Los jueces buscan a 2.400 madrile?os para que cumplan sus condenas
El n¨²mero de reos fugitivos se ha reducido en 1.100 en los dos ¨²ltimos a?osLos juzgados de Ejecutoria se encargan de que las v¨ªctimas cobren las indemnizaciones
Unos 2.400 madrile?os se hallan en la actualidad en situaci¨®n de b¨²squeda y captura para que cumplan las sentencias que pesan sobre ellos, seg¨²n fuentes judiciales de la plaza de Castilla. Son personas sobre las que recayeron sentencias firmes, bien para que ingresen en prisi¨®n o bien para que indemnicen a sus v¨ªctimas, o ambas cosas a la vez, y cuyo paradero ignoran tanto los jueces como la polic¨ªa. "Facilitan un domicilio al juzgado y cuando la polic¨ªa va a sus casas a buscarles, o no est¨¢n o han huido o, simplemente, se han cambiado de domicilio sin avisarlo al juez y nadie sabe d¨®nde encontrarles", afirman los citados medios. Tambi¨¦n los hay, en el caso de algunos inmigrantes, que cuando llega la sentencia ya se han marchado a sus pa¨ªses de origen.Estos 2.400 casos s¨®lo afectan a las ¨®rdenes de b¨²squeda dictadas por los 23 jueces de lo penal de Madrid, los que ejecutan sentencias con penas de hasta cinco a?os de c¨¢rcel, as¨ª como las respectivas indemnizaciones para las v¨ªctimas de esos delitos. No se incluyen en esa cifra los delincuentes buscados por la Audiencia de Madrid, donde se juzgan delitos con penas superiores a cinco a?os, y cuya cifra puede sobrepasar el medio millar de personas, ni las decretadas por los 46 jueces de instrucci¨®n, que investigan delitos. Las dictadas por estos ¨²ltimos son contra personas que no comparecen a las citaciones del juez instructor.
Los condenados huidos asistieron al juicio, algunos esposados y otros no, pero luego desaparecieron sin dejar rastro. Se coloca sus nombres en el fichero de b¨²squedas y capturas que existe desde hace varios a?os en los juzgados porque no responden a las citaciones. Pese a que la cifra de huidos -2.400- es elevada, es inferior a la existente en 1998. Entonces hab¨ªa 3.500 ¨®rdenes de b¨²squeda y captura.
Las sentencias sin ejecutar se han reducido en un 40% en los dos ¨²ltimos a?os
La reducci¨®n de ¨®rdenes de b¨²squeda y captura se debe en gran parte al nacimiento de los juzgados de Ejecutorias. En la plaza de Castilla hay cuatro ¨®rganos de este tipo, los n¨²meros 2, 4, 7 y 12. Nacieron el 1 de enero de 1997 tras un acuerdo del Consejo General del Poder Judicial.Tras calificar en un informe de "satisfactoria" la situaci¨®n de los juzgados de lo Penal de Madrid (entonces hab¨ªa 27), el ¨®rgano de gobierno de los jueces espa?oles acord¨® que cuatro de ellos se dedicar¨¢n en exclusiva a ejecutar las sentencias de los 23 restantes y evitar as¨ª "las disfunciones" que, seg¨²n el Consejo, se estaban produciendo a la hora de ejecutar las penas.
Es decir, se dictaban miles de sentencias todos los a?os, pero muchas de ellas, debido a esas "disfunciones", se ejecutaban con excesiva demora y cierto desorden. Las v¨ªctimas de esos delitos eran las principales perjudicadas, pues cobraban tarde y mal, si es que finalmente lo consegu¨ªan. Y lo que es peor, algunos delincuentes consegu¨ªan retrasar sus ingresos en prisi¨®n.
Prueba del desbarajuste existente entonces es que cuando nacieron estos cuatro juzgados hab¨ªa unas 28.000 sentencias sin ejecutar en la plaza de Castilla. Esa cifra se ha reducido ahora en al menos un 40%. "Ahora tenemos muchas sentencias que no est¨¢n totalmente ejecutadas pero que se hayan en tramitaci¨®n", afirma el magistrado Eduardo L¨®pez-Palop, titular del Juzgado de Ejecutorias numero 2 de Madrid.
L¨®pez-Palop pone un ejemplo de ejecutoria en tr¨¢mite: "Si un se?or tiene que pagar a otro tres millones de pesetas y no puede hacerlo en el acto, le embargamos parte de la n¨®mina, unas 50.000 mensuales, y paga el dinero poco a poco. Esa sentencia no est¨¢ totalmente ejecutada, pero cabe considerar que se est¨¢ ejecutando", a?ade el magistrado. "En mi opini¨®n", agrega L¨®pez-Palop, "la creaci¨®n de estos juzgados ha sido un ¨¦xito; no s¨®lo se ha reducido un 40% la cifra de sentencia sin ejecutar, sino que las v¨ªctimas tienen m¨¢s posibilidades de cobrar las indemnizaciones".
Seg¨²n este juez, "el decanato ha ayudado mucho en la mejora de este servicio", ya que ha habilitado dentro del edificio judicial una oficina de informaci¨®n patrimonial que permite al juez conocer "casi al instante los bienes que tiene un condenado y poder embarg¨¢rselos si no paga a su v¨ªctima". Cabe la posibilidad, aseguran fuentes de la Audiencia de Madrid, de que sobre una misma persona recaigan varias ¨®rdenes de captura simult¨¢neas procedentes de distintos jueces. Detener a los huidos no es tarea f¨¢cil y compete a las fuerzas del orden.
Hace dos a?os, fuentes de la Audiencia madrile?a se quejaban de que exist¨ªa descoordinaci¨®n en esta materia entre la polic¨ªa y la Guardia Civil. Se lamentaban de que ambos cuerpos no se cruzaban sus datos. "No se cruzan los datos, y se dan casos de personas que figuran como reclamados en el ordenador central de la Guardia Civil y no en el de la polic¨ªa", afirmaron. "Si un juez, por ejemplo, env¨ªa una orden de b¨²squeda contra alguien a la Guardia Civil y es un polic¨ªa quien casualmente lo identifica en la calle y quien indaga en el ordenador de su cuerpo, lo dejar¨¢ en libertad en la creencia err¨®nea de que est¨¢ limpio, pues en su base de datos no aparecer¨¢ como buscado. Y viceversa". Tambi¨¦n se dan casos de huidos que no lo son; es decir, condenados que est¨¢n en su casa ignorantes de que sobre ellos pesa una orden judicial de detenci¨®n. Y es que a veces los agentes no van a sus casas a buscarles hasta que no tienen una orden judicial expresa para hacerlo.
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