El Bilbao que pudo ser
Bilbao pudo acoger una exposici¨®n universal en 1912, disponer de un metro en 1920 o contar con una Gran V¨ªa peatonalizada en 1906. La revitalizaci¨®n urban¨ªstica de la ¨²ltima d¨¦cada no es un patrimonio de las ¨²ltimas generaciones de bilba¨ªnos, sino que la capital vizca¨ªna "siempre ha tenido una voluntad de ser una gran ciudad y esta efervescencia de proyectos no es de ahora". Es la tesis del libro El Bilbao que pudo ser, proyectos para una ciudad 1800-1940, escrito por tres doctoras de Historia de Arte por la Universidad del Pa¨ªs Vasco y editado con la colaboraci¨®n de la Diputaci¨®n de Vizcaya.La publicaci¨®n recoge informaci¨®n detallada de 16 proyectos gestados a lo largo de siglo XIX y casi la primera mitad del XX que no fueron ejecutados o su idea original fue alterada y analiza las causas por las que quedaran olvidados en un caj¨®n. Curiosamente, algunos de ellos han acabado por acometerse, aunque de manera muy diferente, como el metro o la pasarela peatonal del Campo Volant¨ªn, ambos disponibles actualmente, o los t¨²neles de Artxanda, que se encuentran en plena ejecuci¨®n.
"Como pasa ahora, casi todos ellos no se realizaron por disputas pol¨ªticas", sostienen las autoras, Nieves Basurto, Paloma Rodr¨ªguez-Escudero y Jaione Velilla, que han detenido su investigaci¨®n en el a?o 1940 "porque hab¨ªa que fijar un l¨ªmite temporal y desde esa fecha los proyectos ya son conocidos".
Una exposici¨®n universal
La Exposici¨®n Iberoamericana de 1912 fue el ejemplo m¨¢s claro de un rechazo por cuestiones pol¨ªticas. "Fueron cuestiones entre aqu¨ª y Madrid, por qui¨¦n se colocaba la medalla", explican. Esta muestra tuvo hasta tres proyectos: el presentado por el arquitecto Pedro Guim¨®n en 1904, otro de 1909 y el definitivo de 1910. Las autoras destacan las dificultades para la b¨²squeda de informaci¨®n de esta exposici¨®n universal, para lo que tuvieron que recurrir a los archivos estatales de Alcal¨¢ de Henares ante la falta de documentaci¨®n en Bilbao. "Fue un tema que estuvo en los peri¨®dicos y en la vida cotidiana durante ocho a?os, lo que indica la incidencia que tuvo en la ¨¦poca. Por eso, es extra?o que se conserve el proyecto en Alcal¨¢ y aqu¨ª tengamos muy poca informaci¨®n", aseguran las tres historiadoras.
Similar situaci¨®n ocurri¨® con el proyecto de construcci¨®n del metro. "La soluci¨®n de por qu¨¦ no se hizo la encontramos en el Archivo de Alcal¨¢. Fue debido a que desde Madrid se pusieron objeciones t¨¦cnicas a una de las dos l¨ªneas, lo que incrementaba el coste y el Banco Espa?ol de Cr¨¦dito, que iba a financiarlo, ech¨® marcha atr¨¢s. Se trataba adem¨¢s de unas trabas t¨¦cnicas que se pod¨ªan haber ido solventando".
La construcci¨®n del metro fue objeto de debate en la sociedad bilba¨ªna y vasca entre 1920 y 1926. Preve¨ªa la habilitaci¨®n de dos l¨ªneas: la primera discurr¨ªa desde la zona de Atxuri hasta la actual de La Casilla, con varias estaciones en el Casco Viejo, la plaza Circular o San Mam¨¦s, mientras que la segunda transitaba desde La Casilla a Atxuri, pasando por Autonom¨ªa, San Francisco y Bilbao La Vieja hasta desembocar en Atxuri. De esta manera, las dos l¨ªneas formaban un c¨ªrculo cerrado y se inclu¨ªa un paso por debajo de la R¨ªa. "Cuando se plante¨® este metro, Bilbao ten¨ªa 100.000 habitantes y tal vez las necesidades no eran tan acuciantes. Madrid acababa de inaugurar el suyo y en Barcelona se pondr¨ªa en marcha tres a?os m¨¢s tarde".
Plazas y puentes
La determinaci¨®n de su construcci¨®n viene avalada por lo avanzado del proyecto preparado, "que inclu¨ªa la curvatura de las estaciones, los desniveles del terreno".
En las m¨¢s de 200 p¨¢ginas de la publicaci¨®n, que incluye gr¨¢ficos de la ¨¦poca, planos y simulaciones de las obras, las plazas y puentes ocupan gran parte. "Fueron una gran p¨¦rdida porque en la Guerra Civil se destrozaron todos los puentes". Se recogen hasta 11 puentes, y entre ellos la pasarela peatonal en el Campo Volant¨ªn, con tres propuestas para los primeros a?os de este siglo, en concreto en 1908, 1912 y 1917.
Los bilba¨ªnos han tenido que esperar hasta 1997 para disfrutar de esta infraestructura, elaborada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava.
El libro recoge los detalles del plan para construir en 1912 el Palacio de la M¨²sica, cuya ubicaci¨®n estaba prevista en el solar que ahora ocupa el cine Capitol, o el proyecto para el ascensor de Bego?a de 1884 "anterior al actual y no exactamente en el mismo lugar. Ten¨ªa un car¨¢cter polivalente, ya que f¨¢cilmente se pod¨ªan cambiar los camarines para utilizarse para transporte de personas, mercanc¨ªas, animales o incluso difuntos hasta el cementerio de Mallona".
Y no faltan espectaculares proyectos que tampoco vieron la luz, como un gran centro comercial cubriendo la R¨ªa, desde el puente del Arenal hasta casi el puente de La Merced o el acristalamiento pensado para las dos aceras de la Gran V¨ªa, que tambi¨¦n tuvo en 1906 un proyecto de habilitar soportales a lo largo de toda la calle.
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