Un plan inoportuno e inconsecuente

S¨®lo una astuta estratagema de marketing para el lanzamiento editorial del ¨²ltimo libro de Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas -presidente del Partido Socialista de Euskadi- permitir¨ªa disculpar ben¨¦volamente que el cap¨ªtulo m¨¢s explosivo de la obra, titulada significativamente Una propuesta de paz, fuese difundido pocos d¨ªas despu¨¦s de que el grupo socialista presentase el 19 de mayo en el Parlamento de Vitoria una proposici¨®n no de ley dirigida precisamente a desbloquear la actual situaci¨®n de incomunicaci¨®n entre las fuerzas democr¨¢ticas y a promover el di¨¢logo dentro del marco institucional. La explicaci¨®n seg¨²n la cual ambas iniciativas resultan conciliables dentro de una estrategia com¨²n y se diferencian s¨®lo por el distinto alcance temporal -a corto y medio plazo- de sus soluciones no resiste el an¨¢lisis de los hechos. Mientras la propuesta parlamentaria de los socialistas fue un bientencionado intento de ofrecer a los diputados del PNV y de EA una v¨ªa de escape al callej¨®n sin salida donde se asfixian ambos partidos tras su pacto secreto con ETA de julio-agosto de 1998, el plan de Benegas -formulado "a t¨ªtulo personal" y "con extrema cautela"- es un retroceso hacia la v¨ªa irlandesa que sirvi¨® en su d¨ªa de falsa coartada al Pacto de Estella: las escasas posibilidades de que los nacionalistas moderados aceptasen la invitaci¨®n del PSE quedaron desbaratadas por esa fantasmal resurrecci¨®n del esp¨ªritu de Stormont.Adem¨¢s de inoportuna (algo imperdonable en un pol¨ªtico veterano al que extra?amente se le sigue llamando Txiki), la propuesta de Benegas resulta inconsecuente con los elementos centrales de su propio razonamiento: la identidad "compleja y plural" de la sociedad vasca, la inexistencia de un "contencioso vasco" con Espa?a y Francia, la descripci¨®n de la violencia como ¨²nico "conflicto" diferenciador, el rechazo del principio de autodeterminaci¨®n como derecho y no como reivindicaci¨®n, la improcedencia de las soberan¨ªas plenas y de los ¨¢mbitos de decisi¨®n independientes cuando afectan a terceros, la reivindicaci¨®n del Estatuto de Guernica, la impugnaci¨®n del Pacto de Estella, el derecho de los navarros a decidir su futuro, etc. En efecto, la "propuesta de m¨¦todo de trabajo" tan escandalosamente lanzada por el presidente de los socialistas vascos, lejos de apoyarse sobre esas premisas, pretende convertir en materia de negociaciones democr¨¢ticas un conjunto de pretensiones antidemocr¨¢ticas que s¨®lo pueden ser impuestas mediante la violencia y la intimidaci¨®n. La meticulosa descripci¨®n de los dos diferenciados escenarios de la negociaci¨®n (entre el Gobierno y ETA, por un lado, y entre las fuerzas pol¨ªticas con representaci¨®n parlamentaria, por otro) y de los mecanismos, los procedimientos, los plazos, los ritos y los ¨¢mbitos de esa construcci¨®n de rancio sabor arbitrista traen a la memoria tanto la ingeniosidad como la futilidad de los inventos del profesor Franz de Copenhague en el TBO.

Adem¨¢s de inoportuno y de inconsecuente, el plan de Benegas se muestra impermeable a los hechos que la publicaci¨®n por Gara del pacto secreto firmado por PNV, EA y ETA en julio-agosto de 1998 puso al alcance de todo el mundo. La larga entrevista concedida el 17 de mayo por la organizaci¨®n terrorista al diario Euskaldunon Egunkaria confirma el car¨¢cter pat¨¦ticamente irrelevante de esa exigencia de "cese definitivo" de la violencia o al menos de "cese permanente" durante dos a?os (kale borroka incluida) dirigida ret¨®ricamente por el presidente de los socialistas vascos a ETA. Los portavoces de la banda no s¨®lo se jactan una vez m¨¢s de que la tregua declarada en septiembre de 1998 e interrumpida en noviembre de 1999 fue una trampa; tambi¨¦n critican al PNV y a EA por haber ocultado que ese fraudulento alto el fuego no iniciaba "un proceso de paz", sino que era simplemente un paso hacia "la construcci¨®n nacional". ETA subraya que su alianza t¨¢ctica con los nacionalistas moderados se halla al servicio de su programa m¨¢ximo irrenunciable de unidad territorial y soberan¨ªa: la "cartograf¨ªa de los abertzales" debe incluir "en la vida diaria y en la pr¨¢ctica" el mapa de Euskal Herria (esto es, el Pa¨ªs Vasco, Navarra y los territorios vasco-franceses) como futuro Estado independiente de la Uni¨®n Europea. La conclusi¨®n de ETA es obvia: "Si el PNV participa en un planteamiento de este tipo, ser¨ªa mucho mas f¨¢cil, m¨¢s rapido; si no, ser¨ªa m¨¢s duro, pero lo llevaremos a cabo".