Eli¨¢n, retenido en Miami de forma ilegal
El t¨ªo abuelo del 'ni?o balsero' desoye las advertencias del Servicio de Inmigraci¨®n
El presidende de Estados Unidos, Bill Clinton, exhort¨® ayer a la comunidad cubana en Miami para que respete la ley del pa¨ªs que les dio acogida y asuman que cumplir con la legalidad vigente les obliga a devolver al ni?o Eli¨¢n Gonz¨¢lez a su padre. "La ley debe ser obedecida" dijo ayer Clinton. El presidente de EEUU a?adi¨®: "Conf¨ªo que todas aquellas personas que han venido a Estados Unidos porque ¨¦ste es un pa¨ªs de libertad en el que se respetan las leyes, respeten esas leyes".El Gobierno de EEUU est¨¢ estrechando el cerco sobre los desafiantes parientes de Eli¨¢n Gonz¨¢lez en Miami, para intentar, una vez m¨¢s, un desenlace por las buenas. La ¨²ltima advertencia que les han hecho es de este cariz: "Ustedes est¨¢n reteniendo al ni?o ilegalmente. Es m¨¢s, lo est¨¢n haciendo sin el consentimiento de su padre, ni del Servicio de Inmigraci¨®n y naturalizaci¨®n (INS)", dice la carta firmada por Michael Pearson, subdirector del INS.
El t¨ªo abuelo L¨¢zaro Gonz¨¢lez y su familia siguen sin inmutarse, atricherados en su fortaleza de la Peque?a Habana, confiados en que la ministra de Justicia, Janet Reno, nativa de Miami, no tendr¨¢ el valor de enfrentarse a los cubanos de cuyo voto dependi¨® durante los 15 a?os que la eligieron fiscal estatal en esta ciudad, a la que tambi¨¦n ha dicho que vendr¨¢ a vivir cuando decida retirarse.
Hasta ahora les han dado motivo para pensar as¨ª. En los casi cinco meses del culebr¨®n del caso Eli¨¢n, Reno les ha impuesto al menos siete ultimatos, pero a la hora de la verdad no ha actuado. Los cubanos piensan que Reno est¨¢ bailando al son que ellos le tocan, pero el resto del pueblo estadounidense, harto y frustrado seg¨²n las encuestas, se pregunta por qu¨¦.
?A qu¨¦ se debe el aparente amilanamiento del Gobierno ante los exiliados anticastristas de Miami, que al fin y al cabo no cuentan en el resto de EEUU? As¨ª lo expresaba el viernes un columnista del peri¨®dico The New York Times: "El fracaso del Gobierno al no intervenir a tiempo ha permitido organizar la resistencia... ha dejado que la oposici¨®n determine la agenda, sin importarle los hechos ni las leyes. El resultado va a ser casi seguro un desagradable enfrentamiento que s¨®lo har¨¢ da?o a Eli¨¢n".
Un conocido abogado de inmigraci¨®n, Jos¨¦ Pertierra, iba a¨²n m¨¢s lejos: "Los parientes tienen al ni?o c¨®mo reh¨¦n". Casi con esas mismas palabras titulaba su editorial del viernes un peri¨®dico de Wisconsin, Estado que se considera representativo de la Norteam¨¦rica central, es decir, que refleja el sentir del estadounidense medio.
El debate sobre la custodia de Eli¨¢n no s¨®lo ha enfrentado a dos familias, sino a anglosajones y negros con cubanos, y a dem¨®cratas y republicanos en el Congreso de EEUU. La congresista dem¨®crata Maxine Waters dijo en un airado intercambio en la cadena NBC con su colega republicano Lincoln D¨ªaz-Balart que "la familia y los que piensan como usted est¨¢n obstruyendo la justicia".
D¨ªaz-Balart sostuvo que "si Eli¨¢n vuelve a Cuba, Castro le lavar¨¢ el cerebro y le reprogramar¨¢". Legalmente es el INS quien tiene la custodia de Eli¨¢n desde el jueves a las 14.00 horas (hora en Miami), cuando L¨¢zaro se neg¨® a entregarlo a las autoridades en el aeropuerto de Opa-Locka, al norte de Miami.
