Carandell narra su vida, marcada por Franco y el Sagrado Coraz¨®n

Luis Carandell (Barcelona, 1929) declar¨® ayer que hab¨ªa disfrutado escribiendo sus memorias, una biograf¨ªa marcada "por la dictadura del general Franco y la religiosidad del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s". De hecho, su primera comuni¨®n y otras celebraciones religiosas de familiares o de amigos devienen el hilo conductor de El d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida (Espasa), un relato amable e ir¨®nico con un tono entre el esperpento y el cari?oCon voz rotunda, Manuel Vicent lanz¨® ayer una pregunta al medio centenar de periodistas y escritores que asist¨ªan a la presentaci¨®n de El d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida. "?Conocen a alguien en el periodismo o en la literatura que haya hablado mal alguna vez de Luis Carandell?". El silencio posterior no fue protocolario, porque este catal¨¢n, que ha vivido muchos a?os en Madrid y en el extranjero, despierta una un¨¢nime simpat¨ªa en unos gremios cainitas y maledicentes casi por definici¨®n.

An¨¦cdotas de periodistas

Manuel Vicent fue uno m¨¢s entre los numerosos amigos que arroparon ayer a Carandell en uno de los d¨ªas m¨¢s felices de su vida, porque toda una generaci¨®n de periodistas, aquella que impuls¨® revistas como Triunfo o Cuadernos para el di¨¢logo, se dio cita en la presentaci¨®n de las memorias. Desde Pedro Altares a Eduardo Haro Tecglen, desde V¨ªctor M¨¢rquez Reviriego a Vicente Verd¨², intercambiaron an¨¦cdotas con Luis Carandell. Es m¨¢s, Manuel Vicent lleg¨® a decir que el autor del ya cl¨¢sico Celtiberia show, o del m¨¢s reciente Gracias y desgracias del Camino de Santiago, "ha convertido la categor¨ªa en an¨¦cdota".

"Carandell", coment¨®, "es un antirret¨®rico con una visi¨®n costumbrista de la vida que practica un surrealismo de santoral". El escritor valenciano se alegr¨® de que mucha gente lo confunda con "san Luis Carandell". "Ha obrado algunos milagros y uno de ellos me salv¨® la vida cuando unos aficionados furibundos a los toros se acercaron a m¨ª con gesto torvo por mis posiciones antitaurinas. Negu¨¦ que yo fuera Manuel Vicent y me identifiqu¨¦ como Luis Carandell".

Abrumado por los elogios, un Carandell siempre sonriente admiti¨® que nada hab¨ªa condicionado tanto su vida como la religiosidad. "Mi vida transcurri¨® entre Franco y el Sagrado Coraz¨®n. Si he llegado a saber algo m¨¢s se lo debo a mis amigos, a los aqu¨ª presentes y a otros ya fallecidos como Mario Lacruz o Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo".

Para el autor ha sido un descubrimiento poder escribir de s¨ª mismo y de la gente cercana. "Hasta hace poco", apostill¨®, "los espa?oles ten¨ªamos pudor de escribir nuestras memorias. En definitiva, yo s¨®lo he querido narrar a los sobrinillos c¨®mo era nuestra familia".