Una geoda gigantesca descubierta en una mina de Almer¨ªa asombra a los cient¨ªficos
La cavidad, de ocho metros de largo y casi dos de alto, est¨¢ tapizada de cristales transparentes
En los mercadillos de minerales y en las tiendas especializadas se pueden ver y adquirir geodas: piedras huecas tapizadas por atractivos cristales, normalmente de cuarzo. Su tama?o suele ser de unos cent¨ªmetros. Por eso, el ge¨®logo Javier Garc¨ªa-Guinea no pudo contener un grito de asombro cuando el pasado d¨ªa 27 meti¨® la cabeza por una abertura practicada en una antigua mina de plata de Almer¨ªa y se encontr¨® en una geoda gigantesca, tapizada de grandes cristales de yeso de excepcional transparencia. La c¨¢mara mide ocho metros de longitud, 1,8 de anchura y 1,7 de altura, y en ella cabr¨ªan diez pesonas.
"He buscado en las bases de datos internacionales, con miles de referencias, y no encuentro nada similar a esta geoda en el mundo", afirma Garc¨ªa-Guinea, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). ?l describe la c¨¢mara: "Los prismas cristalinos de medio metro, como media, cubren toda la cavidad (suelo, techo y paredes), que tiene forma de bal¨®n de rugby y un tama?o muy superior al de las mayores geodas que pueden conseguirse en algunas regiones de la Tierra, como el sur de Brasil, donde las geodas de cuarzo amatista pueden rondar el metro de di¨¢metro y alcanzan altos precios". Ahora, el primer objetivo tras el hallazgo es proteger la geoda; el segundo, estudiarla, y el tercero, pensar c¨®mo mostrarla al p¨²blico sin que se estropee. El CSIC se ha puesto inmediatamente en contacto con la Junta de Andaluc¨ªa para estudiar la c¨¢mara -que puede tener unos cinco o seis millones de a?os- y su zona. Sistemas de sensores de temperatura, de humedad y de vibraciones que acumulen datos registrados en la geoda y en su entorno son las primeras medidas que quieren tomar los cient¨ªficos. Mientras tanto, Pulpi, el municipio de Almer¨ªa que aloja la extra?a formaci¨®n geol¨®gica, a trav¨¦s de su alcaldesa Mar¨ªa Dolores Mu?oz, ha tomado las primeras y urgentes medidas de protecci¨®n. La entrada a la cueva ha sido clausurada y est¨¢ vigilada.
Garc¨ªa-Guinea, acompa?ado, seg¨²n coment¨® a este peri¨®dico, de Jos¨¦ Mar¨ªa Calaforra (profesor de la Universidad de Almer¨ªa y experto en yesos), Mart¨ªn Fern¨¢ndez (naturalista y prospector), ?ngel Romero (mineralogista de Almer¨ªa) y Paula L¨®pez Arce (becaria del CSIC), entr¨® en la cueva el 27 de mayo para hacer un reconocimiento de la geoda.
Transparencia y tama?o
Los cristales de yeso que cubren enteramente su interior tienen una gran transparencia, hasta el punto que se puede leer la letra peque?a de un libro a trav¨¦s de piezas gruesas, pero no es una caracter¨ªstica ¨²nica de esos prismas; su gran tama?o -algunos alcanzan los dos metros- tampoco es excepcional en piezas aisladas. Lo realmente asombroso para los expertos es el conjunto de estas caracter¨ªsticas en un volumen tan ins¨®litamente grande.
La defensa y el propio descubrimiento de la geoda van unidos. "La mina de plata se cerr¨® en los a?os sesenta o setenta, yo he visto all¨ª cajas de explosivos de esas fechas", relata Garc¨ªa- Guinea. "Inmediatamente despu¨¦s del cierre comenz¨® la actividad de neominer¨ªa: grupos de coleccionistas y de comerciantes que van a picar, corriendo grandes riesgos porque se trata de una mina abandonada, para extraer trozos de minerales que tienen mercado". En diciembre del a?o pasado, uno de esos neomineros iba siguiendo una veta interesante en la mina abandonada, dio unos martillazos en una pared y abri¨® un boquete. Cuando meti¨® la cabeza e ilumin¨® el interior descubri¨® la gran c¨¢mara de cristales.
Desde entonces, los rumores acerca de la existencia de la joya subterr¨¢nea empezaron a circular entre los neomineros, mientras Romero y su colega Manuel Guerrero hac¨ªan todo lo posible por mantener el secreto y proteger la geoda. Garc¨ªa-Guinea, que alaba el esfuerzo de Romero y Guerrero, vi¨® el peligro inminente en forma de unos minerales envueltos en papel de peri¨®dicos alemanes abandonados en la mina y en los dos cristales de la geoda que ya han sido arrancados, dos prismas que pueden estar ya en alg¨²n mercadillo de minerales, en Espa?a o fuera.
Explotaci¨®n tur¨ªstica
Ahora, tras la primera exploraci¨®n de cient¨ªficos del CSIC y sus colegas andaluces, se planean dos l¨ªneas de actuaci¨®n: la investigaci¨®n cient¨ªfica y el estudio de viabilidad de la explotaci¨®n tur¨ªstica, dado el atractivo de la geoda.
El primer grupo de exploraci¨®n de la c¨¢mara midi¨® en su interior una temperatura de 20 grados y una humedad inicial del 65% que aument¨® hasta 90% cuando los cinco miembros del equipo estaban dentro, frente a un 55% de humedad exterior. La visita dur¨® una hora y apreciaron ya condensaci¨®n del vaho de su respiraci¨®n en los cristales de yeso. Adem¨¢s, las puntiagudas piezas del suelo ced¨ªan y se doblaban al pisarlas, por m¨¢s cuidadado que pusieran.
El yeso es delicado. Garc¨ªa-Guinea explica que en los experimentos que estaba realizando en su laboratorio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) justo antes del hallazgo de la geoda, observ¨® que basta una luz intensa para producir deshidrataci¨®n y, por tanto, opacidad en cristales de yeso.
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