Clinton intentar¨¢ evitar hoy en Lisboa una guerra comercial de EEUU con Europa
La Uni¨®n Europea y Estados Unidos intentar¨¢n hoy en Lisboa, durante la ¨²ltima cumbre de Bill Clinton en el Viejo Continente, que sus profundas diferencias comerciales no desemboquen en una guerra comercial ni enturbien la cooperaci¨®n pol¨ªtica alcanzada en los ¨²ltimos a?os. Las disputas comerciales ser¨¢n el arranque de una gira que Clinton continuar¨¢ ma?ana en Alemania. All¨ª, el deseo estadounidense de dotarse de un escudo contra misiles de largo alcance, su versi¨®n de la guerra de las galaxias, ser¨¢ la patata caliente.
Estados Unidos mantiene en vigor sus sanciones econ¨®micas contra la Uni¨®n Europea en protesta por la importaci¨®n europea de bananas procedentes del Caribe y Centroam¨¦rica en detrimento de los productos latinoamericanos controlados por sus multinacionales, as¨ª como por la prohibici¨®n decretada por la Comisi¨®n Europea en 1989 para recibir carne hormonada para su engorde, pr¨¢ctica habitual en EEUU. La UE, mientras, ha expresado sus protestas por el sistema norteamericano de subvenciones fiscales a la exportaci¨®n de sus empresas realizadas a trav¨¦s de sus filiales situadas en para¨ªsos fiscales, incluyendo a gigantes como Microsoft, Boeing o Motorola.
Las diferencias comerciales se han abierto en otros frentes. Los europeos temen que Estados Unidos tome medidas contra las subvenciones al consorcio Airbus, aparato que puede poner en peligro el monopolio del Boeing norteamericano, y ya han expresado sus protestas contra la legislaci¨®n que permite alterar cada trimestre los productos a sancionar en Estados Unidos.
La UE quiere, adem¨¢s, reactivar las negociaciones para alcanzar una nueva fase de liberalizaci¨®n comercial mundial, tras el fracaso de Seattle. A pesar de las diferencias, Clinton afirm¨® nada m¨¢s llegar a Lisboa que espera "no s¨®lo reforzar los lazos [con Europa], sino tambi¨¦n afrontar los retos m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras".
Clinton fue recibido ayer por el presidente portugu¨¦s, Jorge Sampaio, y hoy se reunir¨¢ con el primer ministro y presidente de turno de la UE, Ant¨®nio Guterres; el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, y el representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Defensa de la Uni¨®n, Javier Solana. Durante la cumbre bilateral se abordar¨¢ tambi¨¦n la cooperaci¨®n en pol¨ªtica exterior y de defensa, la evoluci¨®n de Rusia tras la elecci¨®n del nuevo presidente, Vlad¨ªmir Putin, y la situaci¨®n en los Balcanes, especialmente las operaciones de paz en Bosnia y Kosovo.
En todo caso, el deseo estadounidense de dotarse de un escudo contra misiles de largo alcance es la principal patata caliente de la gira por Europa que Bill Clinton comenz¨® ayer en Lisboa, quiz¨¢ la ¨²ltima de su presidencia.
Rusia advierte de que una ruptura unilateral por parte de EEUU de la letra y el esp¨ªritu del tratado ABM de 1972 puede resucitar la carrera armament¨ªstica. Los Gobiernos de Par¨ªs y Berl¨ªn, al igual que Javier Solana, responsable de la pol¨ªtica exterior y de seguridad europea, tambi¨¦n han expresado su inquietud por la versi¨®n en miniatura de la guerra de las galaxias que, con la bendici¨®n de Clinton, est¨¢ ensayando el Pent¨¢gono.
Homenaje esperado
Pero Clinton dejar¨¢ ese asunto para el final de una gira dise?ada sobre todo para que los l¨ªderes europeos rindan homenaje tanto a su persona como al liderazgo de EEUU.
A s¨®lo cinco meses de las elecciones que designar¨¢n a su sucesor, Clinton trabaja esencialmente para los libros de historia. Y seg¨²n la lectura de la Casa Blanca, estos libros subrayar¨¢n que Clinton, aunque partidario inicialmente de un cierto repliegue de Estados Unidos sobre s¨ª mismo, termin¨® poniendo en juego todo el poder de la superpotencia en favor de la paz en Bosnia y Kosovo.
El protagonismo de EE UU en los Balcanes, fruto de la incapacidad de los europeos en asumir en solitario sus responsabilidades, la ampliaci¨®n de la OTAN a pa¨ªses del antiguo bloque sovi¨¦tico y el proceso de paz en Ulster ser¨¢n, seg¨²n la Casa Blanca, los grandes legados de Clinton con relaci¨®n al Viejo Continente. En contra de lo que se pensaba al final de la guerra fr¨ªa, el peso norteamericano en Europa, desde lo pol¨ªtico a lo cultural, pasando por lo militar, es ahora mayor.
En reconocimiento del car¨¢cter positivo que ese mayor peso norteamericano tiene para la unidad europea, Clinton recibir¨¢ el viernes, en Aachen (Alemania), el Premio Carlomagno. Clinton tambi¨¦n participar¨¢ en Berl¨ªn en una cumbre sobre la llamada tercera v¨ªa, convocada por el canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der. Aunque el canciller prefiere ahora desvincularse del concepto de tercera v¨ªa y hablar simplemente de modernidad.
Acompa?ado por el presidente portugu¨¦s, Jorge Sampaio, Clinton declar¨® ayer en la torre de Belem, en el comienzo de su gira europea: "Tenemos a¨²n que navegar por algunas aguas tormentosas". Pero la agenda de los contenciosos entre EEUU y Europa -la guerra del pl¨¢tano, los alimentos trasg¨¦nicos, los impuestos sobre el comercio en Internet o los conflictos sobre custodia de hijos- reflejan la desdramatizaci¨®n de las relaciones trasatl¨¢nticas. Lejos quedan los tiempos de la pol¨¦mica sobre los euromisiles; los problemas entre EEUU y los europeos son ahora querellas de familia.
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