Reino Unido, Alemania y Francia siembran por error miles de hect¨¢reas de transg¨¦nicos La firma Advanta Seeds vendi¨® a 600 granjas brit¨¢nicas semillas modificadas como naturales
Comprometido a no plantar semillas transg¨¦nicas con fines comerciales hasta el a?o 2003, el Reino Unido se ha visto obligado a admitir la presencia de colza gen¨¦ticamente alterada en cerca de 13.700 hect¨¢reas de la tierra cultivable. Un error cometido por la multinacional Advanta Seeds, propiedad del grupo anglosueco AstraZeneca y de la cooperativa holandesa Cosun, ha resultado en la venta y uso de grano de colza modificado tambi¨¦n en Francia, Suecia y Alemania. La compa?¨ªa asegura que el material gen¨¦tico tratado no supera el 1% y es inocuo para la salud y el entorno.
Los grupos ecologistas brit¨¢nicos han pedido al Gobierno que destruya unas plantaciones "peligrosas" y que han perdido su valor comercial. Advanta Seeds se?al¨® ayer que unos 600 granjeros brit¨¢nicos han podido plantar hasta 22 toneladas de estas semillas entre 1999 y la primavera en curso. Seg¨²n c¨¢lculos del Ministerio de Agricultura, el pasado a?o fueron recogidas 1.733 millones de toneladas de colza en 573.000 hect¨¢reas. En los otros tres pa¨ªses afectados, las superficies cultivadas y el volumen de las cosechas son mucho menores. "Del orden de varios centenares de hect¨¢reas en un conjunto de varios millones", seg¨²n la firma. Las cifras manejadas ayer rondaban las 600 hect¨¢reas en Francia, 500 en Suecia y 400 en Alemania. Las primeras sospechas de que las semillas vendidas como "naturales" hab¨ªan sufrido los efectos de una polinizaci¨®n cruzada se remontan al pasado 3 de abril. La multinacional cree que unas plantaciones transg¨¦nicas situadas a 800 metros de sus propios cultivos en Canad¨¢ pudieron contaminarlos. Gran parte de esta colza luego exportada, que ser¨ªa plantada y recogida en 1999, ha podido entrar en la cadena alimentaria. El aceite de colza se usa en la cocina y aparece tambi¨¦n en la composici¨®n de helados, margarinas y chocolate. Los principales consumidores son, de todos modos, los animales en forma de piensos.
La ministra de Medio Ambiente franc¨¦s, Dominique Voynet reaccion¨® ayer ante estas informaciones con un llamamiento a favor de la destrucci¨®n de las cosechas contaminadas. Por su parte, el Gobierno sueco subray¨® que el error no representa un peligro para la salud p¨²blica pese a lo cual planea ordenar la destrucci¨®n de la recolecci¨®n en los campos afectados. El ministro de Agricultura de Alemania, en cambio, dijo que su Gobierno no preve eliminar las cosechas contaminadas.
Un duro golpe
El descubrimiento ha supuesto un duro golpe para el Gobierno brit¨¢nico, que ha insistido siempre en el escaso riesgo de los cruces gen¨¦ticos facilitados por las migraciones del polen sobre el terreno. Una vez comprobada la contaminaci¨®n en la regi¨®n germana de Baden-W¨¹rttemberg, Advanta Seeds se puso en contacto con Londres a mediados de abril. Los ecologistas criticaron ayer al Gobierno por no haber reaccionado antes para evitar la siembra, esta primavera, de los campos ahora contaminados.
La compa?¨ªa asegura que no ha infringido norma alguna, ya sea nacional o internacional. "Aunque en este caso son inocuas para los seres humanos, estamos ante un problema de confianza. El consumidor deber¨ªa saber si el grano que compra como natural est¨¢ libre de manipulaciones gen¨¦ticas", ha se?alado la multinacional.
La Asociaci¨®n de la Tierra, organismo asesor del Gobierno brit¨¢nico que aprueba para su venta en el pa¨ªs los alimentos transg¨¦nicos, ha sido menos diplom¨¢tico. Patrick Holden, su director, le ha pedido al Gobierno que localice a los 600 campesinos que han plantado colza transg¨¦nica sin saberlo para que puedan ser indemnizados.
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