En el l¨ªmite

Un grupo de corresponsales de guerra, al abrigo de un frente cualquiera. Una situaci¨®n l¨ªmite, y unas personas generalmente exaltadas por el alcohol y el humo de la p¨®lvora. La llegada de uno nuevo produce una cierta agitaci¨®n, y cada uno va contando una historia, cada dos van enfrent¨¢ndose o comprometiendose; los mayores - Walter Vidarte, Enric Maj¨®- oscilan entre el cinismo y la calma.La diatriba contra la guerra se mezcla con la explicaci¨®n de algunas argucias de reporteros, o de militares o guerrilleros: la falsa guerra, las falsas fotos, los relatos exagerados. Y, en general, con una cierta filosof¨ªa de autor sobre los vivos y los muertos. Con su bondad personal. Esa doctrina es la que dice en un peque?o soliloquio Walter Vidarte al terminar la obra.

Copio una frase del programa para que se vea el tono: "No hay que temer a las llamas: cruzar el c¨ªrculo de fuego es la ¨²nica manera de alcanzar el verdadero coraz¨®n del hombre". Yo no la entiendo, ni s¨¦ cu¨¢l es el verdadero y cu¨¢l el falso coraz¨®n del hombre, ni he visto nunca un c¨ªrculo de fuego, pero es seguro que para muchas personas tendr¨¢ significado. Como lo tuvo para las que tanto aplaudieron el d¨ªa que la vi.

Se desarrolla en un decorado evocador de Tercer Mundo, de paredes de piedra antigua grabadas con guerreros primitivos, que tiende a aumentar la situaci¨®n existencialista dise?ada por el autor. El director aumenta en lo que puede la teatralidad de un texto que le ha debido parecer poco teatral, pero probablemente la manera de acentuarlo, si fuera necesario, no ser¨ªa la de hacer gritar a los actores desaforadamente, y aumentar la din¨¢mica normal de sus movimientos. Me pareci¨® sobreactuada.