Ya est¨¢ aqu¨ª la revoluci¨®n social
La novillada ha venido grande a los novilleros, pero no as¨ª a un picador y a un banderillero. Las ovaciones m¨¢s prolongadas y sostenidas han sido para Juan Manuel Elena, varilarguero de la cuadrilla de David Cortijo y para Jos¨¦ Manuel Montoli¨² -de casta le viene al galgo-, banderillero de Rafael de Julia.Cuando los criados se ven envueltos en pl¨¢cemes, piropos y ovaciones y los se?oritos han de conformarse con silencios de indiferencia y, si acaso, alguna palmita, algo ocurre en este colectivo de seres coletudos. Los siervos de la gleba, vitoreados. Los amos del cotarro, en la rechifla y el bochorno. Ya est¨¢ aqu¨ª la revoluci¨®n social.
El primer rebelde fue el picador Elena. El del castore?o ha puesto dos extraordinarios puyazos al quinto novillo, un ejemplar de El Serrano -otro hierro de los Herederos de F¨¦lix Hern¨¢ndez- que demostr¨® empuje y bravura en ambos encuentros. En el primero, el novillo apret¨® con br¨ªo, a punto de derribar al caballo. Se agarr¨® muy bien el piquero y con el buen empleo de la mano izquierda -la que sujeta las riendas- mantuvo la cabalgadura en pie. El segundo puyazo, muy bien medido, culmin¨® su excelente labor. Cuando se retiraba por el callej¨®n, el p¨²blico lo despidi¨®, puesto en pie, con una larga ovaci¨®n.
Hern¨¢ndez / Angelino, Cortijo, Julia Cuatro novillos de F¨¦lix Hern¨¢ndez (uno devuelto por inv¨¢lido) desiguales, mansos
4? y 5? de El Serrano, bien presentados, muy flojo y manejable, respectivamente. 3?, sobrero de La Guadamilla, inv¨¢lido. Jos¨¦ Luis Angelino: pinchazo, estocada ladeada y descabello (silencio); pinchazo, otro hondo, rueda de peones y tres descabellos (silencio). David Cortijo: pinchazo, estocada contraria perdiendo la muleta y descabello (silencio); estocada atravesada y descabello (algunos pitos). Rafael de Julia: estocada delantera -aviso- y tres descabellos (ovaci¨®n y saludos); media y descabello (silencio). Plaza de las Ventas, 1 de mayo. 3? corrida de abono. Casi lleno.
Jos¨¦ Manuel Montoli¨² puso dos dif¨ªciles y arriesgados pares al sexto novillo. Un burel con trap¨ªo de toro, manso, que apretaba con fuerza para las tablas y que, siempre con la cara alta, se apoderaba peligrosamente del terreno de los toreros. Arriesg¨® mucho Montoli¨² en el segundo par, que por culpa del bicho le qued¨® un tantico delantero. Se desmonter¨® el subalterno ante la ovaci¨®n de gala. All¨ª se consum¨® la rebeli¨®n de los de plata y azabache.
Los se?ores no pudieron con los novillos. Jos¨¦ Luis Angelino ha nadado, durante toda la lidia, entre las aguas de la impotencia. Cada vez que tomaba capote y muleta, le llegaba al cuello la marea. Con un primer novillo manso, que pegaba impresionantes arreones, no supo qu¨¦ hacer. Con el cuarto, que fue muy mal lidiado por su cuadrilla, le ocurri¨® lo mismo. El bicho era flojito de remos, no tomaba la muleta e iba y ven¨ªa gazap¨®n y con la cara alta. Demasiado para el mexicano.
David Cortijo tampoco supo resolver los problemas de sus enemigos. El segundo berreaba, gazapeaba y no tomaba la muleta. M¨¢s que toro de lidia, parec¨ªa un carnero top¨®n. El quinto pudo darle un triunfo si hubiera sabido torearlo. Pero sali¨® a por ¨¦l con la muleta mal cogida, se coloc¨® mal y se perdi¨® en una larga sesi¨®n de trapazos, sin correr nunca la mano.
Rafael de Julia hizo algunas cositas. Lo malo fue que estuvo m¨¢s en aburrido pegapases que en torero. Correte¨® y aprovech¨® los viajes del inv¨¢lido sobrero. Toda la faena transcurri¨® entre ca¨ªdas del novillo y voces y carreras del matador.
Con el sexto estuvo Rafael de Julia valiente y decidido. En vista de que se le escapaba la tarde y de que el p¨²blico le hab¨ªa ovacionado en su anterior antagonista, Rafael se dispuso a buscar las mieles triunfales en el ¨²ltimo cartucho. Lo recibi¨® con una larga de rodillas y plant¨® pelea en el ¨²ltimo momento, a pesar de que el novillo se frenaba con peligro. Destacaron dos pases de pecho con largura, pero la incierta embestida del animal y la circunstancia de que fue adquiriendo sentido hizo peligroso el continuar frente a ¨¦l.
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