"El p¨²blico de cine culto es m¨¢s ingrato"

Desde que abrieran sus puertas en el casco antiguo de Alicante, popularmente conocido como el barrio, los minicines Astoria han sido un oasis para los cin¨¦filos. Eran las ¨²nicas salas en las que se pod¨ªa ver pel¨ªculas de arte y ensayo, en versi¨®n original subtitulada, y las primeras que programaron sesiones golfas, establecieron el d¨ªa del espectador y preestrenaron pel¨ªculas con la presencia de sus autores o protagonistas. Detr¨¢s de todo esto siempre hubo un solo hombre. Francisco Huesca (Alicante, 1948), fue el ¨²nico propietario de los minicines hasta 1994, cuando se vio obligado a venderlos y pas¨® a ocuparse de su programaci¨®n. Ahora abandona la gerencia de unos cines que ha visto crecer "como a dos hijos".Pregunta. ?Por qu¨¦ se va?

Respuesta. En esta ocasi¨®n no ha habido ning¨²n mal rollo con la empresa y me voy voluntariamente. Tengo cansancio y estr¨¦s acumulados tras 25 a?os de lucha.

P. Pero tras un cuarto de siglo de funcionamiento de un proyecto concebido y dirigido por usted, algo ha debido pasar para que abandone.

R. Llega un momento en el que el cansancio, las trabas, las zancadillas, los tiburones, los dimes y diretes... pueden. A m¨ª me gusta el cine, pero no toda esa parafernalia que rodea al cine. Hab¨ªa zarpazos en mi primera ¨¦poca, y eso te genera un cansancio y un aburrimiento porque ya no dependes ¨²nicamente de programar o de la cosa creativa. La vida me pas¨® factura y tuve un infarto, y me di cuenta de que hay prioridades.

P. ?A qu¨¦ se refiere cuando habla de zancadillas y tiburones?

R. Desde el primer momento determinados empresarios no vieron con buenos ojos mi aparici¨®n en el panorama cinematogr¨¢fico. Al principio yo tiraba para adelante con pr¨¦stamos, y hubo un empresario y su abogado que montaron una operaci¨®n para hacerse con los cines sac¨¢ndolos a subasta, creo que por cuatro millones. Para m¨ª eso son malas artes. Lleg¨® un momento en que la venta de los cines, en 1994, vino un poco auspiciada por presiones externas de empresarios que sab¨ªan, casi mejor que yo, que estaba en crisis.

P. ?Los Astoria funcionan bien econ¨®micamente?

R. A los minicines, como dos hijos delicados, hay que cuidarlos y necesitan de una alimentaci¨®n especial. Hay que dar lo que el p¨²blico que se ha generado en torno a ellos espera. Pero el p¨²blico de cine culto es m¨¢s ingrato que el p¨²blico que va a ver las pel¨ªculas de acci¨®n. Le cuesta m¨¢s arrancar. Pero si lo cuidas y lo mimas y proyectas las pel¨ªculas que la gente espera, funcionan. No para hacerte millonario ni rico, pero s¨ª para prestigiarlos.

P. La programaci¨®n de los Astoria siempre tuvo su sello personal. ?Dejar¨¢ de exhibirse cine independiente en Alicante a partir de ahora?

R. Lo ignoro, pero una cosa est¨¢ clara: con la proliferaci¨®n de nuevos cines el pastel va a estar tan repartido que muchos se van a quedar con las migajas, y el pastelito de los Astoria, aunque sea m¨¢s peque?o, se va a consumir.

P. Los Astoria debieron ser los ¨²nicos cines de la Comunidad que funcionaron el 23-F.

R. Preestrenamos Viva la muerte, de Fernando Arrabal, con la presencia de Nuria Espert y Rafael Alberti. Lo ten¨ªamos todo vendido y al final vinieron 56 personas. Nuria cogi¨® una rosa roja y dijo "espero que ma?ana hayamos despertado de este mal sue?o".

P. Adem¨¢s de los sinsabores, quedan buenos recuerdos..

R. Lo que m¨¢s agradezco es que la relaci¨®n con algunos clientes fijos haya desembocado en amistad. Sin olvidar tampoco al espectador an¨®nimo. El otro d¨ªa iba paseando y una chica a la que no conoc¨ªa me cogi¨® de las manos y me dijo: "soy muy barriera y quiero darte las gracias por haber tra¨ªdo tanto cine". Son cosas que te emocionan, y m¨¢s el hecho de que frecuentara el barrio, porque la historia de los Astoria es una historia de amor y desamor con su entorno.

P. Amar a los Astoria implica amar al barrio.

R. Hombre, al menos no tenerle miedo. En ciertos sectores sociales todav¨ªa existe una defenestraci¨®n del barrio, pero ya sabemos que una determinada clase social y pol¨ªtica mira a la cultura un poco de lado. Yo te puedo decir que durante las dos legislaturas del PP s¨®lo ha venido un concejal a ver una pel¨ªcula a los Astoria, y creo que porque era la que iba a ver todo el mundo.

P. ?Qu¨¦ pel¨ªcula?

R. La ¨²ltima de Almod¨®var.