THE GUARDIAN, "Prohibir la bomba"

La decisi¨®n de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU de aumentar su presi¨®n para la eliminaci¨®n de las armas nucleares es, a primera vista, un paso bienvenido. El Reino Unido se uni¨® a EEUU, Rusia, China y Francia al hacer una "promesa inequ¨ªvoca" de llevar a cabo la destrucci¨®n de su arsenal nuclear. Esto supone un avance respecto a las posiciones previas de las que part¨ªan las potencias nucleares, a saber, que la abolici¨®n de estas armas es su "objetivo final". Y por primera vez en 15 a?os, los 187 pa¨ªses que han asistido a la conferencia en Nueva York del Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP), acordaron una agenda de desarme para los pr¨®ximos cinco a?os.La agenda incluir¨¢ esfuerzos para cortar el n¨²mero de cabezas nucleares que est¨¢n activamente desplegadas, reducir la dependencia de los Estados de las armas nucleares en su estrategia global de defensa, y aumentar la informaci¨®n disponible al p¨²blico sobre las reservas nucleares existentes. (...) M¨¢s all¨¢ de los titulares logrados en la conferencia, sin embargo, permanecen todav¨ªa pendientes muchas cuestiones preocupantes, y ser¨¢ decepcionante que no se adopten medidas m¨¢s duras e imaginativas. (...) En realidad, el retroceso fundamental de la nueva agenda del TNP es que aunque enuncia los objetivos de forma m¨¢s clara, sigue siendo muy vaga sobre el puramente voluntario m¨¦todo de conseguir dichos objetivos, sin establecer ni plazos ni sanciones. (...) Los Cinco Grandes dicen que est¨¢n dispuestos a este desarme, en teor¨ªa. Deber¨ªan conseguirlo.

Londres, 22 de mayo