Una fuerte tormenta obliga a suspender la primera jornada del Esp¨¢rrago Rock
Una fuerte tormenta di¨® al traste con la primera jornada del festival Esp¨¢rrago Rock, que ya hab¨ªa sufrido a lo largo del d¨ªa serios problemas debido al mal tiempo. Cerca de 16.000 personas, seg¨²n la organizaci¨®n, se hab¨ªan acercado al circuito de Jerez con la esperanza de poder disfrutar de buena parte de las 56 actuaciones programadas. Poca m¨²sica se pudo escuchar, salvo las primeras actuaciones como la de Macaco, Mastretta y Celtas Cortos. Pero, el plato fuerte, Skunk Anansie y Cranberries, habr¨¢ que esperar a comerlo hoy si el cielo les deja.
Con el barro hasta los tobillos y el pelo revuelto por el viento que soplaba, varios miles de j¨®venes impacientes esperaban ayer desde el mediod¨ªa el inicio de los conciertos del festival Esp¨¢rrago Rock. Las inclemencias de un tiempo de nubes, claros y amenaza constante de chubascos dificult¨® y retras¨® el montaje esc¨¦nico. La salida de los catalanes Macaco en el escenario principal no se produjo hasta bastante m¨¢s tarde de la hora prevista.Pese a las previsiones de la organizaci¨®n, con unas infraestructuras adecuadas para un festival al aire libre, el tiempo jug¨® en su contra. Tuvieron que esparcir varios camiones de arena para cubrir improvisadamente las zonas donde el lodo era m¨¢s espeso y resbaladizo.
Se hab¨ªa previsto una zona cubierta en el caso de que la lluvia arreciara de nuevo, como sucedi¨® ayer por la ma?ana. S¨®lo que el lugar cerrado se encontraba a varios kil¨®metros de distancia, en la Feria de Muestras de Jerez. A ¨²ltima hora de la noche se habilitaron autobuses para trasladar a los acampados que quisieran refugiarse all¨ª.
Barro en vez de c¨¦sped
"Faltan servicios, aseos y duchas para la cantidad de gente que ha venido", criticaba ayer Mogo, un joven que hab¨ªa llegado desde Murcia. "?stas son cosas que pod¨ªan haberse previsto; no son consecuencia del mal tiempo. La carpa Pepsi-Alhambra, por ejemplo, es un verdadero lodazal. A ver qui¨¦n baila ah¨ª", a?adi¨®. Este escenario cubierto est¨¢ previsto como zona de baile a lo largo de la noche y hasta el amanecer despu¨¦s de que terminen las actuaciones al aire libre.
"Se dec¨ªa que hab¨ªa 30.000 metros cuadrados de c¨¦sped para acampar. Lo que hay no es verde, es s¨®lo barro y viento", opinaba ayer David. La noche del viernes ya fue dif¨ªcil para los varios cientos de espectadores del Esp¨¢rrago que tuvieron que montar sus tiendas en el barro. El fuerte viento aplast¨® algunas de ellas y las dej¨® inutilizadas. Pero, al menos, ayer por la tarde no llovi¨® y hasta calent¨® a ratos el sol que asomaba entre nube y nube. Tambi¨¦n se empezaron a escuchar a lo lejos los gritos que celebraban la ca¨ªda libre de algunos aficionados al puenting, que se lanzaban desde lo alto de una gr¨²a.
Pasadas las seis de la tarde, la parte musical del Esp¨¢rrago acababa de empezar y los grupos pugnaban por calentar el ambiente. La actuaci¨®n de Feeder logr¨® convocar a la primera multitud de esparragueros que se quedaron literalmente pegados al suelo de la carpa Pepsi. Pero fue Mastretta con un p¨²blico m¨¢s limitado (mientras la mayor¨ªa escuchaba a Macaco al aire libre) la primera oferta interesante. Este multiinstrumentista, que se present¨® en formato de tr¨ªo, dio buena muestra de su original talento y la frescura de su propuesta.
Los catalanes Macaco, por su lado, se esforzaron por calentar el ambiente y lo hicieron ante una nutrida cantidad de p¨²blico quiz¨¢ demasiado consciente todav¨ªa de las incomodidades de la situaci¨®n.
Con Celtas Cortos lleg¨® la lluvia, que al principio parec¨ªa ser s¨®lo una suave pero persistente molestia m¨¢s. Pero cuando Cypress Hill salieron al escenario principal, con dos horas de retraso, la cosa fue a m¨¢s. Calados por completo, los asistentes se mantuvieron ante los californianos que ni con su hard core rapero lograron hacer olvidar que se soportaba lo insoportable. La tormenta arreci¨® y tuvieron que terminar precipitadamente. Buena parte de los espectadores huy¨® a la carpa Pepsi donde, apretujados, mojados, y cubiertos de lodo a¨²n esperaban un poco m¨¢s de m¨²sica. Boss Hog, con la presencia arrolladora de su cantante Cristina Mart¨ªnez, proporcion¨® algo de marcha y consuelo a los refugiados esparragueros. Poco despu¨¦s, y mientras fuera la tormenta con rayos y truenos hab¨ªa convertido el recinto en un lugar inhabitable, se anunciaba lo que era m¨¢s que necesario: la suspensi¨®n de los conciertos del escenario Munster y la m¨¢s que probable cancelaci¨®n del resto de actividades.
Babelia
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