EE UU lanza el primer gran ensayo de una vacuna antisida en personas ya contagiadas
Los institutos nacionales de la salud probar¨¢n si el f¨¢rmaco puede ayudar a 472 pacientes
Los institutos nacionales de la salud de Estados Unidos empezar¨¢n antes de un mes el primer gran ensayo cl¨ªnico de una vacuna antisida que no tiene como objetivo proteger del contagio a las personas sanas, sino ayudar a los pacientes ya infectados a reducir su cantidad de virus en la sangre. El ensayo implicar¨¢ a 472 pacientes voluntarios y se prolongar¨¢ dos a?os. El f¨¢rmaco, creado a finales de los ochenta por el pionero inmun¨®logo Jonas Salk, es una vacuna del tipo m¨¢s cl¨¢sico imaginable, pues consiste en una serie de inyecciones de virus del sida inactivados con radiaciones y drogas.
Lo que tradicionalmente se entiende por vacuna es una sustancia -generalmente el propio agente infeccioso atenuado o inactivado de alguna forma- que estimula al sistema inmune de una persona sana de modo que, si en el futuro resulta contagiada, sus defensas puedan neutralizar al agente y evitar que la enfermedad se desarrolle. Pero en el caso del sida y otras enfermedades, los l¨ªmites conceptuales entre una vacuna (que intenta prevenir) y un f¨¢rmaco (que intenta mejorar a un paciente ya contagiado) se hacen m¨¢s difusos. Si los virus del sida inactivados pueden estimular al sistema inmune del paciente a que destruya a sus propios virus activos, la vacuna se podr¨¢ considerar un f¨¢rmaco m¨¢s, ¨²til para el tratamiento de la enfermedad.Los voluntarios, por supuesto, est¨¢n ya recibiendo el c¨®ctel habitual de f¨¢rmacos antirretrovirales, y lo seguir¨¢n haciendo durante el ensayo. El objetivo es determinar si la vacuna, llamada Remune y fabricada por la empresa californiana Immune Response Corporation, puede reducir la cantidad de virus en sangre de forma m¨¢s eficaz y prolongada que el c¨®ctel por s¨ª s¨®lo, y de este modo retrasar el desarrollo de la enfermedad.
Actualmente hay en marcha dos ensayos a gran escala -uno en Estados Unidos y otro en Tailandia- de otra vacuna contra el sida, pero su objetivo es de prevenci¨®n, y no de tratamiento. El ej¨¦rcito estadounidense tambi¨¦n llev¨® a cabo un ensayo de vacuna terap¨¦utica hace a?os, pero esto fue antes de que existieran los c¨®cteles de f¨¢rmacos actuales, y no funcion¨®.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU, Anthony Fauci, considera que es muy importante comprobar si la vacuna puede incrementar el efecto de los c¨®cteles de f¨¢rmacos. Si funciona, dijo Fauci, puede ser vital para aquellos pacientes en los que esos c¨®cteles funcionan mal. Adem¨¢s, el ensayo dar¨¢ pistas sobre qu¨¦ tipo de respuesta inmunol¨®gica se asocia mejor con el mantenimiento bajo control del virus.
Los voluntarios s¨®lo pueden acceder al ensayo si est¨¢n ya tomando el c¨®ctel de f¨¢rmacos, y si ¨¦ste ha demostrado cierta eficacia en su organismo. Los 472 pacientes recibir¨¢n una inyecci¨®n cada tres meses. En la mitad de ellos, esa inyecci¨®n contendr¨¢ la vacuna y, en la otra mitad, un placebo. El estudio ser¨¢ doble ciego: ni los voluntarios ni sus m¨¦dicos sabr¨¢n si la inyecci¨®n contiene vacuna o placebo.
Seg¨²n Fred Valentine, el cient¨ªfico que ha sido elegido para coordinar el ensayo -entre otras razones, por su falta de v¨ªnculos con Immune Response Corporation-, los estudios preliminares a peque?a escala han mostrado que la vacuna no tiene efectos secundarios y que, al menos en algunos individuos, es capaz de estimular a ciertos componentes del sistema inmune del paciente. El ensayo de dos a?os determinar¨¢ si esos esperanzadores indicios se confirman.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.