Escuelas p¨²blicas con due?o JOAN SUBIRATS
Quiz¨¢ nunca se hab¨ªa sido tan consciente de la importancia de la formaci¨®n en el desarrollo personal y profesional de cada cual. La educaci¨®n se ha convertido en un elemento central de las pol¨ªticas activas de promoci¨®n del empleo, de lucha contra la exclusi¨®n, de integraci¨®n y de cohesi¨®n social. Hoy, sin un nivel educativo m¨ªnimo (cada vez m¨¢s alto) no logras, simplemente, acceder. Quedas fuera. Y gracias a la educaci¨®n, en cambio, puedes tener opciones, mucho m¨¢s de lo que nadie era capaz de imaginar en la estable y r¨ªgida sociedad industrial. Pero todo ello ha aumentado la tensi¨®n en las instituciones educativas cl¨¢sicas. Muchos entienden que comprar una buena formaci¨®n, hoy, es sin¨®nimo de garant¨ªa de futuro, y si ello se hace adem¨¢s sin riesgos de heterogeneidad social, mucho mejor. Pero ello puede generar graves problemas de convivencia e hipotecar la cohesi¨®n social.Ante ese panorama resulta cada vez m¨¢s evidente, desde mi punto de vista, que hemos de avanzar en pol¨ªticas de fuerte contenido transversal y de fuerte presencia local si queremos responder a las exigencias de una sociedad que reclama capacidad de adaptaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas a las diferentes realidades sociales y personales existentes. Esa flexibilidad, esa capacidad de heterogeneidad desde la solidaridad, es dif¨ªcil imaginar que se pueda dar mucho m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito local. Deber¨ªa avanzarse en la constituci¨®n de consejos territoriales educativos en los que estuvieran presentes y asumieran responsabilidades las instituciones y los agentes sociales de la zona, en una l¨®gica de colaboraci¨®n y asociaci¨®n p¨²blica-privada, para abrir mucho m¨¢s las instituciones educativas hacia el entorno social y econ¨®mico en el que se insertan, y conseguir al mismo tiempo una responsabilizaci¨®n de la comunidad sobre el funcionamiento de las escuelas. No nos referimos s¨®lo a la formaci¨®n profesional, sino a todo el conjunto de la ense?anza obligatoria.
Podr¨ªa empezarse con experiencias piloto en zonas donde ya existe una cierta predisposici¨®n a ello, pero confiriendo aut¨¦nticas competencias y autonom¨ªa a esos consejos de zona o de comarca. Esa ha sido la l¨ªnea emprendida en Gran Breta?a en los ¨²ltimos meses, con las llamadas Education Action Zones (EAZ), que re¨²nen unas 30 o 40 escuelas (primarias y secundarias) de un territorio determinado. Uno de los objetivos b¨¢sicos de la nueva iniciativa es "implicar a los padres y a las comunidades locales en la educaci¨®n de nuestros ni?os y j¨®venes, a fin de reducir la exclusi¨®n social y de desarrollar asociaciones efectivas a escala local para mejorar la calidad". Como se afirma en la documentaci¨®n disponible sobre el tema, "la experiencia ha demostrado que los programas convencionales no funcionan en ciertos casos, y que s¨®lo la implicaci¨®n de los padres y de las comunidades locales puede ofrecer v¨ªas de avance (...). Los datos demuestran que el nivel aumenta con mayor rapidez cuando padres y comunidades locales se implican en la marcha de los centros (...). La gente del sitio es la que est¨¢ en mejor situaci¨®n para identificar los problemas y los retos a los que se enfrentan sus escuelas. Son ellos quienes saben mejor que nadie qu¨¦ iniciativas conviene tomar, qu¨¦ conviene financiar y qu¨¦ v¨ªas de trabajo deben probarse". Para ello, el Gobierno brit¨¢nico establece un foro educativo local que re¨²ne a todos los sectores implicados en el desarrollo local y en la educaci¨®n (autoridades locales, padres, profesores, empresarios, comerciantes, sindicatos, asociaciones de vecinos, entidades y asociaciones c¨ªvicas, polic¨ªa, autoridades judiciales...) con un profesional nombrado por el Gobierno que asume las labores de activaci¨®n y coordinaci¨®n, y con fondos especiales que gestiona el foro. Una parte sustancial de esos fondos proceden de la Administraci¨®n central, pero una fracci¨®n de los mismos s¨®lo resulta disponible si surgen otros fondos en la misma zona que demuestren con hechos y recursos la implicaci¨®n de todos en el futuro educativo de la comunidad.
No es esa la ¨²nica iniciativa que existe a escala internacional. Se han organizado experienciassimilares en Francia, aunque mucho m¨¢s vinculadas a cuestiones de seguridad y mejora de la calidad en zonas deprimidas. Y tambi¨¦n en Estados Unidos, desde una perspectiva mucho m¨¢s aut¨®noma de la sociedad civil, existe un fuerte movimiento que trata de buscar en la relaci¨®n escuela-territorio elementos de vivificaci¨®n com¨²n y de mejora cualitativa. La iniciativa en Estados Unidos lleva el significativo t¨ªtulo de Communities in Schools (CIS), y se ha ido extendiendo por todo el pa¨ªs desde hace ya 20 a?os. En enero de este a?o abarcaba 1.500 escuelas en 292 comunidades, con m¨¢s de un mill¨®n de ni?os y j¨®venes implicados en sus actividades. Una de las ideas clave que han servido para extender la red es que son m¨¢s las relaciones sociales que logran cambiar a la gente y formarla que los propios programas formativos.
Se trata, en definitiva, de un conjunto de propuestas tan discutibles como otras, pero que est¨¢n animadas por un hilo com¨²n: avanzar hacia la superaci¨®n de un modelo centralista y homogeneizador que, si bien ha podido tener sentido en los a?os de institucionalizaci¨®n auton¨®mica, ahora es totalmente insostenible. Un material tan sensible como es la educaci¨®n deber¨ªa ser, cada vez m¨¢s, responsabilidad de todos y, sobre todo, de los m¨¢s cercanos, que mejor conocen que sucede y qu¨¦ recursos se pueden movilizar para su soluci¨®n. La Generalitat debe tener un papel clave en todo ello. A diferencia de lo que muchos quiz¨¢ imaginan, su poder, su capacidad de influencia, se acrecentar¨ªa si en vez de dedicarse a apagar incendios y gestionar n¨®minas pudiera dedicarse a hacer pol¨ªtica educativa de pa¨ªs. Unas escuelas p¨²blicas con due?o. Son escuelas en las que se sepa a qu¨¦ atenerse, a qui¨¦n dirigirse, y que cada comunidad, cada localidad o barrio sepan a qui¨¦n concretamente se pueden pedir responsabilidades. Postulo, en definitiva, descentralizar y responsabilizar.
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