Liv Ullmann y Lars von Trier, favoritos Tambi¨¦n aspira a la Palma de Oro el chino Won Kar-Wai, que cerr¨® anoche la competici¨®n

Cerr¨® anoche el concurso una pel¨ªcula china que hasta horas antes de proyectarse no ten¨ªa copia finalizada ni t¨ªtulo definitivo. La ha escrito y dirigido Won Kar-Wai, que la ha titulado provisionalmente El ¨¢mbito del amor o algo equivalente, que merece fijarse como reclamo definitivo pues expresa con bastante precisi¨®n el contenido e incluso la forma de este hermos¨ªsimo relato.Es una pel¨ªcula sorprendente por dos poderosas razones. Una hay que buscarla en su rara, casi chocante, originalidad. El cine, a lo largo de su historia, ha narrado infinidad de idilios entre un hombre y una mujer, por lo que buscar en este territorio de la representaci¨®n del amor algo no dicho, un idilio nuevo que no nos recuerde a otro antiguo, se parece a la tarea de ir al encuentro de una aguja en un pajar. Pero he aqu¨ª que inesperadamente aparece esa aguja.

La otra raz¨®n hay que buscarla en una de las claves del saber ver cine, que es una sabidur¨ªa bastante menos com¨²n de lo que parece. Esta clave es el n¨ªtido predominio que en el cine aut¨¦ntico, genuino, grande, tiene la forma sobre el contenido del filme, del c¨®mo sobre el qu¨¦. Lo que ocurre en El ¨¢mbito del amor se sabe, ya ha sido visto, se ha explorado en otros filmes, al menos en parte; pero c¨®mo ocurre, qu¨¦ forma del tiempo adopta la secuencia construida por Won Kar-Wai para contar lo que cuenta, no remite a ninguna pel¨ªcula conocida, es arte y percepci¨®n in¨¦ditos, cine nuevo, nunca contemplado, de sorprendente pureza y hermosura. Ver de pronto, encontrarnos sin aviso, bruscamente, ante esta obra magistral se parece a asistir a algo parecido a la reinvenci¨®n del cine.

Cine por elevaci¨®n

Su director, Won Kar-Wai -naci-do en Shanghai hace 42 a?os y forjado profesionalmente en el cine de Hong Kong-, no es un desconocido. En 1997, con Siempre juntos, su magn¨ªfica sexta pel¨ªcula, rodada en Argentina, gan¨® en este festival el premio al mejor trabajo de direcci¨®n. Ciertamente, la exhibici¨®n de sus dotes de realizador de im¨¢genes es en este filme tan abrumadora que resulta casi excesiva, pues su brillantez, por efecto de deslumbramiento, oscurece el juego de los actores, de forma que la potencia de la direcci¨®n se convierte en prepotencia. Pero ahora Kar-Wai elige esconderse en la transparencia y dar libertad a sus int¨¦rpretes -dos arist¨®cratas del cine hongkongn¨¦s, la eminente Maggie Cheung y Tony Leung-, por lo que su cine gana generosidad y elevaci¨®n.

Si El ¨¢mbito del amor ofrece poco y da mucho, la otra pel¨ªcula de ayer en concurso, la estadounidense The yards, dirigida por James Gray, ofrece mucho y da poco. Es un melothriller bastante aparatoso, confuso y superficial, que tiene destellos interpretativos interesantes de Ellen Burstyn y James Caan en sendos personajes de reparto, pero que no alcanza la trepidaci¨®n y la intensidad dram¨¢tica que requiere la representaci¨®n de la violenta historia que narra, que as¨ª se queda a medio narrar.

De vuelta al pron¨®stico de los premios de esta noche, los paneles cr¨ªticos y los abundantes y contradictorios rumores que circulan por aqu¨ª no s¨®lo hablan de Lars von Trier, Liv Ullmann y Won Kar-Wai. Hay otros nombres y otros t¨ªtulos que tambi¨¦n son vislumbrados, aunque de manera menos sonora, como posibles ganadores. Uno de ellos es la pel¨ªcula china, dirigida por el taiwan¨¦s Edward Yang, Yi Yi, obra muy compleja y sin duda magn¨ªficamente resuelta. Est¨¢ rodada con una prodigiosa luminosidad, que nos permite entrar con comodidad en los abruptos y tortuosos recovecos mentales y biogr¨¢ficos de una veintena de personajes dibujados con minuciosidad y precisi¨®n excepcionales. Notable filme, aunque duro de ver a causa de sus tres horas de duraci¨®n.

Otra pel¨ªcula que, pese a su rareza, tiene refrendo de altura en los paneles de calificaci¨®n de los cr¨ªticos es C¨®digo desconocido. La dirige el austriaco Michael Haneke y la protagoniza la francesa Juliette Binoche, que da un nuevo recital de s¨ª misma. Y no hay que perder de vista a otra pel¨ªcula china, Demonios, dirigida por Jian Wen, que tambi¨¦n la protagoniza, y que tiene mucha ambici¨®n y fuerza; a la japonesa, de duraci¨®n kilom¨¦trica de casi cuatro horas, Eureka, dirigida por Shinji Aoyama; y a la muy graciosa Enfermera Betty, obra muy personal del cineasta independiente norteamericano, Neil LaBute. Tambi¨¦n se benefician de buenos augurios ambientales y de buenas calificaciones en los paneles de los cr¨ªticos otras dos pel¨ªculas estadounidenses. Una es la excelente comedia neoyorquina Fast food, fast women, dirigida por el israel¨ª Amos Kollek; y la m¨¢s sosa O brother, que tiene a su favor la inagotable racha de buena suerte que los hermanos Coen tienen en este festival, en el que han participado otras cuatro veces y siempre han vuelto a California con alg¨²n premio, incluida una Palma de Oro para Barton Fink, en la maleta.

Pero las presunciones de cin¨¦filos y cr¨ªticos hay veces que topan frontalmente con los criterios del jurado. Y los que tenga el de este a?o, presidido por Luc Besson, que no tiene ning¨²n criterio, al menos que se conozca, es un misterio.