El agua como factor de vertebraci¨®n territorial MANEL NADAL / MARTA CAMPS / JOSEP M. SIM?

La soluci¨®n a los problemas h¨ªdricos de Catalu?a, o m¨¢s concretamente, de las cuencas internas de Catalu?a, se est¨¢ convirtiendo en un debate urgente y a la vez ineludible, porque los ciclos de sequ¨ªa son cada vez m¨¢s frecuentes, las fuentes de abastecimiento tradicionales se secan y nuestros r¨ªos requieren una acci¨®n decidida de recuperaci¨®n de caudales. El debate hay que centrarlo, es cierto, en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Pero no s¨®lo le falta agua a la capital, sino que otros muchos municipios del entorno (del Vall¨¨s Oriental y Occidental, Maresme, Garraf, Anoia e incluso de la Costa Brava) se encuentran en una situaci¨®n delicada y han sufrido restricciones en alguna ocasi¨®n. Se trata de una zona con 4,4 millones de habitantes y 100 municipios que actualmente ya sufren problemas de garant¨ªa en el suministro. Los expertos coinciden en que falta y faltar¨¢ agua.Tenemos claro el diagn¨®stico; ahora nos hace falta encontrar el remedio. Se plantean dos cuestiones b¨¢sicas: ?cu¨¢nta agua falta y cu¨¢nta m¨¢s se prev¨¦ que acabar¨¢ faltando? Y ?c¨®mo se puede solucionar este d¨¦ficit? Algunos expertos aseguran que en estos momentos ya ser¨ªan necesarios 60 hect¨®metros c¨²bicos adicionales por a?o para disponer de un abastecimiento fiable y con garant¨ªas como el que ya tienen otras grandes urbes europeas. Pero el d¨¦ficit a medio y largo plazo se puede evaluar sobre los 300 hect¨®metros c¨²bicos por a?o para cubrir el posible aumento de demanda, devolver agua al Ter y aligerar la presi¨®n sobre algunas fuentes y r¨ªos, que ahora est¨¢n sobreexplotados y que presentan unos niveles de calidad p¨¦simos. Parece claro que s¨®lo hay cuatro alternativas viables: 1. Una pol¨ªtica de fomento del ahorro, de reutilizaci¨®n de aguas depuradas y de desalaci¨®n; 2. Incrementar el minitrasvase del Ebro o plantear otros desde la desembocadura; 3. Una tra¨ªda de aguas desde la subcuenta Segre-Pallaresa; 4. El trasvase del R¨®dano. Las alternativas de recursos externos son las tres viables, t¨¦cnica y econ¨®micamente. Ahora se abre el interrogante m¨¢s dif¨ªcil: ?qu¨¦ soluci¨®n hay que adoptar?

Debemos hablar de opciones combinadas, porque todo el mundo asume la necesidad de realizar una gesti¨®n integral del agua y de conseguir una acci¨®n lo m¨¢s respetuosa posible con el entorno. El R¨®dano se presenta como una posibilidad segura y perfectamente factible, porque los franceses est¨¢n encantados de vendernos el agua y no genera grandes oposiciones; el posible trasvase del Ebro suscita un rechazo visceral en el territorio y pondr¨ªa en peligro el caudal m¨ªnimo del r¨ªo en el delta; y es muy arriesgado plantear una transferencia del Segre-Pallaresa porque limitar¨ªa el desarrollo futuro de las tierras de Lleida. Ante esta encrucijada, la alternativa menos problem¨¢tica parece estar en Francia, pero hay que explicarlo todo: traer agua del R¨®dano nos costar¨¢ 20.000 millones de pesetas al a?o, de los cuales 3.250 ir¨ªan a parar a la concesionaria francesa que nos vender¨ªa el agua (325 hect¨®metros c¨²bicos al a?o a raz¨®n de 10,4 pesetas por metro c¨²bico). Sacamos cuentas y surgen varios interrogantes: ?por qu¨¦ no se podr¨ªa destinar este dinero a mejoras en el territorio catal¨¢n y no regalarlo, junto con la inversi¨®n, a los franceses? Esta cantidad, como m¨ªnimo los 3.250 millones al a?o s¨®lo por la compra del agua, podr¨ªa revertir en la mejora de infraestructuras, sobre todo vinculadas al regad¨ªo, ya que hay que tener en cuenta que la Ley de Aguas vigente en el Estado abre la puerta al mercado del agua porque permite a los concesionarios del agua venderla a cambio de compensaciones.

Por eso, quiz¨¢ vale la pena conocer bien las cifras y compararlas, valorando desde el territorio las ventajas de una soluci¨®n catalana a los d¨¦ficit de la regi¨®n de Barcelona. Desde una ¨®ptica desapasionada parece posible, y seguramente ser¨ªa lo m¨¢s racional y deseable un pacto entre el mundo rural y el urbano, entre la Catalu?a de las cuencas del Ebro y la Catalu?a de las cuencas internas, permitir¨ªa acabar con los problemas de suministroy paralelamente contribuir al desarrollo de la Catalu?a interior y a la vertebraci¨®n del pa¨ªs.

Pero este acuerdo territorial catal¨¢n necesita, como requisito previo e imprescindible, contar con la complicidad de los ciudadanos de las cuencas cedentes.

Por otro lado, tambi¨¦n queremos apuntar las ventajas de la opci¨®n del R¨®dano. Podr¨ªa ser un buen proyecto de vertebraci¨®n territorial europea del arco mediterr¨¢neo. Nos explicaremos: los catalanes tendremos que valorar el impacto emocional positivo que supondr¨ªa encabezar un proyecto de red europea del agua que nos permitiera ser solidarios con el litoral mediterr¨¢neo, Pa¨ªs Valenciano, Mallorca, Murcia, y llegar incluso hasta Andaluc¨ªa, adem¨¢s de beneficiar indirectamente a Arag¨®n y reforzar el eje Barcelona-Valencia frente al de Madrid-Valencia. En estos momentos, el Gobierno est¨¢ acabando el Plan Hidrol¨®gico Nacional, que plantear¨¢ la aportaci¨®n de caudales a las cuencas con d¨¦ficit estructurales, como las del Levante. Ante esta tesitura, ser¨ªa deseable que los catalanes tuvi¨¦semos una posici¨®n determinada y que contribuy¨¦ramos, condicionando incluso, a la aprobaci¨®n del mencionado plan. Debemos reclamar una soluci¨®n al d¨¦ficit de las cuencas internas, pero a la vez podemos ayudar a resolver los conflictos que sin ninguna duda plantear¨¢ la planificaci¨®n hidrol¨®gica estatal. No nos podemos limitar a rechazar de ra¨ªz cualquier trasvase del Ebro, sino que debemos contribuir a buscar soluciones e incluso a aportarlas. Lo peor que nos podr¨ªa pasar es que nos enzarz¨¢ramos en una pol¨¦mica sobre el Ebro, el Segre-Pallaresa o el R¨®dano mientras el Plan Hidrol¨®gico apuesta claramente por un trasvase del Ebro hacia Levante o el sur de Espa?a.

Manel Nadal i Farreras, Marta Camps i Torrens y Josep M. Sim¨® i Huguet son diputados del Grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi y miembros del grupo de trabajo de Recursos H¨ªdricos creado por el Departamento de Medio Ambiente.