Una feminista con la voz hermosa
Dos de las principales fidelidades que guarda C¨¢ndida Mart¨ªnez L¨®pez, consejera de Educaci¨®n, son el feminismo y el canto. Como feminista lleva en la brecha media vida; hace 15 a?os cre¨® con otras mujeres el esbozo del actual Instituto de Estudios de la Mujer, dependiente de la Universidad de Granada, y a la hora de elegir entre diferentes opciones el sexo tiene un valor determinante. Un ejemplo: en las primarias para designar el candidato a la alcald¨ªa de Granada, entre Jos¨¦ Moratalla y Jos¨¦ Vida prefiri¨® a la eurodiputada Mar¨ªa Izquierdo Rojo, a pesar de sus escasas posibilidades de doblegar a sus contendientes varones.Como cantante aficionada ha tocado todos los estilos: las tonadas corales en la Agrupaci¨®n de V¨¦lez Blanco, las canciones de lucha, las arias de zarzuela, las baladas de Mar¨ªa Dolores Praderas y los cupl¨¦s de Lilian de Celis. En ambas facetas su experiencia es profunda.
C¨¢ndida Mart¨ªnez es una de las numerosas granadinas de Almer¨ªa. Esta es una paradoja com¨²n a los cientos de j¨®venes que con 18 a?os cumplidos se trasladaron a Granada a emprender estudios universitarios y acabaron afinc¨¢ndose en la ciudad de la Alhambra.
C¨¢ndida naci¨® en V¨¦lez Blanco en 1951. Su padre, cartero de profesi¨®n, recorr¨ªa a diario, a golpe de pedal, los kil¨®metros necesarios para repartir la correspondencia. Gregorio tambi¨¦n cantaba y transmiti¨® la afici¨®n, y sus inquietudes sociales, a sus tres hijos. El mayor, Fernando, licenciado en Historia, socialista, fue el primero en ocupar un cargo pol¨ªtico importante: en 1991 fue elegido alcalde de Almer¨ªa.
A finales de la d¨¦cada de los sesenta C¨¢ndida apareci¨® en Granada, justo cuando se preparaba la huelga general contra el ministro Villar Palas¨ª. Era una chica despierta, inteligente y muy activa. Pronto tom¨® contacto con los sindicatos clandestinos, y milit¨® en dos de aquellas organizaciones de nombres anchos y fluidos como la utop¨ªa en la que estaban empe?adas: la Plataforma de Lucha Anticapitalista y el Movimiento Comunista de Andaluc¨ªa. Complementariamente militaba, por emplear el mismo verbo, en una pandilla de amigos y compa?eros de clase que apostaban por la diversi¨®n y las risas francas, y discut¨ªan de las lecturas recientes de los escritores latinoamericanos: Garc¨ªa M¨¢rquez, Cort¨¢zar, Onetti.
Alguna compa?era de entonces, si cierra los ojos, imagina una habitaci¨®n cargada de humo, una guitarra y a C¨¢ndida repitiendo, ante el auditorio mudo y expectante: "Jazmines en el pelo/ y rosas en la cara./ Airosa caminaba/ la Flor de la Canela". Era la canci¨®n que mejor interpretaba.
A pesar de su compromiso pol¨ªtico, aterriz¨® en la transici¨®n sin ning¨²n contratiempo con las activas fuerzas represoras del movimiento estudiantil. Incluso se salv¨® de la ca¨ªda de 1975, que se sald¨® con decenas de multas gubernativas y muchos detenidos.
Termin¨® la carrera coincidiendo con la muerte del dictador, pero nunca abandon¨® la Universidad. Poco despu¨¦s de conseguir la licenciatura en Historia Antigua fue contratada como profesora no numeraria. El desencanto pol¨ªtico no la sumi¨® en la melancol¨ªa como a otros militantes de la izquierda. Todos sus anhelos los enfil¨® hacia el feminismo y C¨¢ndida Mart¨ªnez se convirti¨® en una de sus m¨¢s diligentes representantes.
A mediados de los ochenta concibi¨®, junto con otras feministas, un centro de estudios sobre la mujer de rango universitario. Unos a?os m¨¢s tarde, con el apoyo de alumnas y compa?eras de otras facultades, fund¨® el Seminario de Estudios de la Mujer, que en la actualidad tiene rango de instituto, y que ha impulsado diversas investigaciones sobre los derechos femeninos.
Sus colaboraciones con el Instituto Andaluz de la Mujer, y con el Partido Socialista, provienen de antiguo, pero no fue hasta 1996 cuando ingres¨® formalmente en el PSOE, decidida a trabajar. Han sido cuatro a?os de militancia discreta, hasta cierto punto aislada, ajena a cualquier disputa.
Cuando fue designada por Manuel Chaves consejera de Educaci¨®n en el PSOE de Granada no dispon¨ªan de datos suplementarios sobre la sustituta de Manuel Pezzi. ?Qui¨¦n era? Daba la impresi¨®n que nadie la conociera con cierta profundidad, salvo el lugar com¨²n: feminista y decana de la facultad de Filosof¨ªa y Letras.
Pero es bastante m¨¢s. Tiene claros criterios sobre la pol¨ªtica educativa que quiere aplicar en la pr¨®xima legislatura, pero los reserva con la misma cautela. Primero se reuni¨® con los sindicatos y luego fue recibiendo a los periodistas. Coqueta, antes de cada foto se pintaba los labios.
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