N¨¢poles rinde homenaje a los 130 a?os de reinado de los Borbones en el sur de Italia
Un a?o de eventos pretende rehabilitar la leyenda negra y rescatar la memoria de Espa?a
La dinast¨ªa borb¨®nica que rein¨® en el sur de Italia entre 1734 y 1861 (una rama del tronco espa?ol instaurado con Felipe V) es a¨²n sin¨®nimo en la imaginer¨ªa popular del pa¨ªs de "retraso", "oscurantismo" y sordidez pol¨ªtica. ?Una realidad o un lugar com¨²n creado por la propaganda de los Saboya, la dinast¨ªa piamontesa que unific¨® Italia? La regi¨®n de Campania y el Ayuntamiento de N¨¢poles, que defienden lo segundo, han financiado un a?o de eventos con el t¨ªtulo Los Borbones. Un viaje a trav¨¦s de la memoria, destinado a recuperar y difundir la verdad hist¨®rica.
La historia italiana, como todas las historias nacionales, no est¨¢ exenta de propaganda. La tesis que celebran los libros de texto sobre la unificaci¨®n del pa¨ªs, en 1861, es una conquista del sur, en manos de una monarqu¨ªa anticuada, por un norte culto, rico y progresista. Las cr¨ªticas a la rama Sicilia de los Borbones se extienden, de hecho, al legado espa?ol que representa. Un complejo legado forjado en casi cuatro siglos de presencia espa?ola en el sur de Italia que ha dejado profundas huellas en el mezzogiorno, por m¨¢s que la intelectualidad progresista italiana minimice esta influencia, limit¨¢ndose a citar una y otra vez, al hablar de este periodo, la "mala organizaci¨®n" espa?ola. Algo que muchos italianos meridionales rechazan como un estereotipo inaceptable que ha penalizado al sur frente al norte.
"Los Borbones y el Reino de las Dos Sicilias han sido contemplados con el desprecio del vencedor. Lo que se dice de los Borbones: astutos, ladrones, atrasados, se dice de los meridionales, en general", explica Roberto Selvaggi, director de Campania 2000, la asociaci¨®n que coordina la iniciativa. "Han construido una nueva identidad nacional italiana con ciudadanos de clase A y de clase B. La unificaci¨®n no ha producido una Italia justa", a?ade.
Preguntas inc¨®modas
Sensible a este estado de ¨¢nimo que se percibe en N¨¢poles y en Sicilia, la regi¨®n Campania y el Ayuntamiento de la capital del mezzogiorno, ambos gobernados por el centro-izquierda, han decidido financiar con 185 millones de pesetas una serie de actividades y exposiciones que bajo el t¨ªtulo Los Borbones. Viaje a trav¨¦s de la memoria, se desarrollar¨¢ en el antiguo territorio de las Dos Sicilias desde la primavera de este a?o hasta abril de 2001. Recuperar el legado hist¨®rico del sur significa tambi¨¦n rehabilitar la memoria de Espa?a. No es casual que uno de los primeros invitados a la inauguraci¨®n haya sido el rey de Espa?a, Juan Carlos de Borb¨®n, heredero directo de Carlos III, uno de los Borbones mejor vistos en Italia.
El intento es ambicioso. Se trata de demoler una s¨®lida barrera de opiniones sedimentadas a lo largo de m¨¢s de un siglo con el ¨²nico arma de los datos y argumentos hist¨®ricos. En esto Selvaggi es contundente. "En v¨ªsperas de la unidad de Italia, el sur no estaba menos desarrollado que el Norte. Es m¨¢s, puede que la situaci¨®n fuera la contraria", dice Selvaggi, bas¨¢ndose en los datos reunidos por los estudiosos.
Bajo la dinast¨ªa borb¨®nica se construye el primer ferrocarril de Italia, que un¨ªa N¨¢poles con Portici (en 1839). Se edifican teatros y palacios, puertos y grandes obras p¨²blicas, se tasan los bienes del clero desde 1741, se construye el primer barco de vapor en Europa (astilleros de Castellammare) y una red de carreteras mod¨¦lica para la ¨¦poca. Se dictan leyes de protecci¨®n del territorio y se realiza la primera vacunaci¨®n masiva contra la viruela. "Todo esto demuestra que antes de la llegada de los Saboya, en el sur hab¨ªa un Estado que funcionaba con independencia de que pol¨ªticamente se cometieran muchos errores", a?ade Selvaggi.
Una opini¨®n compartida por historiadores del norte. Para Giorgio Rumi, profesor de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Mil¨¢n, los Borbones han sido v¨ªctimas de una aut¨¦ntica "demonizaci¨®n". "Ha habido una especie de leyenda antihist¨®rica en la ense?anza sobre los Borbones", a?ade.
Otro de los participantes, Paolo Mieli, director editorial de Rizzoli y ensayista, defendi¨® la necesidad de ahondar en esa recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica. Por m¨¢s que los historiadores hayan "iluminado finalmente el perfil de esta dinast¨ªa, resaltando los m¨¦ritos junto a las sombras, la opini¨®n p¨²blica permanece inalterada". Seg¨²n Mieli, los italianos "hemos preferido sepultar m¨¢s de un siglo de historia bajo el estereotipo, quiz¨¢s para evitar preguntas inc¨®modas". Seg¨²n Selvaggi, se pretende simplemente "que se acepte la identidad propia del sur en la historia global de Italia".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.