Pitol defiende la intuici¨®n y el trabajo en su taller de narrativa El autor mexicano da cinco d¨ªas de clases a 50 alumnos en Madrid
"No trato de ense?ar a escribir, sino de acercar a las personas a encontrar su camino en la literatura, su vocaci¨®n". Bajo esta premisa, el escritor mexicano Sergio Pitol (Puebla, 1933) present¨® ayer el taller de creaci¨®n narrativa que lleva por t¨ªtulo Novelar la realidad y que el autor imparte hasta el d¨ªa 2 de junio en la Casa de Am¨¦rica. Pitol, que defiende la intuici¨®n en la escritura, advierte del peligro de caer en la autocomplacencia.
"Pero no basta con encontrar la vocaci¨®n. Tambi¨¦n se debe descubrir en qu¨¦ g¨¦nero uno debe escribir", aclara este escritor que, pese a sus dotes de novelista, cuentista, ensayista, traductor, profesor de literatura y ex diplom¨¢tico, debi¨® tambi¨¦n encontrar su propia v¨ªa de expresi¨®n. "Siempre estuve seguro de que ser¨ªa dramaturgo, hasta que descubr¨ª que lo m¨ªo era la narrativa", recuerda. El taller, que se imparte a 50 alumnos de edades "heterodoxas", entre los que se cuentan escritores "y los que tienen inter¨¦s en serlo", pretende subrayar las fronteras que separan la redacci¨®n y la escritura, dos t¨¦rminos que, para el autor, no deben confundirse. "En la redacci¨®n, el que escribe debe ser racional, claro, preciso, porque quiere demostrar algo. Mientras que en la escritura, el escritor est¨¢ con todas sus potencias, escribe sobre cosas que no conoce. Sobre la irracionalidad, el subsuelo o las varias capas del subsuelo".
El autor de El ta?ido de una flauta (su primera novela, escrita a los 39 a?os, aunque ya hab¨ªa escrito cuentos) y El desfile del amor, que le hizo ganador del Premio Herralde de Novela en 1985 y del Nacional de Literatura en su pa¨ªs, record¨® rasgos de su vida y obra, ambas fuertemente marcadas por los libros, el cine y los viajes.
De ni?o, en un pueblo del tr¨®pico mexicano donde viv¨ªa con su abuela, Pitol, enfermo de paludismo, lo que le imped¨ªa tener una escolaridad regular, descubri¨® el viaje a trav¨¦s de la literatura. "Gracias a Verne descubr¨ª ?frica, India, viaj¨¦ a la estratosfera en zepel¨ªn, y tambi¨¦n baj¨¦ al centro de la Tierra. Me parec¨ªa terrible el destino de mi hermano, que deb¨ªa ir a la escuela, y no a recorrer el mundo, como yo lo hac¨ªa", rememora un sonriente Pitol.
Otras influencias vendr¨ªan despu¨¦s, cuando fue disc¨ªpulo del humanista Alfonso Reyes. "Pero el maestro de Carlos Fuentes y m¨ªo no fue un literato, sino un jurista", dice, recordando su relaci¨®n con el sevillano Manuel Pedroso. "?l ten¨ªa m¨¢s inter¨¦s por la literatura que por la teor¨ªa del Estado".
Pitol, que afirm¨® que no hay una edad vedada para comenzar a escribir ("Lampedusa escribi¨® El gatopardo a los 60 a?os, poco antes de morir"), afirm¨® que la intuici¨®n es decisiva para triunfar en la escritura, pero advirti¨®: "Un escritor debe trabajar much¨ªsimo y tener un esp¨ªritu cr¨ªtico. La holgazaner¨ªa y la autocomplacencia es lo que le matar¨ªa como escritor".
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