Guerra contra las mafias del sexo
Natacha no se llama Natacha. Pero en cualquier caso es a sus 18 a?os el nuevo producto estrella de una de las muchas cadenas de prestaciones sexuales que se anuncian en la prensa de Tel Aviv. A pesar de que esta rubia ucrania, llegada hace cuatro meses a Israel, est¨¢ considerada como una empleada aventajada, su tarifa es relativamente modesta -300 shekles, unas 1.500 pesetas, por atenciones de una hora- si se compara con lo que percib¨ªan sus compa?eras tiempo atr¨¢s, cuando por servicios similares los clientes llegaban a desembolsar tres veces m¨¢s.El desplome de los honorarios de las trabajadoras del sexo en Israel est¨¢ directamente vinculado a esa feroz competencia surgida como consecuencia de un exceso de oferta, originada por la llegada masiva de las j¨®venes operarias de los pa¨ªses del Este, preferentemente de las antiguas rep¨²blicas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, de donde se calcula que salen anualmente medio mill¨®n de braceras, que pasan a engrosar directamente las plantillas de los burdeles occidentales.
La permeabilidad de los pasos fronterizos hebreos, dispuestos a recibir a cualquiera que asegure ser un turista dispuesto a peregrinar por Tierra Santa, la permisividad de las leyes jud¨ªas, que no castigan a aquellos que fomentan la prostituci¨®n, y la aparici¨®n en el pa¨ªs de redes mafiosas perfectamente estructuradas han convertido a Israel en la "tierra prometida" de los negocios sexuales, seg¨²n se desprende de un reciente informe de Amnist¨ªa Internacional.
Durante dos meses una delegaci¨®n de este organismo, reforzada por diputados israel¨ªes, ha estado buceando en los burdeles de Tel Aviv, en las redes de la prostituci¨®n y en las celdas de la prisi¨®n de mujeres de Neve Tirza hasta descubrir que Israel se ha convertido en el centro del mercado mundial del sexo, donde se compra y vende por inmensas cantidades de dinero cualquier mujer susceptible de ser convertida por la fuerza o el enga?o en prostituta.
"Los propietarios las someten a una estrecha vigilancia, restringen sus movimientos e incluso las encarcelan en los lupanares", seg¨²n aseguran los investigadores.
Esta situaci¨®n de pr¨¢ctica esclavitud finaliza en contadas ocasiones gracias a los esfuerzos de la polic¨ªa, que desde hace un tiempo se dedica a irrumpir en los burdeles y detener al mismo tiempo a responsables y pupilas someti¨¦ndoles a ambos a una criba judicial, que en la mayor¨ªa de los casos culmina con la liberaci¨®n de los empesarios y el encarcelamiento de las mujeres hasta que son devueltas a su pa¨ªs.
En los ¨²ltimos cinco a?os han pasado por la prisi¨®n de Neve Tirza esperando ser deportadas 900 mujeres. Entre el 60 y el 70% originarias de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica, y entre el 10% y el 20%, con menos de 18 a?os. El periodo m¨¢ximo de detenci¨®n no supera las dos semanas, a no ser que las autoridades decidan convertirlas en testigos de los procesos seguidos contra sus ex patrones durante meses, aunque el resultado es siempre el mismo: en el 90% de los casos, las mujeres se niegan a testificar contra sus proxenetas.
"?Por qu¨¦ no testifiqu¨¦ ante el tribunal? ?l conoce mi direcci¨®n en San Petersburgo y mi n¨²mero de tel¨¦fono porque me cogi¨® el pasaporte y me amenaz¨® con encontrarme en mi casa en Rusia si no funcionaba como ¨¦l quer¨ªa", confes¨® Anna, de 31 a?os, ex profesora de F¨ªsica en su ciudad natal y que entr¨® en Israel con un visado tur¨ªstico tramitado por una organizaci¨®n que le hab¨ªa prometido un salario mensual de 1.000 d¨®lares -20 veces m¨¢s que su sueldo en Rusia- por un trabajo honesto, pero que acab¨® siendo vendida a una mafia local del sexo por 100.000 d¨®lares.
El informe de Amnist¨ªa Internacional ha conseguido sensibilizar a la clase pol¨ªtica israel¨ª, especialmente a la diputada y feminista Yael Dayan - hija del c¨¦lebre general Moshe Dayan-, quien desde el Parlamento de Jerusal¨¦n ha prometido encabezar una cruzada contra los responsables de la prostituci¨®n en Israel. A su lado, cerrando filas, se ha colocado Nathan Scharansky, el ministro del Interior y m¨¢ximo dirigente del partido Israel Be Aliya, compuesto en su totalidad por inmigrantes de origen ruso, quien hace algunas semanas acompa?¨® a Yael Dayan en una visita que la diputada se empe?¨® en hacer, con un grupo de compa?eros del Parlamento, por los prost¨ªbulos de Tel Aviv.
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