Un libro resume en textos y grabados la trayectoria y el pensamiento de Chillida

Los caminos de la creaci¨®n est¨¢n revestidos de incertidumbre hasta para un artista como Eduardo Chillida. "Cuando trabajo siento el aroma, me dejo guiar por la intuici¨®n, pero desconozco el resultado final de la obra". Aromas es el t¨ªtulo de un nuevo libro que, a trav¨¦s de obra gr¨¢fica, poemas y citas filos¨®ficas, resume el pensamiento y la trayectoria del autor y se muestra por primera vez en una exposici¨®n en la donostiarra Galer¨ªa DV.

La muestra, que se inaugur¨® ayer y permanecer¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 16 de julio, ofrece como pocas las claves para aproximarse a la obra de un artista. Profundiza en el camino de la creaci¨®n, a trav¨¦s de los temas que han marcado la trayectoria de Chillida: el mar, la luz, el tiempo, el espacio vac¨ªo, la tolerancia, la libertad,... Y lo hace con un calculado equilibrio de obra gr¨¢fica y reflexiones del artista. Habla sobre lo desconocido y muestra unas manos. Despu¨¦s escribe: "Tengo las manos de ayer, me faltan las de ma?ana". El libro, editado por el franc¨¦s Edouard Weiss, incluye cinco aguafuertes, tres xilograf¨ªas, dos serigraf¨ªas, 22 bocetos y dibujos de Chillida, adem¨¢s de los textos y las citas de fil¨®sofos de todos los tiempos que los acompa?an. Se han editado 120 ejemplares sobre papel blanco eskulan, adem¨¢s de otros nueve sobre el mismo material enriquecido de papel gris, con un formato de 53 x 42 cent¨ªmetros. La caja encuadrada que soporta esta obra est¨¢ compuesta por collages inspirados en las puertas monumentales realizadas por Chillida para la Bas¨ªlica de Ar¨¢nzazu.

Los libros, numerados y firmados por el artista, se venden a tres millones de pesetas y constituyen un aut¨¦ntico retrato del escultor. "Me considero un artista conceptual", dice. "Un conceptualismo que est¨¢ autolimit¨¢ndose y autocritic¨¢ndose constantemente. A m¨ª me interesa m¨¢s lo que pasa entre las formas que las obras en s¨ª mismas".

El equilibrio de esta obra no es casual; es fruto del tes¨®n del editor franc¨¦s, arropado en todo momento por la mujer del autor, Pilar Belzunce, y su hijo, Ignacio Chillida, responsable de la edici¨®n de los grabados. "He intentado no recurrir a un orden acad¨¦mico, sino establecer un paralelismo entre los temas y algunas de las obras m¨¢s significativas de Eduardo", dijo ayer horas antes de la inauguraci¨®n de la muestra. En la exposici¨®n figuran bocetos de una de sus creaciones m¨¢s emblem¨¢ticas, El peine de los vientos.

"Mi escultura", se?ala Chillida, "es la soluci¨®n a una ecuaci¨®n que en lugar de numeros tiene los elementos; el mar, el viento, los acantilados, el horizonte, la luz. Las formas de acero se mezclan con las fuerzas y los aspectos de la naturaleza, dialogan con ellos; son preguntas y afirmaciones". Tambi¨¦n figura un boceto del Monumento a la tolerancia, que ubic¨® en Sevilla junto a un texto en alem¨¢n que se?ala: "Ma?ana seremos tolerantes", y refleja el miedo a no serlo nunca.

El escultor donostiarra muestra en este libro que las dudas, las obsesiones y las preocupaciones, nunca abandonan a un artista, ni a los 76 a?os. "Yo ya no entiendo casi nada, pero el espacio es hermoso, silencioso, perfecto. Yo no entiendo casi nada, pero comparto el azul, el amarillo, el viento. Guiado por un aroma, cada obra es un paso entre lo conocido y lo ignorado". Weiss, que le conoce, apoya esta afirmaci¨®n con una cita de Einstein -"Lo m¨¢s bello que podemos probar es el misterio de las cosas"- y plasma el espiritu de contradicci¨®n del artista en otra de Braque: "Siempre hay que tener dos ideas, una para matar a la otra". Todas las citas figuran en su idioma original.

Aromas no es el primer trabajo de estas caracter¨ªsticas realizado por Chillida y el editor franc¨¦s. Weiss, que se vanagloria de colaborar exclusivamente con los artistas a los que admira, edit¨® en 1996 un trabajo del escultor donostiarra sobre Juan Sebasti¨¢n Bach. Precisamente este libro se exhibir¨¢ en noviembre en una muestra en el centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebasti¨¢n.