Reivindicativo, mestizo y solidario
Ni mito, ni rito: reivindicaci¨®n, mestizaje y solidaridad. Con este esp¨ªritu volvemos, los hombres y las mujeres de CC OO, a ocupar las calles de Euskadi. Porque somos portadores, a pesar de tanto neoliberalismo e individualismo, de las banderas de la justicia social, la libertad y la igualdad. Porque nos reclamamos herederos de las luchas emancipadoras de todos los tiempos: desde Espartaco a la Revoluci¨®n Bolchevique y desde 1936 a 1968. Porque no aceptamos la escandalosa riqueza de unos pocos a costa de la masiva pobreza que existe en el mundo. En todos los mundos: del primero al cuarto. Porque no nos resignamos a que el actual proceso de mundializaci¨®n de la econom¨ªa condene a la inmensa mayor¨ªa del planeta a la pobreza, a la precariedad y a la exclusi¨®n. Reclamamos un mundo socialmente m¨¢s justo y pol¨ªticamente m¨¢s libre. Sin explotadores ni explotados. Sin dictadores. Sin fanatismos. Sin intolerancia. Un mundo donde al pobre, al emigrante o al discrepante nadie le queme la casa o le quite la vida por lo que piense u opine; tambi¨¦n aqu¨ª. No aspiramos a cambiar la historia; queremos mejorar la vida. De forma especial aqu¨ª; en Euskadi. Desde lo que somos y representamos, con la firmeza, la dignidad y el coraje de aquello en lo que creemos.Y creemos en una sociedad vasca donde la pol¨ªtica deje de ser un pretexto para cavar tumbas y trincheras; donde el ¨²nico frente sea el horizonte, el ¨²nico fuego purificador el de la noche de San Juan y donde la coacci¨®n, la amenaza, el chantaje o la exclusi¨®n formen parte de las patolog¨ªas sociales del pasado. Propugnamos una sociedad vasca de ciudadanos plenos, sin m¨¢s carn¨¦ de identidad que la propia existencia; donde el grupo sangu¨ªneo no tenga m¨¢s inter¨¦s que el m¨¦dico, a efectos de una transfusi¨®n, y donde el racismo y la xenofobia merezcan el m¨¢ximo desprecio social.
Defendemos una sociedad que encuentre en el mestizaje de razas, lenguas y culturas el valor a?adido de su propia raz¨®n de ser y que frente a la pureza ¨¦tnica reivindique la pureza ¨¦tica. Aspiramos a una sociedad vasca socialmente m¨¢s justa, donde la riqueza y el trabajo se distribuyan m¨¢s equitativamente, la semana laboral de 35 horas sea un logro universal y la vida valga tanto que en ning¨²n tajo pueda perderse o ponerse en peligro.
Luchamos por una sociedad vasca donde ser joven, o mayor de 45 a?os, o mujer, o discapacitado, no suponga ning¨²n obst¨¢culo ni ning¨²n impedimento para poder desarrollar cada proyecto de vida con la m¨¢xima dignidad. Donde los j¨®venes aporten el impulso de lo nuevo, los mayores el conocimiento de lo experimentado y las mujeres adquieran la igualdad laboral plena. Reivindicamos una sociedad vasca donde la empresa no sea una explotaci¨®n, ni el empresario un explotador; donde se sustituya la imposici¨®n por la participaci¨®n, la sanci¨®n por el di¨¢logo, la precariedad por la estabilidad y la apropiaci¨®n usurera de los beneficios por la distribuci¨®n solidaria.
Reclamamos una sociedad vasca con pleno autogobierno donde, lejos de ser ¨¦ste un arma arrojadiza de proyectos antag¨®nicos, sea un espacio de encuentro para determinar en las urnas la voluntad plural y evolutiva de todos sus ciudadanos y donde la autonom¨ªa sea, adem¨¢s, una herramienta de desarrollo y transformaci¨®n social que impulse y posibilite, tambi¨¦n autogobierno de las personas. Reafirmamos nuestra voluntad de compromiso unitario con quienes comparten estas aspiraciones: nacionalistas y no nacionalistas, nativos o enmigrantes. Trabajadores todos.
Los proyectos de construcci¨®n social o nacional que cada uno tenga no deber¨ªan impedir ni obstaculizar respuestas unitarias a problemas que nos son comunes: paro, precariedad, exclusi¨®n o siniestralidad laboral. Quienes ma?ana portaremos en las calles las banderas de la esperanza y de la solidaridad nos sentimos leg¨ªtimos herederos y depositarios de las luchas heroicas de las minas de Gallarta, de los hornos y las navales de la R¨ªa, de la huelga de Bandas, y de tantos esfuerzos y sacrificios an¨®nimos que han hecho posible la Euskadi en que hoy vivimos. Es ese mismo legado el que nos empuja a continuar la lucha por la Euskadi a la que aspiramos. Para los hombres y mujeres de CC OO de Euskadi no es, pues, este 1 de mayo ni mito, ni rito, sino reivindicaci¨®n viva y solidaridad activa.
Santiago Bengoa es secretario general de CC OO de Euskadi.
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