Nostalgia anticipada

Dice el refr¨¢n que la calle es la mejor escuela y los estudiantes extranjeros no s¨®lo lo practican, sino que lo reconocen sin rubor ante Manuel Montero, el rector de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV). "Aqu¨ª hemos aprendido que el d¨ªa empieza por la tarde y que se descansa para salir por la noche; hemos aprendido que los problemas se resuelven en un bar". Claudio, un estudiante italiano, quiso resumir ayer con cierta iron¨ªa la experiencia vital de los 1.005 alumnos extranjeros que cursan este a?o estudios en los tres campus de la UPV. Fue durante el tradicional encuentro que el rector y otras autoridades mantuvieron con 300 estudiantes procedentes de universidades de otros pa¨ªses.El acto va camino de convertirse en multitudinario con los a?os. Y es que la UPV est¨¢ cada vez m¨¢s solicitada por los estudiantes extranjeros. En tan s¨®lo cuatro a?os se ha triplicado el n¨²mero de alumnos de otros pa¨ªses que recalan en esta instituci¨®n a trav¨¦s de los diversos programas de intercambio. Para Montero es un s¨ªntoma de calidad. "Uno de los indicadores que suelen utilizarse habitualmente para medir la calidad de las universidades en todo el mundo", dijo ayer, "es el flujo de alumnos de distintas universidades que parten y llegan a estudiar a ellas".

La Universidad del Pa¨ªs Vasco ha enviado a otros pa¨ªses en el presente curso a 651 estudiantes y a 52 docentes, la mayor¨ªa, 590, a trav¨¦s del programa Socrates-Erasmus, un proyecto financiado por la Uni¨®n Europea. Adem¨¢s ha facilitado que 31 alumnos de Medicina hayan podido realizar pr¨¢cticas cl¨ªnicas en diferentes puntos de Europa, entre otros muchos intercambios.

No hay datos para medir el grado de satisfacci¨®n de los alumnos, ni encuestas a pie de aula, ni otros baremos m¨¢s o menos fiables. Pero Montero destac¨® que la UPV tiene constancia de que "es alto o incluso muy alto".

Si el term¨®metro se hubiese situado ayer en la sala del Palacio de Miramar no habr¨ªa lugar a dudas. El rector les inst¨® a convertirse en "embajadores del Pa¨ªs Vasco", pero no hac¨ªa falta, aunque insistiera en la necesidad de "darlo a conocer por encima de los estereotipos tristes que, por desgracia, siguen circulando por el mundo debido al problema de la violencia". Los estudiantes se excedieron en alabanzas hasta sonrojar a m¨¢s de uno. "Se pueden estudiar en muchos sitios, pero uno de los mejores es el Pa¨ªs Vasco y sin duda San Sebasti¨¢n", dec¨ªa una de las alumnas.

Estudiar es en lo que no se han prodigado en exceso, a tenor de sus comentarios. "Para sobrevivir aprendimos a decir kalimotxo o ?es una pasada". Lo reconoc¨ªa la misma joven que un minuto despu¨¦s radiografiaba la Parte Vieja de la ciudad como el para¨ªso. "Es el coraz¨®n de la vida, ah¨ª se aprende, se come, se vive, se baila y uno se enamora. La vida aqu¨ª es bella para los Erasmus". La escena se repite cada a?o y augura una lluvia de extranjeros para la UPV.