Vivir el presente.
Pasado, presente y futuro -realidades del tiempo en s¨ª y por ello componentes reales o ideales de la vida humana- conforman la historia, la hecha ya, la que se est¨¢ haciendo y la que ser¨¢ historia ma?ana tambi¨¦n con el hacer de las generaciones pasadas, con el de las presentes y con las que de cerca sigan a estas ¨²ltimas. El pasado, el presente y el futuro interesan al hombre inquieto y le incitan a estudiarlos, a verlos con mentes inclinadas a saber, para que el hombre haga ciencia de s¨ª mismo y llegue a entender con mejor precisi¨®n qu¨¦ ha sido ¨¦l, qu¨¦ est¨¢ siendo y qu¨¦ va a ser. Los tres, de alg¨²n modo, hacen al hombre ser. Pero lo que interesa ahora y aqu¨ª es el presente.El presente carece de dimensiones cronol¨®gicas. En teor¨ªa es instant¨¢neo; no es. La pr¨¢ctica es otra. En ella s¨ª tiene dimensi¨®n el tiempo. Alguien cifra la duraci¨®n del presente en unos pocos a?os. Otras opiniones la reducen a meses o a d¨ªas. Pensando en t¨¦rminos de historia, el presente tiende a alargarse sobre la coordenada del tiempo, ya que se suele encerrar en un "presente hist¨®rico" el hacer de varias generaciones distinto en trascendencia a los haceres de generaciones precedentes o siguientes, y tambi¨¦n se llama "momento hist¨®rico" al tiempo limitado por hechos relevantes, que puede extenderse sobre decenios varios. ...Pero el presente "normal" es el que siente como tal el hombre -individual o gen¨¦rico en cuanto generacional- al vivir su propia vida. Un hombre individual vive su presente; una generaci¨®n vive el suyo, como una naci¨®n o un pueblo. Tales vidas, en su presente, no son de id¨¦ntica dimensi¨®n cronol¨®gica, ni lo son los presentes de cada hombre aislado o los de cada una de las generaciones hist¨®ricas. ...Cada hombre "siente" su propio presente, pero ese sentir da ocasi¨®n a la variabilidad, por m¨¢s que lo normal sea que el presente que se vive resulte ser corto y que tal cortedad venga a ser funci¨®n de la edad con la que se vive el presente, porque, seg¨²n la edad, el tiempo anda con velocidad distinta para el que lo soporta, y el tiempo, al pasar, hace que pase el presente.
El presente "pasa", y en realidad pasa sin dimensiones para el hombre, pero siempre hay relaci¨®n clara entre el presente y el hombre o, si se quiere, entre el hombre y su presente. La relaci¨®n natural es la de la vida, la del vivir. Vivir el presente tiene l¨®gica expresiva, pero "vivir" no es nada sencillo; es todo a los efectos que sugiere el presente y que del presente se derivan. El presente "hace" vivir. En el presente se vive "estando", perteneciendo a ¨¦l. Pero "estar" supone permanencia, y en el presente no se permanece, ya que lo del presente es pasar. Tal vez convenga mejor el verbo ser: ser en el presente. Pero "ser" implica franca permanencia, mas en verdad es ser mientras vive y es, mientras est¨¢ en el tiempo. Pero si en el presente no se est¨¢ ni se es, ?cu¨¢l es el verbo que conviene al presente? Acaso sea el pasar. Pero ¨¦ste no expresa integridad con eso sobre lo que pasa, sino tan s¨®lo un rozamiento pasajero y fugaz. Hay que recurrir al vivir.
