L¨®pez Pi?ero
"Quiero morir aprendiendo", me coment¨® hace poco la escritora Carmen Mart¨ªn Gaite en el transcurso de una larga conversaci¨®n. Es de esas frases que se te quedan grabadas en la memoria, que conservas como oro en pa?o para que la vida signifique un est¨ªmulo, siempre un camino y nunca una meta. Cuando te dedicas durante a?os al periodismo y tienes el privilegio de ver de cerca a pretendidos mitos p¨²blicos, la mayor¨ªa de ellos no resiste la corta distancia. Engolados, vanidosos, autosatisfechos, m¨¢s pendientes de las lentejuelas del poder, de las adulaciones de los focos o de la loter¨ªa de los premios que de un trabajo constante y riguroso, de un esfuerzo por aprender. As¨ª son, contemplados a un metro de distancia, innumerables escritores, actores, pol¨ªticos, banqueros, intelectuales, m¨²sicos y toda la extensa n¨®mina de personajes que viven del p¨²blico. La sencillez se convierte, por tanto, en excepci¨®n y la megaloman¨ªa deviene en norma.A mediados de los a?os ochenta, este peri¨®dico me envi¨® a entrevistar al doctor Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Pi?ero a quien el Gobierno acababa de conceder el Premio Nacional de Sanidad. Catedr¨¢tico de Historia de la Medicina, autor de imprescindibles libros, maestro de muchos investigadores y experto en Ram¨®n y Cajal, varias generaciones de estudiantes y de m¨¦dicos pueden atestiguar el impresionante curr¨ªculo de este murciano de nacimiento y valenciano de adopci¨®n. Pues bien, L¨®pez Pi?ero se encuentra entre las escas¨ªsimas personalidades que he conocido en mi ejercicio profesional que alegaban falta de m¨¦ritos para rechazar una entrevista. Finalmente accedi¨® a la charla y descubr¨ª que la sencillez no era una pose fingida sino una actitud ante la vida. Ahora, Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Pi?ero se ha jubilado, ha publicado dos ensayos sobre su especialidad y ha concedido una interesant¨ªsima entrevista que ma?ana publica el suplemento Babelia. Afirma L¨®pez Pi?ero: "Colocarte en tu sitio es la ¨²nica opci¨®n seria que tienes de trabajar y de saber cu¨¢ndo llega la hora de vaciar tu despacho y seguir trabajando". ?Sombrero!
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