El Supremo y Piqu¨¦

En v¨ªsperas de la formaci¨®n del nuevo Gobierno, el horizonte judicial del ministro Josep Piqu¨¦ en el caso Ercros-Ertoil sigue sin despejarse. Si el inter¨¦s del fiscal general del Estado al bloquear el dictamen acusatorio del fiscal Bartolom¨¦ Vargas fue dejar libre de sospechas al ministro para cuando llegara ese crucial momento pol¨ªtico, su fracaso no ha podido ser m¨¢s rotundo. Dentro de pocos d¨ªas el presidente Aznar deber¨¢ sopesar si incluye en el primer Gabinete de la nueva legislatura a un ministro del que no est¨¢ descartada su posible comparecencia como inculpado ante la Sala de lo Penal del Supremo.De momento, el Supremo ni asume su competencia en el caso Ercros ni la descarta. Tomar¨¢ una decisi¨®n cuando la juez Teresa Palacios -que investiga en la Audiencia Nacional la venta de la petrolera Ertoil por Ercros en 1991- determine el destino dado a los 41.000 millones de pesetas de la operaci¨®n y aclare el papel desempe?ado en la misma por Piqu¨¦, entonces directivo de ese grupo de empresas de Javier de la Rosa. Hace algunos d¨ªas, el Supremo ya adelant¨® que la clave para quedarse o no con el asunto est¨¢ en saber el destino que se dio a ese dinero, cuyo ingreso en las cuentas de Ercros -empresa que present¨® suspensi¨®n de pagos un a?o despu¨¦s de la venta de Ertoil- coincidi¨® con "varias salidas" de esas mismas cuentas sin que se conozca su destino. Palacios ha informado al Supremo de que seguir¨¢ investigando -cosa nada f¨¢cil, dada la complejidad de las operaciones financieras a varias bandas-, mientras el fiscal del caso s¨®lo puede certificar el papel "muy activo" de Piqu¨¦ en la operaci¨®n.

A la espera de datos firmes sobre los que pronunciarse definitivamente, el Supremo ha devuelto al juzgado de Barcelona la causa por supuesto alzamiento de bienes durante la suspensi¨®n de pagos de Ercros en 1992, pero s¨®lo a efectos de no causar indefensi¨®n a los presuntos perjudicados. Se queda con copia certificada de los autos, al no descartar su competencia a tenor de lo que resulte de la investigacion de la juez Palacios. La situaci¨®n de Piqu¨¦ no es ciertamente c¨®moda, supeditada como est¨¢ a un tiempo judicial que no coincide en absoluto con el pol¨ªtico. Sin duda, la extrema complejidad de una operaci¨®n como la venta de Ertoil no s¨®lo perjudica a sus posibles v¨ªctimas, sino a sus propios art¨ªfices si la justicia quiere investigarla a fondo. La dificultad de hacerlo no facilita una actuaci¨®n judicial r¨¢pida. Salvo que los jueces se avengan a dejar cabos sueltos.