El compromiso de Machado

Muy acertadamente introducida por un riguroso estudio de Antonio Chicharro, la edici¨®n facs¨ªmil de Campos de Castilla recupera para los coleccionistas de este tipo de ediciones, y para los lectores en general, el preciosismo con el que se editara el poemario de Antonio Machado en aquel Madrid de 1912. La Universidad Internacional de Andaluc¨ªa quiso de este modo conmemorar el 20? aniversario de sus Cursos de Verano en la Sede Antonio Machado de Baeza, conmemoraci¨®n que, por otra parte, coincidi¨® con el sexag¨¦simo aniversario de la muerte del poeta.Pero las coincidencias no pararon ah¨ª. En agosto de 1999 -fecha exacta en la que viera la luz este facs¨ªmil-, los lectores y estudiosos habituales de Antonio Machado hab¨ªamos tenido que soportar una serie de imprecaciones contra el autor de Campos de Castilla organizadas desde los c¨ªrculos m¨¢s conservadores de la poes¨ªa espa?ola contempor¨¢nea; c¨ªrculos, dicho sea no de paso, subvencionados directamente por Madrid y alentados -?ojo al parche!- desde la propia direcci¨®n de la Biblioteca Nacional.

As¨ª las cosas, esta brillante iniciativa de la UIA viene a resarcirnos a quienes admiramos y leemos la obra de Don Antonio de tanta pamplina predispuesta a comparar a los hermanos Machado inclinando siempre la balanza a favor de Manuel, ya sea por motivos estrictamente pol¨ªticos, ya sea por zarandajas m¨¢s propias de alelados que de un escritor responsable del organismo presuntamente dedicado a la custodia y divulgaci¨®n del patrimonio literario nacional.

Nadie, que yo sepa, le ha discutido a Manuel Machado una categor¨ªa po¨¦tica de la que tampoco nadie pretende despojarlo; por contra, todo parece quedarse en disputas y despojos cuando de Antonio Machado se trata, como si a estas alturas del a?o 2000 a¨²n la derecha espa?ola no pudiera olvidar el compromiso pol¨ªtico de un hombre que muri¨® exiliado a causa de sus ideas progresistas.

Por lo dem¨¢s, incluso el papel se ha cuidado primorosamente en esta edici¨®n que se presenta a los lectores impresa en pliegos de un tono marfil "ennoblecido por el tiempo", como gustaba llamar a este color tan peculiar mi buen amigo Bernab¨¦ Fern¨¢ndez-Canivell, c¨®nsul general que fue de la poes¨ªa espa?ola, incondicional de Antonio Machado y compa?ero en las ideas e infortunios pol¨ªticos de ¨¦ste.

En definitiva, muy feliz la idea de la UIA de acometer la edici¨®n facs¨ªmil de Campos de Castilla y muy feliz tambi¨¦n el prop¨®sito de destinar dicha edici¨®n a regalo protocolario. La felicidad ser¨ªa completa si el n¨²mero de ejemplares -siempre forzosamente limitado en este tipo de ediciones- pudiese ampliarse hasta satisfacer las numerosas demandas que, estoy seguro, hacen de la edici¨®n que comentamos un lujo codiciado por muchos.