En lugar de acatar la orden divulgaron un v¨ªdeo en el que aparec¨ªa Eli¨¢n dici¨¦ndole a su padre que no se quiere ir a Cuba y sus abogados y los de la Fundaci¨®n Nacional Cubano Americana -que les ayuda desde el principio- montaron una ofensiva legal, a la que el Gobierno, por su parte, respondi¨® con otra.
En la primera ronda del pugilato, que ha vuelto a los tribunales, los parientes lograron el jueves una victoria a medias.
Un juez del Tribunal de Apelaciones de Atlanta respondi¨® a su petici¨®n prohibiendo que el ni?o salga de EEUU hasta que un tribunal de tres magistrados decida si extiende esa prohibici¨®n hasta que concluya el proceso de apelaci¨®n, en el que los parientes solicitan asilo pol¨ªtico para el ni?o n¨¢ufrago.
El tribunal a¨²n no ha tomado una decisi¨®n y se espera que lo haga en los pr¨®ximos d¨ªas. Sin embargo, la orden judicial no impide al Gobierno devolver inmediatamente a Eli¨¢n a su padre, Juan Miguel Gonz¨¢lez, que est¨¢ en suelo estadounidense esperando retomar la custodia de su hijo.
Si Reno va a ejercer o no esa potestad est¨¢ por verse. Tendr¨ªa que sacar a Eli¨¢n de la Peque?a Habana por la fuerza y exponerse a un espect¨¢culo internacional que ella quiere evitar por todos los medios. Antes de dar ese paso ha pedido a un juez que obligue a L¨¢zaro a devolver al ni?o, para poder arrestarlo por desacato a la ley si se negara de nuevo.
Es una nueva amenaza y nadie sabe si esta vez va en serio. Por si acaso, la Fundaci¨®n Nacional Cubano Americana -presidida por Jorge M¨¢s Santos, hijo del difunto l¨ªder anticastrista Jorge M¨¢s Canosa- entabl¨® urgentemente una demanda alegando que al ni?o no lo pueden repatriar a Cuba porque es un pa¨ªs donde sistem¨¢ticamente se violan los derechos humanos.
A esta declaraci¨®n, el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, respondi¨® de forma clara y concisa: "La reuni¨®n de un padre y un hijo es m¨¢s importante que los derechos humanos". Horas despu¨¦s de la declaraci¨®n de Rubin, casi al anochecer del viernes (madrugada de Espa?a) la familia, visiblemente desesperada, divulg¨® una presunta declaraci¨®n jurada de uno de los balseros que ven¨ªa con Eli¨¢n en la barca que naufrag¨® acusando al padre, Juan Miguel, de pegar a su mujer y a su hijo.
"Por eso Eli¨¢n le tiene miedo a su padre y no quiere volver con ¨¦l", dec¨ªa el portavoz de la familia, Armando Guti¨¦rrez, frente al grupo de manifestantes habituales congregados frente a la casa de L¨¢zaro Gonz¨¢lez.
Las televisiones locales lo destacaron como la noticia del d¨ªa, ilustr¨¢ndola con opiniones que nutr¨ªan la teor¨ªa de que no debe volver a Cuba porque le espera un infierno. En medio del limbo en el que se encuentra toda la saga hay en estos momentos una cosa clara: a la familia de Miami se les han cerrado pr¨¢cticamente todas las puertas legales.
Incluso la ¨²ltima en la que ellos ten¨ªan depositadas las esperanzas, por si les falla la apelaci¨®n de asilo, que era que el tribunal de Familia de Florida decidiera qui¨¦n debe tener la custodia. La juez Jennifer Bailey desestim¨® su demanda el jueves con estas palabras: "L¨¢zaro no acaba de entender que la naturaleza de este caso no es de custodia sino de inmigraci¨®n".
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