N¨¢ufragos perdidos en las Bahamas

Unos 300 inmigrantes haitianos,14 de los cuales murieron, quedaron

abandonados en una isla caribe?a

Salieron huyendo de una isla ingobernada, presa del vud¨², la violencia y la miseria, y llegaron a una isla deshabitada, donde al menos a catorce de los trescientos que abordaron el viejo barco de madera en Hait¨ª les esperaba la muerte. La nave azul se rompi¨® en las aguas de Cayo Flamingo, una de las setecientas islas del archipi¨¦lago de las Bahamas, en el mar Caribe, a 300 kil¨®metros de las costas de Estados Unidos. Nadie sabe a ciencia cierta cu¨¢ntos d¨ªas llevaban navegando; algunos de los haitianos interrogados dicen que 11, y otros, que una semana; lo ¨²nico seguro es que la nave ten¨ªa capacidad para 50 pasajeros y la desesperaci¨®n y los traficantes humanos la llenaron de casi 300.Ya en Cayo Flamingo, algunos estaban casi desnudos, cubiertos por la arena; otros, comatosos; todos, tan d¨¦biles que no pod¨ªan andar ni sujetar sus cabezas, seg¨²n el recuento de los tripulantes de los tres barcos de recreo que los divisaron en la madrugada del jueves. Los testigos avisaron a las autoridades bahame?as, quienes, a su vez, se comunicaron con los guardacostas de Estados Unidos que diariamente patrullan la zona, infestada de tr¨¢fico de drogas.

Varios helic¨®pteros y aviones C-130 estadounidenses realizaron la evacuaci¨®n de la isla desierta y trasladaron a 65 haitianos, mujeres, hombres y ni?os, con s¨ªntomas de hipotermia y deshidrataci¨®n, a un hospital de Georgetown, en la isla de Great Exuma. Ayer permanec¨ªan bajo custodia bahame?a a la espera de ser deportados.

El ¨¦xodo de haitianos que temen menos al riesgo de perecer en el mar que a morir de hambre o a tiros en su patria ha llevado a m¨¢s de 40.000 a instalarse clandestinamente en las Bahamas, y a muchos miles m¨¢s, en Miami, la tierra prometida, de la que tambi¨¦n les deportan porque el Gobierno no les reconoce como exiliados pol¨ªticos, a diferencia de los cubanos.

Las cifras muestran la magnitud de la tragedia. S¨®lo en la ¨²ltima semana ha habido m¨¢s de 600 hatianos detenidos en Bahamas. El s¨¢bado, un barco con 200 personas lleg¨® a Harbor Island, y el martes rescataron otro con 124 a punto de hundirse en aguas de Great Inagua. El jueves, las autoridades de inmigraci¨®n de Bahamas preparaban la repatriaci¨®n de otros 232.

Y en Miami, el jueves llegaron otros 15 a la isla de Cayo Vizca¨ªno, que permanecen en el centro de detenci¨®n Krome, una instalaci¨®n del Servicio de Inmigraci¨®n y Naturalizaci¨®n (INS) en la que procesan a los emigrantes ilegales. El a?o pasado los guardacostas norteamericanos interceptaron a 486 haitianos, y el a?o anterior, a 1.437. La mayor¨ªa llegan en operaciones de contrabando. Los ¨²ltimos quince confesaron el viernes que hab¨ªan pagado 4.000 d¨®lares (m¨¢s de 700.000 pesetas) por la traves¨ªa.

Hait¨ª vive sumida en el caos y la violencia, que, entre otras muchas vidas, se cobr¨® hace dos semanas la de un conocido periodista de radio que se atrevi¨® a hablar libremente. El pa¨ªs lleva m¨¢s de un a?o y medio sin Parlamento porque el presidente, Ren¨¦ Preval, lo cerr¨® por decreto y convoc¨® elecciones para marzo de este a?o, aplazadas ahora hasta mayo.

Preval asumi¨® el poder en el oto?o de 1996. Seis a?os antes se hab¨ªa iniciado la andadura democr¨¢tica, bajo el tutelaje de Estados Unidos. El proceso de democratizaci¨®n fue interrumpido al a?o siguiente por un golpe militar que le arrebat¨® el poder al cura-presidente Jean- Bertrand Aristide e instal¨® al general Raoul C¨¦dras. En octubre de 1994, 20.000 soldados norteamericanos invadieron Hait¨ª para restablecer la ley y el orden. La misi¨®n concluy¨® a fines del a?o pasado.

La naci¨®n fundada en 1804 por esclavos fue colonia francesa y escenario permanente de dictaduras y crisis pol¨ªticas y econ¨®micas. La ¨²ltima admitida fue la Fran?ois Duvalier (Papa Doc) y su hijo Jean Claude, que durante casi treinta a?os tuvieron en un pu?o el destino de la naci¨®n, y en su bolsillo, las arcas. Durante sus 196 a?os de historia se han promulgado 23 constituciones y se ha investido a 42 jefes de Estado.

La corrupci¨®n y el desorden son los que en realidad han gobernado hundiendo a la isla antillana en una miseria abominable. Es el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica. Tres cuartas partes de sus siete millones de habitantes viven en condiciones paup¨¦rrrimas. Los que subsisten lo hacen gracias a las remesas de sus parientes en EEUU y 350 millones de ayuda multilateral y lo que deja el narcotr¨¢fico. A esa desgracia van a repatriar a los sobrevivientes del naufragio.