El Bar?a condena al Atl¨¦tico
Los azulgrana golean con facilidad a un desastroso equipo rojiblanco, que se queda sin esperanza de salvaci¨®n
El Barcelona remat¨® al Atl¨¦tico, lo dej¨® en Segunda. No es a¨²n una cuesti¨®n aritm¨¦tica cerrada, pero nada imaginable puede librar a los rojiblancos de su defunci¨®n. El Atl¨¦tico est¨¢ cad¨¢ver. No tiene ideas, fuerzas ni moral. No tiene nada. El Bar?a, sin remangarse, tratando de hacer el menor ruido posible, se limit¨® a ganar. A conservar intactas sus bazas de acceso al t¨ªtulo, pero sin ensa?arse. Acept¨® el bal¨®n que le regal¨® el rival, lo movi¨® a su antojo con su vieja f¨®rmula del toque y camin¨® tranquilo hasta que fueron llegando los goles.El aliento generoso del Calder¨®n no levant¨® al Atl¨¦tico del suelo. No fue suficiente el grito desesperado y casi heroico de la hinchada para despojar el miedo y la angustia a su equipo. No, el Atl¨¦tico actu¨® sin fe ni f¨²tbol, y se puso a los pies del Barcelona desde el minuto inicial. De un Barcelona en teor¨ªa menor, agujereado en su alineaci¨®n por todos los frentes. Sin Rivaldo y Kluivert por voluntad de su entrenador, y encima sin Figo, por una lesi¨®n, desde los 15 minutos. Pero pese a todas las bajas, pese al desequilibrio emocional que el l¨ªo de la semana ha podido dejar en el grupo de jugadores, el Barcelona fue superior al Atl¨¦tico. Recuper¨® su f¨²tbol elaborado de toda la vida y agradeci¨® las facilidades que le concedi¨® el rival.
ATL?TICO 0 - BARCELONA 3
Atl¨¦tico: Molina; Pilipauskas, Gamarra (Correa, m.76), Santi, Capdevila; Aguilera, Baraja, Valer¨®n (Mena, m.57), Solari (Luque, m.73); Kiko y Hasselbaink.Barcelona: Hesp; Pujol, Frankde Boer, Reiziger; Gabri, Guardiola, Sergi; Figo (Simao, m.18), L¨ªtmanen, Zenden (Xavi, m.73); y Dani (Bogarde, m.82). Goles: 0-1.M.40. Sergi se planta en la frontal, hace la pared con Gabri, recorta a Santi dentro del ¨¢rea y bate a Molina con la derecha. 0-2. M.61. L¨ªtmanen pasa en profundidad a Dani, que se cuela entre los centrales, corre hasta el ¨¢rea y marca por alto. 0-3. M. 90. Gabri culmina a puerta vac¨ªa un contraataque del Barcelona. ?rbitro: Losantos Omar. Mostr¨® cartulinas amarillas a Guardiola, Santi, Correa, Baraja y Mena. Unas 50.000 personas en el Calder¨®n.
Goz¨® el Bar?a de un primer tiempo de lo m¨¢s c¨®modo pese a la sangr¨ªa de bajas. El Atl¨¦tico dise?¨® el plan cl¨¢sico contra Guardiola, pero no le hizo un solo rasgu?o. Acostumbrado a marcas asfixiantes, de le¨®n, Guardiola se libr¨® silbando de la presencia por sus inmediaciones de Kiko, un corderito. El Atl¨¦tico alz¨® la bandera blanca en la posesi¨®n, le regal¨® la pelota al rival y acept¨® correr de un lado a otro detr¨¢s de ella, movida a su gusto por el Bar?a.
Los madrile?os no s¨®lo no presionaron con agresividad la elaboraci¨®n azulgrana, sino que decidieron esperar al rival muy cerca del ¨¢rea de Molina. Y dejaron todos sus sue?os de victoria en manos de alg¨²n contragolpe furtivo. Lo intentaron con da?o en saques largos del guardameta en busca de Hasselbaink, que incluso goz¨® de un estupendo mano a mano ante Hesp. Pero s¨®lo eso acert¨® a sacar de veneno el Atl¨¦tico.
M¨¢s all¨¢ de cinco minutos intensos mediada la primera mitad, el Atl¨¦tico fue la misma mediocridad de siempre. Con un Kiko desastroso, un Valer¨®n inexistente, dos centrales que le hacen da?o hasta en el escudo... Una calamidad, sobre todo Gamarra, que volvi¨® a dar un recital de errores y gestos de indiferencia. El Atl¨¦tico se muere, pero a ¨¦l le da lo mismo.
A ritmo lento, sin acertar a fabricar oportunidades de gol, el Bar?a, con el bal¨®n en el bolsillo, se sinti¨® muy seguro. Se arm¨® de paciencia, y esper¨® a que el primer gol llegara por s¨ª solo. Se lo inventaron Sergi y Gabri en una jugada fabulosa al filo del descanso, una acci¨®n hacia la que mir¨® el Atl¨¦tico con el sem¨¢foro en verde.
Tras el 1-0, el Atl¨¦tico dej¨® de respirar. Si los gritos de la grada y el 0-0 le hab¨ªan hecho creer en los cuentos de hadas, el tanto de Sergi le empotr¨® para siempre en su tragedia. Hubo quien reaccion¨® con entradas fuera de lugar, como Santi o Mena -de expulsi¨®n, pero el ¨¢rbitro mir¨® para otro lado-, y hubo quien se escondi¨® en un rinc¨®n del campo, quien no encontr¨® un gramo de car¨¢cter en su camiseta para ponerle al menos mala cara a la cat¨¢strofe. As¨ª actu¨® la mayor¨ªa, aunque hubo tambi¨¦n gestos de dignidad de Baraja, de Solari, de Hasselbaink... Pero el desplome general pes¨® m¨¢s.
Del descanso no sali¨® niguna soluci¨®n rojiblanca. Al contrario, la segunda parte agrand¨® m¨¢s si cabe la diferencia de barrios. Guardiola sigui¨® gobernando la cita con las manos en los bolsillos, Litmanen jug¨® como quiso con el montaje defensivo del Atl¨¦tico -movimientos que el rival no descifraba jam¨¢s y pases llenos de sentido- y Dani hizo esfuerzos por reivindicarse. Tambi¨¦n sin apretar a fondo, el Barcelona encontr¨® pronto el 2-0 y no quiso ensa?arse. Dio por segura ya la victoria y, de alguna manera, pese al 3-0 con el que cerr¨® la contienda, sinti¨® compasi¨®n por el Atl¨¦tico. Un viejo amigo que se le va.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.