Un lituano al pie de la cima
Arvydas Sabonis vive su gran momento en la NBA con Portland y sue?a con conquistar un anillo
Arvydas Sabonis vive un momento dulce. A sus 35 a?os, con una temporada m¨¢s a¨²n en los Trail Blazers de Portland, vuelve a tener un equipo que aspira a todo, incluida la venganza ante los Lakers de Phil Jackson, Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. A ¨¦l, por su car¨¢cter, no le gusta la idea del revanchismo, pero siente hallarse ante la oportunidad de justificar la inversi¨®n de su vida. Sabonis lo hab¨ªa demostrado y ganado todo en Europa cuando a los 31 a?os hizo las maletas para empezar como un novato en la primera liga de baloncesto del mundo. "?sta es la m¨ªa", dijo en 1995, cuando por fin firm¨® por el equipo que llevaba nueve a?os esper¨¢ndole. "Ya no me queda nada por probar en Europa o en el mundo del baloncesto. S¨®lo queda la NBA". Palabras que de un modo natural, inteligente, muy de Sabonis, dejaban las cosas en su sitio. La NBA trasciende el mundo del baloncesto.Los Blazers de Sabonis jugaron y perdieron, 88-85, la pasada madrugada en Salt Lake City el cuarto partido de semifinales ante los Utah Jazz de Malone, Stockton y Hornacek. Antes del encuentro, el pabell¨®n de la capital de los mormones parec¨ªa un tanatorio. Los Jazz se enfrentaban a la perspectiva de ser barridos de la serie por 4-0 y, con ello, cruzar el umbral hacia una interminable traves¨ªa del desierto. Tras la victoria que les puso 3-0, Scottie Pippen, estaba maniacal. "Ahora mismo, mi equipo es mucho m¨¢s fuerte y m¨¢s equilibrado que los Chicago Bulls", con los que hace dos temporadas gan¨® su ¨²ltimo anillo. E insisti¨® para los que cre¨ªan no haber o¨ªdo bien: "Creo que este equipo es m¨¢s fuerte de lo que eran mis Bulls".
En ese partido, Sabonis brill¨® con fuerza. Marc¨® 22 puntos y contribuy¨® decisivamente a la victoria visitante. El lituano, de 2,21 metros y 132 kilos, meti¨® diez puntos m¨¢s de lo que es su promedio normal, asisti¨® y rebote¨®, sus puntos fuertes, y par¨® el ataque de los Jazz. Sabonis no es un p¨ªvot a la americana, agresivo y gran marcador, sino un hombre de equipo que hace que los restantes jugadores se sientan c¨®modos. Es generoso y un gran pasador. "Haces feliz a dos jugadores cuando das una asistencia y se consiguen f¨¢cilmente los dos puntos", dice. O en palabras del base Damon Stoudamire, "nosotros tenemos a Sabonis. Hace que el juego sea f¨¢cil".
El jugador no es la gran figura de Portland, donde los focos est¨¢n todo el tiempo encima de Pippen y otros, pero a ¨¦l no le importa ese relativo segundo plano que ocupa. Lo que quiere es que el equipo salga adelante. A pesar de todo, el a?o pasado fue votado como el jugador extranjero m¨¢s influyente de la NBA, por delante del malogrado Drazen Petrovic y del tres veces campe¨®n Toni Kukoc.
Sabonis no se mueve con la soltura de un jugador negro de sus dimensiones como se podr¨¢ comprobar en la final de la conferencia Oeste que debe enfrentar a Blazers y a Lakers, cuando est¨¦n juntos en la pista el lituano y Shaquille O'Neal, seis cent¨ªmetros m¨¢s bajo, pero diez kilos por encima del europeo. Sabonis, duramente castigado en el tal¨®n de Aquiles, en el tobillo y en las rodilas, se mueve al trote, de un modo mucho m¨¢s pesado que O'Neal. En 1997, O'Neal le dej¨® en evidencia en los playoffs, y Sabonis llor¨® en el banquillo, escena que se repiti¨® al a?o siguiente. En esta temporada regular, los Blazers iban lanzados y su choque con los Lakers, el ¨²ltimo d¨ªa de febrero, se presentaba como el del campeonato del grupo. Los californianos barrieron y desde entonces todo fue cuesta abajo para el equipo de Oreg¨®n. Hasta que ha llegado la redenci¨®n de la fase final. Los analistas especulan con el hasta d¨®nde hubiera llegado Sabonis en la NBA de haber recalado en ella m¨¢s joven y sin lesiones. Como dice uno, hace unos a?os, Sabonis se jug¨® su reputaci¨®n de superestrella para probarse al m¨¢ximo nivel del baloncesto y s¨®lo por eso merece ser admirado.
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