Un degustador de ritmos

Tito Puente no le gustaba la salsa. El incansable percusionista siempre despreci¨® ese t¨¦rmino, que, seg¨²n ¨¦l, hab¨ªa contribuido a que la gente de hoy no se preocupe por distinguir los g¨¦neros y la variedad de la m¨²sica latina. "La salsa es para comer, un condimento", afirmaba. "Al decir la palabra salsa no se distingue una guajira de un mambo, de un chachach¨¢, un merengue, una cumbia o lo que sea". Comentaba, con humor, que una vez le hab¨ªan pedido que interpretara una salsa argentina.Sin embargo, su particular estilo s¨ª que "condiment¨®" el jazz de los a?os cuarenta y cincuenta. El latin jazz s¨®lo pudo surgir de los latidos de la m¨²sica afrocubana y, seg¨²n Tito Puente, ni siquiera los grandes del jazz americano fueron capaces de interpretarlo con autenticidad. "Las orquestas de jazz no pueden tocar latino bien ?nunca!; pero las latinas s¨ª pueden tocar jazz, y bien", dec¨ªa hace un par de a?os en una entrevista. "No saben sacarle el sabor que le sacamos nosotros porque ellos no tienen clave, no conocen los tumbaos del bajo ni los guajiros del piano".

En la particular cocina de la m¨²sica, Tito Puente fue sal y picante, pero tambi¨¦n un gran degustador de los ingredientes esenciales de la cultura latina.