¨ªa, a pesar de ser uno de los m¨¢s utilizados. El Juzgado n¨²mero 5, encabezado por el juez Jos¨¦ Luis Utrera y el secretario judicial Javier P¨¦rez, ha puesto en marcha iniciativas que han permitido agilizar tr¨¢mites, amortiguar el trauma psicol¨®gico que para una pareja supone la separaci¨®n, dignificar la labor de los funcionarios judiciales e implicarlos en su trabajo. Han logrado convertirse en un aut¨¦ntico servicio p¨²blico y contagiar su esp¨ªritu al otro juzgado de Familia de la capital. Quiz¨¢ lo f¨¢cil para los jueces es limitarse a decir que la justicia est¨¢ mal porque faltan medios, pero con m¨¢s medios o menos, lo importante es tener claro para qui¨¦n se trabaja: para todos los ciudadanos.
ESPERANZA PEL?EZ
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