Denunciados dos celadores que se negaron a asistir a un moribundo a 25 metros del hospital
La v¨ªctima, que sufri¨® un ataque de asfixia, muri¨® tras ser recogida por un conductor
La direcci¨®n del hospital General de Alicante ha abierto una investigaci¨®n para delimitar la responsabilidad de dos celadores del servicio de urgencias denunciados por supuesta denegaci¨®n de auxilio a un enfermo que yac¨ªa en estado grave a 25 metros del centro. El paciente, un hombre de 39 a?os, falleci¨® despu¨¦s de ser ingresado en el hospital. La mujer de la v¨ªctima, que ha denunciado los hechos en el juzgado, mantiene que, en principio, los funcionarios le dijeron que no pod¨ªan atender a su marido "porque una norma les prohib¨ªa salir del centro". Los compa?eros de los celadores aseguran que no pueden salir porque tienen prohibido dejar desasistido el servicio de urgencias.
Los hechos ocurrieron a las 0.24 del pasado mi¨¦rcoles, a unos 25 metros del servicio de urgencias del hospital General de Alicante. Hasta ese punto hab¨ªan llegado Rosa Jim¨¦nez y su esposo, Jos¨¦ Antonio de Juan, caminando desde su domicilio particular, sito en en el n¨²mero 11 de la calle Giner de los R¨ªos (a unos 350 metros del hospital). Jos¨¦ Antonio de Juan, que el verano pasado hab¨ªa sido operado de un c¨¢ncer de laringe, sufri¨® una repentina indisposici¨®n y opt¨® por trasladarse al centro sanitario. "Cuando est¨¢bamos casi a las puertas del servicio de urgencias, mi marido comenz¨® a sentir s¨ªntomas de asfixia y me dijo que me adelantara a pedir ayuda", relat¨® ayer la esposa. "Al llegar al servicio de urgencias y exponer el caso, los celadores me dijeron que no pod¨ªan atender a mi marido fuera del hospital porque se lo prohib¨ªa una norma y me recomendaron que llamara a un taxi", a?adi¨® Rosa Jim¨¦nez.Los celadores acusados de denegar auxilio no han hecho declaraciones, aunque sus compa?eros han salido en su defensa asegurando que tienen prohibido dejar desasistido el servicio de urgencias, en el que en ese momento s¨®lo prestaban servicio dos celadores. En esas circunstancias, aconsejaron a la mujer requerir el servicio de una ambulancia del servicio de urgencias o un taxi para trasladar al enfermo hasta la unidad.
Tras la respuesta de los celadores, la mujer volvi¨® al lugar donde dej¨® a su marido, al que encontr¨® agonizando. "Entonces ped¨ª auxilio y un conductor que par¨® su veh¨ªculo me ayud¨® a trasladar a mi marido hasta el hospital, donde falleci¨® sobre la 1.15 a causa de una parada respiratoria, aunque el parte de defunci¨®n diga que la muerte se produjo a las 1.45 horas", comenta la esposa, quien subraya que desde que los celadores se negaron a atender a su esposo hasta que ¨¦ste ingres¨® finalmente en el hospital transcurrieron unos cinco minutos, el tiempo que tard¨® en cruzar la calle y pedir socorro.
Denuncia en el juzgado
Rosa Jim¨¦nez, madre de dos hijos de 12 y 5 a?os de edad, mantiene: "Nunca sabremos si mi marido hubiera fallecido o no si le hubiesen atendido unos minutos antes, pero lo que no acepto es que los celadores no lo socorrieran cuando reclam¨¦ sus servicios". Y a?ade: "De ah¨ª que haya optado por presentar denuncia en el juzgado contra los celadores y el hospital. No pido ni quiero dinero, s¨®lo quiero que se d¨¦ un escarmiento a los responsables, para que esto no vuelva a suceder a ning¨²n otro ciudadano".
Rosa Jim¨¦nez intenta ahora localizar al conductor que le ayud¨® a llevar a su marido hasta el hospital, y tambi¨¦n dice que no pregunt¨® la identidad de los dos empleados del centro que le denegaron auxilio, aunque asegura que si los viera otra vez los reconocer¨ªa.
La direcci¨®n del hospital ha decidido abrir una investigaci¨®n oficial tras la denuncia de la esposa de Jos¨¦ Antonio de Juan. "Nuestro objetivo es determinar qu¨¦ ocurri¨® exactamente esa noche", dijo ayer Rafael Rodr¨ªguez, subdirector m¨¦dico del hospital, quien calific¨® los hechos, de confirmarse, como "muy graves". Rodr¨ªguez neg¨® la existencia de una norma escrita que impida a los celadores atender a alguien que se encuentre en las inmediaciones del hospital, "extremo que s¨ª se ha realizado en otras ocasiones", matiz¨®. Los trabajadores, sin embargo, dicen que verbalmente s¨ª tienen prohibido abandonar el servicio de urgencias.
Otras fuentes de la direcci¨®n del hospital han recalcado estas afirmaciones del subdirector m¨¦dico. "Una cosa es el abandono del servicio de un trabajador con uniforme para un asunto particular, que no est¨¢ permitido, y otra diferente el auxilio en las cercan¨ªas del recinto, que siempre debe prevalecer", se?alan. "Es una cuesti¨®n de humanidad y sentido profesional".
Jos¨¦ Antonio de Juan padec¨ªa un c¨¢ncer de laringe del que fue intervenido el pasado verano en el mismo hospital, donde tambi¨¦n hab¨ªa sido sometido a una traqueotom¨ªa. El paciente recib¨ªa sesiones de radioterapia y fue dado de alta el pasado mes de enero. A partir de entonces se reincorpor¨® a su puesto de trabajo, aunque cada cierto tiempo acud¨ªa al hospital para someterse a revisiones.
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