Repliegue del repliegue
La pol¨ªtica vasca es una monta?a rusa. Dijo algo Egibar que se interpret¨® como el inicio de un repliegue, y por la brecha abierta penetr¨® el lehendakari para advertir que Lizarra hab¨ªa quedado invalidado por la ruptura de la tregua. Con ese aval, otros nacionalistas m¨¢s audaces elevaron el tono para decir que Lizarra hab¨ªa sido un enga?o y se anunci¨® que PNV y EA congelaban su participaci¨®n en Udalbiltza, la alternativa institucional de los soberanistas. As¨ª estaba la cosa cuando ha irrumpido ETA para decir que es ella quien manda, lo que ha sentado mal a los otros.El lenguaje de los encapuchados es provocador cuando amonestan al lehendakari por "identificar tregua con paz"; c¨ªnico cuando consideran insuficientes los 400 millones destinados por las instituciones a financiar Udalbiltza, organismo destinado a liquidar esas instituciones; abiertamente surrealista cuando dicen que ellos se empe?an en plantear el debate en el terreno pol¨ªtico (?porque asesinan a pol¨ªticos?) mientras que los partidos se empecinan en hacerlo en el terreno militar (?por pedir el fin de la violencia?); perverso cuando aseguran que la lucha armada no va contra los nacionalistas, a la vez que responsabilizan a ¨¦stos de su reactivaci¨®n contra los no nacionalistas.
Otro mensaje es que a ETA no le preocupa la hip¨®tesis de un lehendakari del PP porque ello demostrar¨ªa la inutilidad del marco auton¨®mico y abrir¨ªa los ojos a los nacionalistas: toda una confesi¨®n de su idea de democracia; las instituciones sirven si garantizan lo que ellos quieren. Su idea de naci¨®n se refleja en la consideraci¨®n de que cada ciudadano deber¨¢ elegir entre la nacionalidad vasca, espa?ola o francesa, y en la advertencia de que para poder ser ciudadano de pleno derecho los inmigrantes tendr¨¢n que comprometerse a respetar "los derechos de Euskal Herria".
Egibar rechaz¨® de inmediato ese tono impositivo. A continuaci¨®n aclar¨® que el PNV no piensa abandonar Udalbiltza y que se le entendi¨® mal en lo de adelantar las elecciones; incluso asegur¨® que tienen dise?ado un plan para culminar la legislatura. Al mismo tiempo mantienen los contactos con HB para consensuar un marco pol¨ªtico que supere el auton¨®mico. Ayer se conoci¨® que la propuesta presentada por EH a sus interlocutores plantea la elaboraci¨®n de un censo de Euskal Herria, que se realizar¨ªa mediante adhesi¨®n personal en los ayuntamientos.
Todo ello refleja las dificultades del mundo nacionalista para iniciar un repliegue. El PNV se cort¨® la retirada al aprobar en su asamblea una l¨ªnea soberanista que implica una pol¨ªtica de frente nacional en alianza con el nacionalismo no democr¨¢tico (y el rechazo de cualquier pacto con PP o PSOE). Por eso trata de conseguir una tregua de ETA, al precio que sea. Pero tambi¨¦n ETA se cort¨® el camino de vuelta al afirmar p¨²blicamente que la suya fue una tregua trampa que no buscaba la paz, sino la independencia.
Seg¨²n uno de los portavoces de EH, ning¨²n dem¨®crata podr¨ªa rechazar los contenidos de la entrevista de ETA. Pero de esos contenidos y de su desarrollo a trav¨¦s de la propuesta de EH se puede decir cualquier cosa excepto que sean democr¨¢ticos. La idea de que en la construcci¨®n nacional s¨®lo deben participar los interesados en ella, es decir, los patriotas que se inscriban en el censo, es una variante de limpieza ¨¦tnico-ideol¨®gica que trata de someter el pluralismo social a la unanimidad nacionalista. Anasagasti dijo ayer que un proceso que excluya a los no nacionalistas no ser¨¢ de construcci¨®n, sino de destrucci¨®n nacional. Pero de las manifestaciones de Egibar, y sobre todo de la decisi¨®n de permanecer en Lizarra y Udalbiltza, se deduce que hay resistencias a sacar las conclusiones que se deducen de ese rechazo.
Los nacionalistas niegan que el planteamiento de Lizarra y su proyecci¨®n en Udalbiltza sea excluyente, alegando que todas las formaciones est¨¢n invitadas a participar en ¨¦l. Sin embargo, ETA ha dejado claro que lo que pretende es chantajear a los no nacionalistas para que avalen con su presencia lo ya decidido por los nacionalistas: la sustituci¨®n de las instituciones auton¨®micas por un marco m¨¢s favorable a sus intereses o ideolog¨ªa. Y si para ello es necesario hacer un censo a la medida, se hace. Eso nada tiene que ver con la democracia. As¨ª est¨¢n las cosas.
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