El presidente Ciampi abre hoy las consultas para formar nuevo Gobierno en Italia

Massimo d'Alema, primer ministro italiano desde octubre de 1998, present¨® ayer su dimisi¨®n irrevocable al presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, que se reserv¨® las medidas a tomar y pidi¨® a D'Alema que permanezca provisionalmente en el cargo hasta que se resuelva la crisis. La ronda de consultas con los l¨ªderes de las distintas fuerzas pol¨ªticas se desarrollar¨¢ hoy y ma?ana. D'Alema consum¨® su despedida con un discurso en el Senado en el que rechaz¨® con vehemencia la propuesta de la oposici¨®n, reiterada ayer por Silvio Berlusconi, de anticipar las elecciones generales previstas para 2001.

"No considero justo ni obligatorio deducir de la derrota electoral la disoluci¨®n de las c¨¢maras", dijo. Los l¨ªderes de las fuerzas que integran la coalici¨®n de centro-izquierda (una decena de partidos) se reunieron por la tarde para ponerse de acuerdo sobre un ¨²nico candidato, pero indicaron que s¨®lo comunicar¨¢n su decisi¨®n al presidente Ciampi ma?ana. Los nombres m¨¢s citados son los del ministro del Tesoro, Giuliano Amato, y del gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio. De momento, sin embargo, en lo ¨²nico que se mostraron de acuerdo ayer fue en elogiar "la sensibilidad pol¨ªtica" demostrada por D'Alema al dimitir y en rechazar la alternativa de elecciones anticipadas que propone el centro-derecha victorioso para resolver la crisis. En una conferencia de prensa convocada tras la reuni¨®n de los partidos del centro-derecha, el l¨ªder del Polo, Silvio Berlusconi, se mostr¨® de acuerdo en que D'Alema se mantenga en el cargo de primer ministro hasta que se convoquen unas elecciones anticipadas, "pero s¨®lo en estas circunstancias". Seg¨²n Berlusconi, el voto anticipado es el ¨²nico medio "para superar la vulneraci¨®n de la democracia que se ha perpetrado durante mucho tiempo".

Una posici¨®n contra la que se expres¨® nuevamente ayer en su discurso de despedida, Massimo d'Alema, el primer ex comunista en guiar el Gobierno de una democracia occidental. Adem¨¢s de considerar que de la derrota del domingo no se desprende necesariamente la disoluci¨®n de las c¨¢maras, D'Alema bas¨® su argumentaci¨®n en dos razones fundamentales: la primera, el refer¨¦ndum previsto para el 21 de mayo, una de cuyas preguntas afecta directamente a la ley electoral italiana.

"Ser¨ªa parad¨®jico", dijo D'Alema, "ir a votar con una ley que todos los partidos consideran inadecuada". La segunda, la recuperaci¨®n econ¨®mica que apunta t¨ªmidamente en el horizonte. "Es necesario un Gobierno que en los 11 meses que quedan de legislatura conduzca al pa¨ªs por el camino de la recuperaci¨®n econ¨®mica y del desarrollo de las pol¨ªticas de empleo", a?adi¨®.

Fue un discurso de apenas 17 minutos, en el que Massimo d'Alema, fiel a su temperamento, volvi¨® a subrayar el car¨¢cter personal de su decisi¨®n de dimitir, e hizo un largo y elogioso resumen de la gesti¨®n del Ejecutivo que cesa.

Las cr¨ªticas a la coalici¨®n que ha liderado durante 18 meses se mantuvieron en un plano sutil. "El grado de cohesi¨®n de una coalici¨®n es un elemento determinante en el juicio de los electores", dijo el primer ministro saliente. Por esta misma raz¨®n, D'Alema anunci¨® que dedicar¨¢ sus energ¨ªas en el futuro a lograr el desarrollo y consolidaci¨®n del centro-izquierda para que se convierta en algo m¨¢s que una "congregaci¨®n de partidos". "Es importante", dijo, "reconstruir los lazos con los sectores sociales que ahora miran a otra parte".

A?os "dif¨ªciles y oscuros"

D'Alema reconoci¨® que "la pol¨ªtica va retrasada con respecto a la sociedad", de ah¨ª su intenci¨®n de "seguir al servicio de este centro-izquierda que ha permitido a Italia salvarse despu¨¦s de a?os dif¨ªciles y oscuros".

Los socios menores de la coalici¨®n respondieron con aspereza a D'Alema, record¨¢ndole sus errores personales en la campa?a electoral, pero el ex primer ministro recibi¨® muchos elogios de Los Verdes y, sobre todo, del senador de Los Dem¨®cratas Antonio di Pietro, que asegur¨® que el ¨²nico error del Ejecutivo ha sido no saber "vender" sus logros. En un lapsus ideol¨®gico asombroso, el anciano senador del PPI Leopoldo Elia lleg¨® a comparar el "gesto generoso" de D'Alema al presentar su dimisi¨®n con el de Margaret Thatcher tras la revuelta de la poll-tax.

Otro tono muy diferente fue el adoptado por la oposici¨®n, que insisti¨® en reclamar elecciones generales anticipadas y calific¨® el argumento del refer¨¦ndum como "un mero pretexto". D'Alema hab¨ªa reservado tambi¨¦n una estocada a la oposici¨®n. "Por el bien del pa¨ªs", dijo, "debemos evitar que se repita una campa?a electoral como la pasada, en la que el enfrentamiento partidario ha degenerado en agresi¨®n e insultos que han sustituido al debate pol¨ªtico".