La ca¨ªda del euro por debajo de los 90 centavos de d¨®lar coloca a Europa en situaci¨®n l¨ªmite
El euro rebas¨® ayer otro l¨ªmite con el d¨®lar, en una ca¨ªda libre que dura ya dos semanas y que parece no tener fin. El Banco Central Europeo (BCE) situ¨® el valor oficial de la divisa en 0,89130 d¨®lares; es decir, por debajo de los noventa centavos de d¨®lar en que a duras penas logr¨® mantenerse la pasada semana. La peseta tiene ya un valor indicativo de 186,678 por d¨®lar, el nivel m¨¢s bajo para la antigua divisa espa?ola desde marzo de 1985. El ministro franc¨¦s de Econom¨ªa y Finanzas, Laurent Fabius, se?al¨® que el euro sufre las consecuencias de la "falta de unidad pol¨ªtica" entre los Once.
En los mercados, la divisa europea tambi¨¦n perd¨ªa el nivel de los noventa centavos de d¨®lar y cambiaba igualmente en torno a los 0,891 d¨®lares. Desde su nacimiento, en enero del pasado a?o, el euro ha retrocedido un 23,6% frente al d¨®lar y un 12,1% durante el a?o en curso. Y todo ello pese a las sucesivas subidas de tipos de inter¨¦s decididas por el BCE desde noviembre del pasado a?o, hasta el 3,75% el 26 de abril ¨²ltimo.La cuesti¨®n ahora es si el BCE va a dejar que el euro se estrelle, con un riesgo alto para la inflaci¨®n, o si va a volver a subir el precio del dinero en su pr¨®xima reuni¨®n del 11 de mayo.De ser as¨ª, las econom¨ªas de la zona ver¨ªan mermadas sus posibilidades de crecimiento, ahora que se encuentran m¨¢s consolidadas, gracias, precisamente, a la debilidad del euro y su efecto positivo sobre las exportaciones.
El BCE se encuentra as¨ª entre la espada y la pared, sin que desde los mercados se perciba nada m¨¢s que ese goteo al alza de los tipos de inter¨¦s por parte de la autoridad monetaria. Su vicepresidente, el franc¨¦s Christian Noyer, rechaz¨® ayer en Bruselas hacer comentarios sobre posibles intervenciones de la entidad en los mercados financieros. Noyer reiter¨® que la subida de tipos de inter¨¦s decidida la pasada semana persigue "evitar que se cree una bola inflacionista".
El endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria, a?adi¨®, es una decisi¨®n "natural" en el contexto de un clima econ¨®mico caracterizado por un "fuerte crecimiento". El BCE, dijo, mantiene su confianza en la solidez de la econom¨ªa europea y, "en ning¨²n caso", la instituci¨®n "desea que el euro se deprecie". Un deseo que se encuentra muy lejos de la realidad.
Un amplio abanico
Igualmente, Noyer neg¨® que la decisi¨®n adoptada ayer de incluir a Grecia dentro de los pa¨ªses de la moneda ¨²nica, desde el 1 de enero de 2001, sea una de las causas de la debilidad del euro. Pero el hecho es que las econom¨ªas de los Once -o de los Doce dentro de unos meses- se mueven en un abanico de crecimiento y de inflaci¨®n demasiado amplio. En el mismo saco est¨¢n pa¨ªses como Irlanda, con un IPC del 5% en marzo, y Portugal, con el 1,4%.
A esto se le puede a?adir la falta de una direcci¨®n pol¨ªtica convincente, como ha puesto de manifiesto el ministro de Econom¨ªa y Finanzas de Francia, Laurent Fabius, en una entrevista publicada ayer por Le Nouvel Observateur. Fabius se?ala que el euro sufre las consecuencias de la falta de "unidad pol¨ªtica" de los Once.
"Disponemos en Europa de un potencial de crecimiento econ¨®mico fuerte, que deber¨ªa redundar en nuestra moneda", pero "todav¨ªa no sabemos explicarlo suficientemente y, sobre todo, la unidad pol¨ªtica del euro-11 no es todav¨ªa s¨®lida y eso pesa sobre el euro", explica el ministro franc¨¦s.
Fabius argumenta que en la ¨²ltima reuni¨®n del G-7, los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo, y del Fondo Monetario Internacional (FMI), "la opini¨®n mayoritaria fue que el euro estaba infravalorado en un 30%".
El ministro galo polemiza as¨ª con el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, quien la pasada semana neg¨® que el euro estuviera hu¨¦rfano de respaldo institucional. Pero el caso es que ninguna autoridad europea sali¨® en defensa de la moneda hasta dos semanas despu¨¦s de su desmorone. El primero fue precisamente Prodi, para insistir en lo que ya hab¨ªa se?alado el BCE, es decir, que el crecimiento econ¨®mico de la zona es s¨®lido.
El pol¨ªtico italiano a?adi¨®, como explicaci¨®n, que el euro es todav¨ªa una moneda virtual, es decir, que f¨ªsicamente no existe, lo que le puede haber restado credibilidad. Algunos expertos coinciden en que este factor influye y por ello apremian a los Once para que aceleren la puesta en circulaci¨®n de la moneda. Tambi¨¦n se apuntan como causas, aunque m¨¢s lejanas, la pasada crisis de Gobierno en Italia y el procesamiento del gobernador del Banco de Francia, Jean Claude Trichet.
A la intemperie
Todas estas razones dejan a la divisa europea demasiado a la intemperie como para ni siquiera conseguir resistirse ante el d¨®lar, la divisa en la que los inversores tienen ahora depositada su confianza. Los tipos de inter¨¦s en Estados Unidos est¨¢n en el 6% y, probablemente, subir¨¢n en la reuni¨®n que la Reserva Federal, el banco central del pa¨ªs norteamericano, tiene prevista para el pr¨®ximo 16 de mayo.
La econom¨ªa de EE UU mantiene su potencia, con un crecimiento del 5,4% en el primer trimestre del a?o, frente al 5% de media durante 1999. La Europa de los Once cerr¨® el pasado a?o con una media de crecimiento del 2,3% y la previsi¨®n es que se supere el 3% en el primer trimestre de este a?o. La inflaci¨®n es tambi¨¦n m¨¢s baja en la UE-11, un 2,1% en marzo, frente al 3,7% en Estados Unidos.
La diferencia es que, mientras este pa¨ªs se beneficiar¨¢ de la tendencia a la baja en los precios del petr¨®leo, la zona euro no puede hacerlo en la misma medida porque paga sus importaciones de crudo en d¨®lares y ¨¦stos son cada vez m¨¢s caros. De aqu¨ª que el BCE haya justificado su ¨²ltima subida de tipos de inter¨¦s en la debilidad del euro y su efecto sobre la inflaci¨®n.
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