Adi¨®s al acn¨¦
Nosotr?shCol¡¤legi Major Lluis Vives. Valencia, 12 de mayo de 2000.Puede que el sal¨®n de actos del Col¡¤legi Major Llu¨ªs Vives, con la mayor parte del p¨²blico sentado en butacas, sea el recinto m¨¢s extra?o en el que han actuado jam¨¢s Nosotr?sh. Y eso que, s¨®lo unas horas antes, el quinteto femenino asturiano lo hab¨ªa hecho en el vest¨ªbulo de la Facultad de Farmacia. "Nos resulta un poco inc¨®modo veros ah¨ª sentados. De todos modos, supongo que podr¨¦is mover las cabezas, aunque no pod¨¢is pegar saltos", dijeron nada m¨¢s subir al escenario. Son¨® entonces Rara sensaci¨®n, una de las piezas m¨¢s agitadas de su reciente ¨¢lbum Mi vida en un fin de semana, y cada cual se las tuvo que ingeniar como pudo (agitando la cabeza, golpeando los muslos con las manos o taconeando en sus asientos al ritmo de la m¨²sica) para reprimir los deseos de saltar de la butaca y comenzar a bailar. La broma, a partir de ese momento, dur¨® toda la noche : "?sta es una bonita canci¨®n de amor. Si estuvi¨¦rais de pie os pedir¨ªa que os tranquiliz¨¢rais, pero como ya est¨¢is suficientemente tranquilos... Espero que no os durm¨¢is", comentaron divertidas al presentar Pijama para dos. No era ¨¦ste, en efecto, el lugar m¨¢s apropiado para disfrutar de la m¨²sica de Nosotr?sh, pero, al final, la mayor parte del p¨²blico sali¨® de all¨ª con la impresi¨®n de haber asistido a una sesi¨®n muy especial, eternamente ¨ªntima, encantadora, un regalo para sus fans, un delicioso aperitivo previo a su pr¨®xima comparecencia en el Festival de Benic¨¤ssim. "All¨ª volveremos a verlas y podremos bailar", dec¨ªan algunos espectadores a la salida. Pues eso.
Por lo que respecta a su m¨²sica, Nosotr?sh no han variado ni un ¨¢pice sus planteamientos iniciales. Pese a sus evidentes limitaciones, han crecido sustancialmente como instrumentistas (?qui¨¦n no recuerda sus destartalados, aunque divertid¨ªsimos, conciertos de hace dos o tres a?os?) e, incluso, han aprendido a adornar con exquisito gusto sus composiciones (el chelo de Chico escaparate o los ritmos programados en Entertainment), pero Mi vida en un fin de semana no es m¨¢s que una continuaci¨®n l¨®gica (y mejorada, eso s¨ª) de su deb¨² Nadie hablar¨¢ de... Nosotr?sh (del que extrajeron, para deleite de toda la parroquia, todos sus hits de la m¨¢s reciente escena independiente nacional: Voy a aterrizar, Punk rock city o Mis mu?ecas); es decir, una primorosa y chispeante colecci¨®n de canciones confeccionadas a partir de los patrones m¨¢s elementales del pop, sin pretensiones, a veces divertidas y otras tremendamente tristes, pop en estado puro y efectivo por su sencillez. Nosotr?sh -y en directo lo demuestran con creces- cada vez est¨¢n m¨¢s lejos del pop con acn¨¦. Y es que cada vez resulta m¨¢s absurdo jugar a las comparaciones entre el grupo de Gij¨®n y otros (atractivos y tambi¨¦n necesarios, eso desde luego) como Los Fresones Rebeldes, La Monja Enana o Meteosat. Un paso hacia la madurez bien entendida.
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