Un juzgado de M¨¢laga usa una estad¨ªstica para fijar las pensiones de los hijos en las separaciones
El C¨®digo Civil no establece las cuant¨ªas de las manutenciones, que dependen del juez
Una de las cuestiones m¨¢s conflictivas cuando un matrimonio con hijos decide separarse es la cantidad mensual que debe aportar el c¨®nyuge que no obtiene la custodia para su manutenci¨®n. Pero el C¨®digo Civil no dice nada al respecto, y la cuesti¨®n siempre ha quedado al arbitrio de los jueces. Para subsanar este vac¨ªo, el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 5 de M¨¢laga, especializado en Familia, aplica desde noviembre de 1999 una estad¨ªstica que, tomando como referencia los ingresos del progenitor que no tiene la custodia y el n¨²mero de hijos, establece en cada caso la pensi¨®n.
Detr¨¢s de estas tablas hay un prolijo estudio del secretario del Juzgado, Antonio Javier P¨¦rez Mart¨ªn. Los resultados de esta investigaci¨®n se publicaron en julio de 1999 en la revista especializada Derecho de Familia (editorial Lex Nova). P¨¦rez advierte que las tablas son "una mera herramienta de trabajo, y no la panacea de la Justicia", pero a?ade que "algunas de las legislaciones m¨¢s progresivas, como las de los pa¨ªses n¨®rdicos, Canad¨¢ o EE UU, las usan habitualmente".Para calcularlas ha consultado estad¨ªsticas del INE sobre el gasto familiar, y ha estudiado mil sentencias de los Juzgados de Familia de Madrid y Barcelona. Adem¨¢s de estos datos ha utilizado una f¨®rmula matem¨¢tica que se emplea en California (EE UU) para elaborar las tablas que all¨ª se aplican. El resultado es una prolija lista que incluye desde la pensi¨®n que debe pagar un padre o madre que gana 120.000 pesetas y tiene un solo hijo, hasta el que gana un mill¨®n y tiene cuatro, incluyendo todas las variables posibles.
El juez titular del Juzgado n¨²mero 5, Jos¨¦ Luis Utrera, est¨¢ satisfecho con la acogida que han tenido las tablas. "Desde que nosotros empezamos a utilizarlas, nos las han pedido desde juzgados de Sevilla, Ceuta o Las Palmas de Gran Canaria para aplicarlas tambi¨¦n", se felicita, aunque puntualiza: "Est¨¢ claro que su car¨¢cter es meramente orientativo. No se trata de apretar un bot¨®n y que salga la pensi¨®n. Esto es para situaciones normales donde no hay necesidades especiales de los hijos, pero las tablas son buenas porque establecen criterios de seguridad jur¨ªdica. Es elemental que el ciudadano que vaya al juzgado sepa cu¨¢l puede ser la respuesta del juez, ya que la Ley no la establece".
Las tablas se calculan seleccionando dos variables fundamentales: los ingresos mensuales netos de los padres y el n¨²mero de hijos. "Estos son los datos que m¨¢s se tienen en cuenta a la hora de fijar una pensi¨®n", dice P¨¦rez, "aunque no implica que factores como la minusval¨ªa de un hijo, el precario estado de salud de los padres o la situaci¨®n escolar o laboral de los hijos no deban tenerse en cuenta para modular las tablas".
Los ingresos de los padres se calculan dividiendo las ganancias mensuales brutas despu¨¦s de deducirles los impuestos y la Seguridad Social. "Tambi¨¦n se descuentan los pr¨¦stamos o hipotecas suscritos por los c¨®nyuges durante su convivencia, pero no el alquiler de la vivienda del que deja la casa familiar", aclara P¨¦rez. Y si se trata de una pareja donde uno de los miembros no trabaja, la pensi¨®n compensatoria se fija tambi¨¦n aparte de la asignaci¨®n para la manutenci¨®n de los hijos.
Antes de empezar a aplicar las tablas, el personal del Juzgado expuso el nuevo sistema a la Asociaci¨®n de Abogados de Familia de M¨¢laga. "?Les parecen altas o bajas las cantidades fijadas?", preguntaron los funcionarios. "Depende de a qu¨¦ miembro de la pareja representes", respondieron. Bromas aparte, algunos letrados observaron que las tablas penalizan a los separados que perciben menos ingresos. Un ejemplo: Si el separado gana 150.000 pesetas, tiene que pagar 34.758 por un hijo. Le quedan 115.242 pesetas para vivir, incluyendo el alquiler si ha dejado la casa familiar. En cambio, si gana un mill¨®n de pesetas, pagar¨¢ 242.000 y contar¨¢ con 768.042 para sus gastos. "Est¨¢ claro", dice P¨¦rez, "que las tablas son mejorables, pero hay que tener en cuenta que, para que sean ¨²tiles, tienen que ser simples". Al menos ahora, los abogados de M¨¢laga pueden responder a sus clientes a la eterna pregunta: "?Cu¨¢nto va a costarme la separaci¨®n?".
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