Las Corraleras A comp¨¢s, una fuente de placeres ling¨¹¨ªsticos
Repasar las letras y la pronunciaci¨®n del reciente disco Las Corraleras de Lebrija, A comp¨¢s, es una fuente inagotable de placeres ling¨¹¨ªsticos. Adem¨¢s de una m¨²sica de sabores extraviados por la memoria sentimental de Andaluc¨ªa, nos traen estas coplas antiguas (las modernas de Paco Coria y Feli Perej¨®n tambi¨¦n est¨¢n hechas con mucho arte) un verdadero caudal de informaci¨®n acerca del habla que se precisa para tan importante menester. Una especie de sub-norma andaluza exclusiva para la l¨ªrica cantada, hecha con esa excitante mezcla de desparpajo y sutileza, humor y amor, rusticidad y ternura. Como todo nuestro folclore.En la ingeniosa combinaci¨®n de heptas¨ªlabos y pentas¨ªlabos (a veces hexas¨ªlabos) que forman la estructura m¨¦trica de las antiguas sevillanas (el octos¨ªlabo era mucho m¨¢s raro, al rev¨¦s que hoy), caben como anillo al dedo todas las travesuras del idioma: ?Qu¨¦ me guhta?r culiyo/ d?ese moreno,/ repingonsito y duro/ com?un cabero./ Si de pan fuera/, con aseite a peyihcoh me lo comiera! (No se crean las feministas de ahora que ellas han sido las primeras en pregonar las glorias del culo de los hombres). Incluso en la mitolog¨ªa del Roc¨ªo, no se recataban aquellos letristas en llamar a las cosas por su nombre: Digan lo que digan,/lo tengo pensao, doh semanah anteh, ?maric¨®n!,/el cohto comprao. O lo bien que entra la palabra "esabor¨ªo" en: esabor¨ªo tu pare/ que s?anterao,/ y se ase por la caye/ el dehpihtao. Por cierto, el exquisito Diccionario de la Real Academia no da entrada a esta palabra ni a sus derivados, aunque s¨ª pretende que "Desaborici¨®n" sea un andalucismo. Cualquier cosa menos escribir esaborisi¨®n, que es como se dice y escribe en Andaluc¨ªa. Hasta los vulgarismos como medesina (medicina) o genario (geranio) tienen dispensa en este c¨®digo tan particular, en el que tambi¨¦n se sesea, por descontado, aunque sus cantaoras sean ceceosas de natural. As¨ª qued¨® probado en una simp¨¢tica entrevista que les hizo a estas tres geniales corraleras Irma Soriano, en su programa de Canal Sur del 31 de Marzo, donde contaron c¨®mo en una actuaci¨®n en Par¨ªs el teatro se les ven¨ªa abajo: ay¨ª la hente te rehpeta al m¨¢cimo, con comp¨¢ de parma y t¨®. No faltar¨¢n tampoco las vindicaciones sociales en este muestrario, mezcladas con los quereles, que es lo car¨¢cter¨ªstico del flamenco: Manijerito nuevo/ dame la mano,/que ni ora ni media/ le engorda al amo./ Que si le engorda,/ vaya por loh ratito que eyoh noh roban. Tambi¨¦n volveremos a escuchar ese curioso al¨®fono que venimos persiguiendo en las ¨²ltimas entregas: la che que se pronuncia casi como ese en la famosa nosse (noche) de Camar¨®n. Tambi¨¦n en estas corraleras nos deslumbra con su brillo enigm¨¢tico: ereh m¨¢h bonita, ni?a, que loh realeh de a osso (ocho)/, m¨¢h durse que el caramelo/ m¨¢h tierna que loh bihcosso (bizcochos). Y que el otro d¨ªa en Arcos se lo o¨ªmos tanbi¨¦n a una camarera, con la mayor naturalidad del mundo: ze prezentaron ossenta (ochenta) de momento. ?De d¨®nde sale y hasta d¨®nde llega esta predorsodental tan fricativa que ya casi ha perdido todo rasgo de che? Seguiremos investigando.
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