"Vivir el presente" tiene pleno sentido porque vivir equivale a estar siendo y a ser estando. Si al pasado se mira, el presente se vive. Pero ese vivir no es el mismo para cada uno, porque cada uno vive su vida, su presente. La vida es un aprendizaje. El presente ense?a. Todo aquel que vive su presente quiere aprender: el ni?o, el adolescente, el joven... porque aprenden del hacer de los dem¨¢s y de la ense?anza de los otros, pero tambi¨¦n aprende el hombre ya hecho, e incluso el viejo. ...Vivir el presente ofrece esta peculiaridad curiosa: se vive el presente m¨¢s para los dem¨¢s que para uno mismo. Esos "dem¨¢s" son los de las generaciones venideras, porque al vivir el presente se va haciendo historia y ¨¦sta es la que van a considerar los que vengan detr¨¢s. ?stos aprender¨¢n con relativa facilidad nuestro presente, ese presente que s¨®lo llegan a conocer con propiedad los inteligentes, los valiosos, de cada viviente generaci¨®n. ...Se vive el presente al ir pasando ¨¦ste hacia el pasado. En realidad el hombre vive el presente "pasado", porque en ¨¦l est¨¢ "de paso".
Al considerar este "vivir el presente" se suscita la conveniencia de mirar a ¨¦l como se mira al pasado; todo vivir algo implica un necesario mirar. Mirar el presente es experiencia dif¨ªcil; pasa a gran velocidad. Por eso, aprender de ¨¦l es sobremanera complicado, porque para aprender es obligado saber o¨ªr, y el hombre vive el presente pasando por ¨¦l sin plena conciencia de lo ocurrente, sin entender con claridad lo que esa circustancia viva del presente, andando con rapidez, expresa con acentuado enigma. ...Porque el presente ense?a; puede ense?ar a quien persiga un saber emanante del hoy que transcurre como presente, y ense?a tambi¨¦n lo que llegar¨¢ a hacerse "presente", es decir, el futuro hoy, que ma?ana dejar¨¢ de serlo.
Y si se "vive" el presente con consciencia de lo que la vida del hombre en ¨¦l es capaz de extraer como ense?anza valiosa y ¨²til, se podr¨¢ "ver" lo que ese presente expresa; ello har¨¢ que ese hombre "mire" mejor al pasado cuando el hoy presente no sea ya. Si se llega a aprender del presente, resultar¨¢ algo f¨¢cil comprender el futuro inmediato y aceptarlo. Todo eso; todo lo referente al vivir el presente, con ciertas referencias naturales al pasado y con algunas vislumbres ideales hacia el futuro, aconseja aprender del presente la ense?anza que pueda hacer m¨¢s f¨¢cil el ineludible "seguir viviendo".
Al vivir el presente se vive el de uno, pero de alg¨²n modo se vive el de algunos otros que andan y se mueven en derredor de aquel uno, en su "circunstancia" orteguiana. Tal vez sea porque ni el presente es m¨ªo ni mi vida es verdadera y exclusivamente "m¨ªa". El presente es de todos los que lo viven, y la vida es la resultante del conjunto vectorial que forman todas esas vidas movi¨¦ndose en el presente com¨²n. Vivir ...Presente: ?"vivimos" el presente o es el presente lo que "nos hace" vivir a nosotros; el que "hace" nuestra vida? ...Se dir¨ªa que el hombre "valioso", el destacado, vive el presente, y que el del mont¨®n, el "hombre masa", est¨¢ en el presente, pero que "lo vive" por la acci¨®n del presente sobre ¨¦l, porque es el presente lo que hace la vida en ¨¦l. El valioso vive por s¨ª mismo porque conserva la independencia respecto a lo que, sin personalidad clara, le rodea. El hombre masa no "vive"; es vivido por la influencia que sobre ¨¦l ejerce lo que act¨²a con vigor en derredor suyo, porque es s¨²bdito del medio en el que est¨¢ -lo social, lo pol¨ªtico, lo mundano mismo-, ante el que le falta la facultad de razonar y de pensar con defensiva eficacia.
Todo esto habr¨¢ sido acaso siempre as¨ª, pero ello lleva a pensar que la hora nuestra, nuestro "vivir el presente", este hoy que vivimos o pasamos, nos fuerza con m¨¢s vigor que anta?o a ser aut¨®matas sujetos al hacer que se nos imponga de fuera al no tener m¨¢s remedio que vivir el presente.
Eliseo ?lvarez-Arenas es almirante de la Armada y miembro de la Real Academia Espa?ola.
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