M¨ªsticismo en el casino

JOSU BILBAO FULLAONDO

Las paredes del casino Nervi¨®n acogen con cierta periodicidad exposiciones fotogr¨¢ficas que, adem¨¢s de favorecer la decoraci¨®n del lugar, animan el ambiente cultural de la villa. Quiz¨¢s sean los fantasmas de todos intelectuales y polemistas bilba¨ªnos que pasaron por los salones de lo que antes fue La Concordia, especializado en ostras, pinchitos de merluza, entre algunas otras especialidades, y regentado brillantemente por El¨ªas Segovia, los que subrepticiamente hayan promovido esta actividad tan en concordancia con el nuevo Bilbao del museo Guggenheim. Sea como sea, estos d¨ªas podemos ver en estos locales una generosa colecci¨®n sobre la escenificaci¨®n de la Pasi¨®n de Cristo que se celebra en Durango en tiempos de cuaresma.

El autor de este trabajo es Jos¨¦ Mari Casta?os (Bilbao, 1958). Lo ha titulado Buscando la luz y, a no ser que se quiera ofrecer alguna otra connotaci¨®n m¨ªstica, la dificultad de este amplio reportaje esta precisamente en captar la poca iluminaci¨®n de las escenas. El resultado es acertado pero la reiteraci¨®n de tonos y colores puede convertirlo en tedioso. Menos aburrido es el contraste de los momentos religiosos, congelados en las instant¨¢neas, con un publico bullicioso jug¨¢ndose los cuartos. Si a?adimos las mesas de Black Jack, ruletas americanas, y otros enseres a modo, atendidos por bellas se?oritas y muchachos de seguridad con musculatura a tono, el espect¨¢culo es clamoroso.

Despu¨¦s de unos estudios de bachillerato que no le despertaron excesivo inter¨¦s Jos¨¦ Mari Casta?os fue a una escuela de Maestr¨ªa Industrial. De manera imprevista y llevado por la curiosidad que sent¨ªa hacia el mundo de la imagen entr¨® en contacto con gente de una peque?a productora de cine local. Eran 16 a?os los que ten¨ªa cuando empez¨® a desvelar los primeros misterios de lo audiovisual. Despu¨¦s de a?o y medio de colaborar en la realizaci¨®n de peque?as pel¨ªculas comerciales las nociones b¨¢sicas de iluminaci¨®n, planos y composici¨®n estaban asimiladas.

En cualquier caso, sent¨ªa una atracci¨®n especial por la fotograf¨ªa. Despu¨¦s de leer un articulo sobre Sigfrido Koch publicado en La Gaceta del Norte se atrevi¨® a visitarle para ofrecerse como ayudante. Pasados tres meses le dijo que pasara por su estudio en el barrio de Deusto. Fue as¨ª como se convirti¨® en un profesional de la foto publicitaria e industrial. En la actualidad su actividad circula fundamentalmente por la geograf¨ªa m¨¢s pr¨®xima elaborando cat¨¢logos, carteles o folletos.

La exposici¨®n que ahora presenta con anterioridad paso por el Museo de Arte e Historia de Durango. Es su primera incursi¨®n hacia las galer¨ªas de arte a las que se acerca con prudencia e ilusi¨®n. El tema elegido tiene la dimensi¨®n de una obra de teatro que se representa en la iglesia y p¨®rtico de Santa Ana. Es complicado innovar en este territorio fotogr¨¢fico donde se han hecho tantos ensayos. La intervenci¨®n de un fot¨®grafo en cualquier tipo de espect¨¢culo est¨¢ limitada. La iluminaci¨®n la impone el director de los interpretes. Su personalidad y criterio establece las pautas. Lo mismo ocurre con los aspectos pl¨¢sticos que los marca la coreograf¨ªa u otro sinf¨ªn de meticulosidades y detalles necesarios.

Sin duda alguna, la imaginaci¨®n de quien realiza las tomas no puede desbocarse. Las fronteras vienen impuestas aunque en este caso se ha buscado traspasarlas. El autor dej¨® el patio de espectadores y, vestido con la indumentaria adecuada, se introdujo dentro del equipo de actores. As¨ª, fue recogiendo una a una las cuarenta im¨¢genes que ahora presenta.

Con luz muy precaria dominan los negros y los tonos de color son excesivamente c¨¢lidos. Aunque la composici¨®n no escapa de la m¨¢s cl¨¢sica ortodoxia los motivos no desmerecen. Es un resultado correcto sobre algo que no se presta a grandes alharacas gr¨¢ficas incluso cuando se tiene un estilo muy definido. Todo un esfuerzo que no cesa y prepara una pr¨®xima oferta de retratos sobre personajes relevantes de Vizcaya, aquellos que en los ¨²ltimos a?os han influido en la transformaci¨®n de este territorio vasco.