Los militares indonesios implicados en matanzas ser¨¢n juzgados

El ministro de Defensa indonesio, primer civil que dirige los destinos de la poderosa instituci¨®n militar, Yuwono Sudarsono, declara, en una entrevista a EL PA?S, que los militares implicados en matanzas de civiles ser¨¢n juzgados y castigados, conf¨ªa en la independencia judicial y descarta un posible golpe de Estado. Est¨¢ por la autonom¨ªa de algunas regiones, pero no por su independencia.

El ministro de Defensa indonesio, sucesor del investigado general Wiranto, ex ministro de Educaci¨®n y antiguo director de la Academia Superior del Ej¨¦rcito, asegura que el Gobierno est¨¢ dispuesto a conceder "una amplia autonom¨ªa a las regiones de Aceh o Irian Jaya, como la Catalu?a espa?ola, pero nunca su independencia, lo que provocar¨ªa la progresiva desintegraci¨®n del pa¨ªs". Sobre la investigaci¨®n abierta al dictador Suharto por corrupci¨®n, Sudarsono sostiene que se trata de "una cuesti¨®n legal y pol¨ªtica en la que no deber¨ªamos perder mucho".El responsable de Defensa explica que "la reforma militar durar¨¢ entre 5 y 10 a?os y conseguir¨¢ el sometimiento de la instituci¨®n castrense al poder civil". "La transici¨®n", dice, "est¨¢ empezando, ser¨¢ gradual y no dr¨¢stica. Necesitamos tiempo". Sudarsono precisa: "Los militares involucrados en las matanzas contra la poblaci¨®n ser¨¢n juzgados y castigados, pero no nos pueden exigir una justicia instant¨¢nea, como quieren algunos sectores de la opini¨®n p¨²blica internacional". Precisamente el pasado mi¨¦rcoles 24 militares fueron condenados a duras penas de prisi¨®n por el asesinato de 56 estudiantes en la provincia de Aceh, situada en el extremo norte de la isla de Sumatra y que reclama un refer¨¦ndum para su autodeterminaci¨®n. Amnist¨ªa Internacional calcula que unas 2.000 personas han muerto en Aceh desde 1989, fecha en que el Ej¨¦rcito intensific¨® sus operaciones para aplastar los movimientos independentistas.

El ministro conf¨ªa en la independencia del sistema judicial indonesio y descarta la creaci¨®n de un tribunal internacional para juzgar las matanzas de Timor Oriental.

Sobre el apoyo militar a las milicias que a¨²n mantienen retenidos a m¨¢s de 100.000 timorenses en el ¨¢rea occidental de la isla, el ministro asegura que ha tomado "medidas dr¨¢sticas para acabar con esa situaci¨®n". "Afirmo categ¨®ricamente que no existe un apoyo formal o institucional del Gobierno y las Fuerzas Armadas a esos grupos. Muchos de los refugiados no quieren regresar a Timor Oriental por temor a represalias", se?ala.

Sudarsono considera "muy positiva" la reciente tregua de tres meses, firmada la semana pasada entre el Gobierno y el movimiento separatista de Aceh, pero cree que "la situaci¨®n sobre el terreno atravesar¨¢ dificultades". De hecho, ocho personas resultaron muertas en la noche del mi¨¦rcoles por disparos de la polic¨ªa en Aceh. Considera que la situaci¨®n de las islas Molucas es un caso aparte. Sudarsono asegura que el problema all¨ª es fundamentalmente econ¨®mico, puesto que "millares de musulmanes de la superpoblada Java se han trasladado a esas islas y han acaparado los empleos de los nativos, de mayor¨ªa cristiana".

Un problema similar al de Irian Jaya, aunque esta regi¨®n tambi¨¦n reclama su segregaci¨®n de Indonesia. "All¨ª", dice, "existen muchos grupos ¨¦tnicos y los nativos han mezclado sus demandas econ¨®micas con la ret¨®rica independentista de algunos sectores. Hay que admitir que esas injusticias econ¨®micas, su falta de representaci¨®n en el Gobierno central, y la gran distancia de Yakarta han provocado un sentimiento de olvido y eliminaci¨®n". El ministro descarta un golpe de Estado durante la transici¨®n democr¨¢tica y rechaza que reciba presiones del Ej¨¦rcito en este proceso.

Sudarsono reconoce que "la lucha contra la corrupci¨®n es el gran desaf¨ªo de este Gobierno y del presidente Wahid y, sin duda, la llave para restablecer la confianza de los mercados y el regreso de la inversi¨®n exterior". Sobre su pol¨¦mico predecesor, el general Wiranto, investigado por los cr¨ªmenes en Timor, explica que, en el pasado, mantuvo mejores relaciones con ¨¦l y asegura que le recomend¨® aceptar la instrucci¨®n del proceso judicial y su sometimiento al actual sistema.