La educaci¨®n b¨¢sica: mi prioridad entre prioridades
Reducir masivamente el analfabetismo en el mundo entero para el a?o 2000: tal era la loable y ambiciosa iniciativa de educaci¨®n a escala planetaria, nacida en 1990. En efecto, hace diez a?os se reun¨ªa en Jomtien (Tailandia) la Conferencia Mundial sobre Educaci¨®n para Todos. La Declaraci¨®n all¨ª adoptada estipulaba : "Cada persona -ni?o, joven o adulto- deber¨¢ estar en condiciones de aprovechar las oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades b¨¢sicas de aprendizaje".Al cumplirse el primer decenio de ese compromiso se impon¨ªa un balance serio y pormenorizado de la situaci¨®n educativa mundial. Para ello, m¨¢s de 180 pa¨ªses han realizado una evaluaci¨®n de sus programas educativos. Tarea que se ha llevado a cabo a lo largo de dos a?os, culminando en el Foro Mundial sobre la Educaci¨®n, que ha permitido por primera vez a la comunidad internacional analizar los resultados mundiales de esa evaluaci¨®n.
El Foro de Dakar, que tuvo lugar del 26 al 28 del pasado mes de abril con 1.500 participantes, entre ellos m¨¢s de 100 ministros, 182 pa¨ªses y m¨¢s de 150 representantes de la sociedad civil, con expresa invitaci¨®n de mi parte a un gran n¨²mero de organizaciones no gubernamentales (ONG), me parece hist¨®rico.
Se?ero, porque su balance nos ha obligado de alg¨²n modo a pasar sin m¨¢s demora a la autocr¨ªtica. Pues si el inventario mundial de la educaci¨®n para todos muestra que en estos diez a?os se han llevado a cabo sustanciales progresos en el campo educativo (la escolarizaci¨®n primaria ha ido increment¨¢ndose a un ritmo de 10 millones de ni?os m¨¢s anualmente, y, dato muy importante y esperanzador, la tasa de escolarizaci¨®n aumenta ahora m¨¢s r¨¢pidamente que el crecimiento demogr¨¢fico), por el contrario, no podemos estar satisfechos ni autocomplacernos que en el a?o 2000 a¨²n permanezcan alrededor de 113 millones de ni?os sin escolarizar y 875 millones de analfabetos.
La importancia de la reuni¨®n de Dakar, tras la detallada exposici¨®n de aciertos y errores de las pol¨ªticas educativas del decenio, emana tambi¨¦n, y sobre todo, del marco de acci¨®n en ella adoptado. La educaci¨®n, definida como un derecho humano fundamental y la clave para el desarrollo sostenible y la paz, se plasma en marco de acci¨®n de un periodo de 15 a?os. En ¨¦l, los all¨ª participantes nos comprometemos sustancialmente a asegurar que para el 2015 todos los ni?os tengan acceso a una educaci¨®n primaria obligatoria, completamente gratis y de buena calidad; a conseguir un 50% de aumento de la alfabetizaci¨®n de adultos, as¨ª como a eliminar la diferencia de g¨¦neros en la educaci¨®n primaria y secundaria para el 2005 y lograr la equidad completa entre hombre y mujer para el a?o 2015.
Para alcanzar tal meta, los pa¨ªses participantes preparar¨¢n planes nacionales de educaci¨®n para todos, para el 2002, consultando para ello al menos con la sociedad civil nacional. Estos planes ser¨¢n elaborados definiendo claramente las prioridades presupuestarias para el logro de los objetivos, no m¨¢s all¨¢ del 2015.
El esfuerzo principal de esta tarea incumbe, naturalmente, a cada pa¨ªs, ya que alrededor del 63% del coste total de la educaci¨®n en el mundo corre a cargo de los Estados, el 35% de los fondos son privados (padres, alumnos, comunidades, empresas, ONG) y el 2% proceden de los programas internacionales de ayuda al desarrollo.
Se estima que la realizaci¨®n de estos objetivos necesitar¨¢ un esfuerzo financiero suplementario de los pa¨ªses, as¨ª como de los donantes bilaterales y multilaterales, de alrededor 8.000 millones de d¨®lares anuales durante un decenio, para lo que es preciso un firme compromiso de los gobiernos nacionales, de las instituciones donantes, inclusive del Banco Mundial, as¨ª como de los Bancos Regionales de Desarrollo.
La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco), instituci¨®n internacional cuya misi¨®n por excelencia es precisamente la defensa de la causa educativa en el mundo, asumir¨¢ la secretar¨ªa, manteniendo su papel de coordinadora y propiciando una aut¨¦ntica din¨¢mica de cooperaci¨®n entre los socios de la Educaci¨®n para Todos (EPT).
Para m¨ª este foro no ser¨¢, pues, una conferencia m¨¢s, algo que ya pas¨® y de lo que quedo satisfecho. Sino que lo esencial viene ahora. Es su devenir. Por ello velar¨¦ celosamente por la consecuci¨®n de sus objetivos.
En este marco, reunir¨¦ una vez por a?o a un grupo compuesto por l¨ªderes y expertos de alto nivel provenientes de los gobiernos, la sociedad civil y agencias de desarrollo para movilizar fondos y recursos t¨¦cnicos. Gracias a informes de seguimiento del recientemente creado Instituto de Estad¨ªsticas de la Unesco y a los datos proporcionados por los foros regionales sobre la EPT, seguiremos de cerca los compromisos contra¨ªdos en Dakar, con la indispensable colaboraci¨®n de las ONG.
As¨ª pues, como director general de la Unesco, me congratulo de los resultados del Foro, tanto m¨¢s cuanto que no se trata de crear, para su seguimiento, una en¨¦sima estructura especial suplementaria, sino de hacer funcionar adecuadamente lo que ya poseemos: nuestra competencia.
Desde mi inicio, en noviembre, al frente de la Unesco expres¨¦, y reafirmo hoy, con la misma determinaci¨®n mi fe en la educaci¨®n b¨¢sica, la cual ser¨¢ mi prioridad entre las prioridades a lo largo de mi mandato.
Una educaci¨®n b¨¢sica fundada en m¨¦todos y contenidos aut¨¦nticos que reflejen los valores e identidad cultural de cada pa¨ªs. Una educaci¨®n b¨¢sica sin exclusi¨®n ni discriminaci¨®n que tenga en cuenta particularmente a los grupos marginados en los actuales sistemas. Una educaci¨®n b¨¢sica al alcance de todos los ciudadanos, aun de los m¨¢s pobres, adaptada a los recursos de cada pa¨ªs. Una educaci¨®n b¨¢sica moderna, que sepa sacar el mejor provecho de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y comunicaci¨®n, evitando acrecentar la "brecha num¨¦rica" que separa a los pa¨ªses industrializados de los pa¨ªses en desarrollo.
Una educaci¨®n b¨¢sica de calidad constituir¨¢, a ciencia cierta, no solamente el mejor motor de desarrollo econ¨®mico para cualquier pa¨ªs, sino tambi¨¦n un elemento esencial e imprescindible de la realizaci¨®n personal del individuo de cualquier grupo o clase social.
Koichiro Matsuura es director general de la Unesco
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.