Los ni?os se hacen los due?os de la feria Alrededor de medio mill¨®n de visitantes desbordaron literalmente el Retiro madrile?o
La opini¨®n general de que el segundo fin de semana de la feria es el mejor, quedar¨¢ probablemente erradicada despu¨¦s de la intensa y divertida invasi¨®n que se ha vivido este s¨¢bado y domingo. Ha habido un mont¨®n de horas punta; por ejemplo, el s¨¢bado, entre las siete y las diez de la noche, y ayer, entre las 12 y las 14.30 no se pod¨ªa dar un paso. Por la tarde se repiti¨® la avalancha.Pap¨¢s con ni?os, abuelos con nietos, t¨ªos con sobrinos, ni?os con ni?os fueron quienes m¨¢s se divirtieron. El pabell¨®n infantil, 900 metros cuadrados, fue su reino: una enorme sala con estanter¨ªas llenas de libros y bancos para sentarse a leer; un taller filat¨¦lico para aprender (c¨®mo iniciar una colecci¨®n de sellos o c¨®mo se lavan los sellos) y, sobre todo, para divertirse: montar un rompecabezas con diferentes sellos, fotografiarse dentro de un sello de Carpanta y el Capit¨¢n Trueno o, y hab¨ªa cola para hacerlo, matasellar un sello enorme de Mortadelo y Filem¨®n.
Tu amigo iMac
La casa Apple ha instalado en el pabell¨®n infantil 18 ordenadores iMac, que tuvieron ayer mucho ¨¦xito. Los chicos se los disputaban y hab¨ªa cuatro o cinco por cada equipo. Pueden aprender a navegar por Internet, conocer las posibilidades que la red ofrece en la educaci¨®n; utilizar juegos educativos para el aprendizaje de matem¨¢ticas, geograf¨ªa, lenguaje, m¨²sica o idiomas, e, incluso, hacer sus propias pel¨ªculas de v¨ªdeo digital.
El para¨ªso Lego estaba tambi¨¦n abarrotado. Los cr¨ªos est¨¢n construyendo una r¨¦plica de la Puerta de Alcal¨¢ de m¨¢s de tres metros de altura con m¨¢s de 700.000 ladrillos lego. Con la ayuda de monitores.
Construyen tambi¨¦n peque?os futbolines, con los que luego juegan, y todo tipo de coches, mu?ecos, etc¨¦tera. Adem¨¢s, quien mejor lo hace se lleva un premio. Junto al pabell¨®n, en un enorme cami¨®n de Lego, se puede visitar una exposici¨®n de juguetes fabricados con peque?as piezas, desde las naves de La guerra de las galaxias a los m¨¢s sofisticados veh¨ªculos que, activados por un ordenador, entran en movimiento. Para sorpresa de muchas, hay un apartado dedicado especialmente a las ni?as: mu?ecas tipo Barbie, ninfas, princesas, brujas.
Muchas ni?as dijeron que prefer¨ªan las naves de las galaxias a las mu?ecas.
"Hola, ?c¨®mo est¨¢s?"
M¨¢s de un cr¨ªo se llev¨® ayer un susto al entrar en la carpa de Madritel. Algui¨¦n les hablaba. "Hola, ?c¨®mo est¨¢s?". Pero ?qui¨¦n era? ?Era posible que la simp¨¢tica se?orita que aparec¨ªa en la pantalla de un televisor se dirigiera a ellos? Eso era. Daba la bienvenida y charlaba a trav¨¦s de la pantalla con los visitantes. La red de fibra ¨®ptica de Madritel permite organizar videoconferencias con diferentes escritores. Est¨¢ previsto que dialoguen a trav¨¦s de la pantalla Soledad Pu¨¦rtolas, Luis Antonio de Villena, Ana Mar¨ªa Matute, Francisco Umbral o Ignacio Padilla.
Antonio Albarr¨¢n, director adjunto de la Feria del Libro de Madrid, dijo que conf¨ªa en que en un futuro pr¨®ximo puedan conectarse por este sistema con otras ferias que se celebran al mismo tiempo en Espa?a, como la de Gij¨®n o la de Barcelona.
En la carpa de Madritel se puede experimentar el acceso a Internet de alta velocidad, a la televisi¨®n digital o transmitir imagen y voz a trav¨¦s de PC. A lo largo de la feria acudir¨¢n a la carpa de Madritel escritores, periodistas, pol¨ªticos y gentes de la cultura para hablar de libros.
Como ocurri¨® el s¨¢bado, la asistencia de escritores fue masiva. Las casetas en que firmaban Javier Mar¨ªas, Alfredo di St¨¦fano, Ana Mar¨ªa Matute, Terenci Moix y Noah Gordon contaron con notables colas. Seg¨²n Ediciones B, Gordon firm¨® 240 ejemplares en dos horas. Las mismas fuentes afirman que el escritor ha vendido m¨¢s de 200.000 ejemplares de El ¨²ltimo jud¨ªo desde que apareci¨® en Espa?a el pasado mes de octubre.
Los que est¨¢n a favor de los libros y en contra de las firmas se debieron llevar ayer una grata sorpresa: muchas casetas, como la de la librer¨ªa Miguel Hern¨¢ndez, sin escritor firmando, ten¨ªan tanto p¨²blico que era casi imposible acercarse a ellas.
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