Partido de m¨ªnimos en Barcelona
Kluivert y L¨ªtmanen materializan la victoria azulgrana frente a un combativo Sevilla
![?ngels Pi?ol](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F2996def5-4f7d-4ecf-ada6-746768fac215.png?auth=4edcab0cb2f418f595b64b8e453c1c1ede58c476b20f5338b20762076716a89d&width=100&height=100&smart=true)
Tres puntos m¨¢s, una victoria c¨®moda y misi¨®n cumplida. No le hizo falta hacer mucho m¨¢s al Bar?a. Otro paso para seguir acosando al Deportivo. El Barcelona se reencontr¨® a s¨ª mismo ante el Chelsea y no se permiti¨® volver a caer en la Liga. Los azulgrana, que llegaban de encadenar dos derrotas consecutivas en el campeonato, se deshicieron con facilidad del Sevilla, que empez¨® apretando y acab¨® perdido. Kluivert, convertido ya en el pichichi del equipo -por delante de Rivaldo-, abri¨® el marcador y, casi en el ¨²ltimo instante, sirvi¨® el segundo tanto a L¨ªtmanen, para regocijo del Camp Nou, que se entretuvo con el marcador del Bernab¨¦u y mostr¨® cierta preocupaci¨®n por la tardanza del segundo gol azulgrana. El Bar?a estaba agotado por el esfuerzo del martes, pero el colista no pudo decir mucho. Sabe que se va a segunda.El Chelsea abri¨® el camino y Van Gaal no ha tenido m¨¢s remedio que seguirlo. El holand¨¦s presumi¨® el viernes de tener dos sistemas, pero al final aplic¨® otra vez el esquema que utiliz¨® ante los ingleses. Funcion¨® el martes y funcion¨® ayer. El marcador se qued¨® corto. El vestuario ha clamado por ese cambio t¨¢ctico que permite jugar con dos extremos y con Rivaldo como media punta. S¨®lo tres defensas, la medular llena y el campo abierto hasta el bander¨ªn. El discurso fue muy conocido: el Bar?a tuvo el bal¨®n de forma abrumadora y lleg¨® con facilidad al campo ajeno. Primero lo intent¨® Rivaldo abriendo en canal la defensa, luego Gabri, despu¨¦s Reiziger y Figo. Fue un partido muy distinto al del martes. La noche y el d¨ªa. Pero el juego, a diferencia de otros d¨ªas, no decay¨®. Al menos en el primer acto.Quiz¨¢s porque tanto el Bar?a como el Sevilla no se lo tomaron a broma: los azulgrana, asentados en el aurea de su noche europea, intentando mentalizarse de que les queda vida en esta Liga, tuvieron el control, y el colista tampoco se arredr¨®. Pocas veces tendr¨¢ tantas ocasiones de gol.
BARCELONA 2SEVILLA 0
Barcelona: Hesp; Puyol, Frank de Boer, Reiziger; Gabri (Bogarde, m.79), Guardiola, Cocu (Dani, m.45); Rivaldo (L¨ªtmanen, m.56); Figo, Kluivert y Zenden.Sevilla: Olsen; H¨¦ctor, Marchena, Hibic, Nando; ?ngel, V¨ªctor (Loren, m.69), Juric (Quevedo, m.85), Tsartas; Jesuli; y Juan Carlos (Otero, m.63). Goles: 1-0. M. 19. Jugada de Figo interrumpida por H¨¦ctor, cuyo rechace va a parar al segundo palo, donde aparece Kluivert, que marca de remate ajustado al poste izquierdo; 2-0. M. 89. Dani abre para Kluivert, el ariete se sale hacia la banda izquierda y sirve el pase de la muerte para la llegada de L¨ªtmanen, que remata en el primer palo. ?rbitro: Andradas Asurmendi, navarro. Mostr¨® la tarjeta amarilla a ?ngel, Guardiola, Gabri y Juric. Camp Nou: Unos 55.000 espectadores.
Consciente de que s¨®lo un milagro le salvar¨¢ de ir a Segunda Divisi¨®n, el Sevilla se sinti¨® c¨®modo, muy tranquilo, renunci¨® a ser un convidado de piedra e intent¨® imitar a tantos otros. Le bast¨® controlar los rebotes para que sus puntas salieran al contraataque. Quiz¨¢s le falt¨® convicci¨®n, pero Juan Carlos se hinch¨® de fallar ante Hesp. Cinco veces lleg¨® y las cinco desperdici¨®. Sobre toda una, que el portero holand¨¦s rechaz¨® en el ¨²ltimo instante.
Los azulgrana se equivocaron algo menos que en ocasiones anteriores. El protagonista fue, como siempre, Figo. El portugu¨¦s cogi¨® un bal¨®n, se pase¨® por el ¨¢rea y chut¨®. Olsen despej¨® pero Kluivert, con el empeine, remat¨® a la red. Pero ah¨ª se qued¨® seco -un remate a las nubes del portugu¨¦s, una vaselina alta de Rivaldo- y se fue durmiendo. Quiz¨¢s pag¨® el Bar?a el tit¨¢nico esfuerzo del pasado martes. Pero estuvo lento, cansino y el bal¨®n le empez¨® a pesar en los pies. Van Gaal se percat¨® y primero relev¨® a Cocu por Dani y poco despu¨¦s a Rivaldo por L¨ªtmanen, especialmente l¨²cido ayer. S¨®lo algunos censuraron el cambio. No est¨¢n las cosas para remover heridas que siguen abiertas.
El Camp Nou sigui¨® pasando el rato as¨ª: esperando un gol que diera la tranquilidad mientras el Sevilla empez¨® a tener tanto el bal¨®n como el Bar?a. Kluivert intent¨® un buen chut y Figo, tras marear a H¨¦ctor, envi¨® un bal¨®n al poste. Fue entonces cuando la hinchada reaccion¨® y lanz¨® un aviso al equipo: el marcador inform¨® de los movimientos del marcador en el Bernab¨¦u mientras Otero, que hab¨ªa sustituido a Juan Carlos, no bati¨® a Hesp por un palmo. Eso reactiv¨® a los azulgrana: L¨ªtmanen lanz¨® otro disparo al palo y Kluivert err¨® en su disparo por s¨®lo unos centr¨ªmetros. La noche no parec¨ªa destinada a grandes fiestas aunque el Sevilla estaba casi desaparecido.
El Barcelona pareci¨® conformarse con la misi¨®n cumplida hasta que lleg¨® una ¨²ltima recompensa. Una jugada que empez¨® en los pies de Hesp y acab¨® en la red. Dani exhibi¨® otra vez su qu¨ªmica con Kluivert, que asisti¨® a L¨ªtmanen para batir a Olsen. El Bar?a, ayer, no perdi¨® comba. Le bast¨® con emplearse con una punta de gas para abatir al colista.
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