"Los inmigrantes son personas, no un problema de orden p¨²blico"
Manuel Pimentel (Sevilla, 39 a?os) no volver¨¢ a la pol¨ªtica activa, pero eso no le impide discrepar del enfoque de la inmigraci¨®n que hace el Gobierno y del proyecto de reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, que precisamente hoy el Ejecutivo entrega al Foro de la Inmigraci¨®n.Su paso por la pol¨ªtica lo considera un par¨¦ntesis, tras el que ha vuelto a Sevilla al mundo de la empresa, como copresidente del Grupo Detea, y a las actividades de ingeniero, piloto, licenciado en derecho y aficionado a la arqueolog¨ªa y la historia. Manuel Pimentel cerr¨® esa etapa pol¨ªtica en febrero con la dimisi¨®n como ministro de Trabajo, debido a las irregularidades cometidas por un colaborador.Pero en su fulminante marcha pes¨® un profundo desacuerdo con c¨®mo se estaba gobernando el conflicto de El Ejido, y con la utilizaci¨®n desde el Gobierno y el Partido Popular de esos sucesos racistas como base argumental para endurecer la Ley de Extranjer¨ªa y para no respetar el consenso logrado por todos los grupos pol¨ªticos. Unas discrepancias que Pimentel mantiene con el partido en el que milita porque cree que la Ley de Extranjer¨ªa no se debe reformar.
Pregunta. ?Est¨¢ decepcionado de la pol¨ªtica?
Respuesta. No, lejos de lo que pueda parecer, no tengo ninguna sensaci¨®n amarga. He tenido ocasi¨®n de conocer a los principales actores pol¨ªticos y creo que la talla media del pol¨ªtico es muy alta.
P. ?Por qu¨¦ se march¨® del Gobierno de forma tan fulminante?
R. Hay que saber dejar un cargo si uno cree que tiene razones objetivas; con total naturalidad, se vuelve a la actividad de donde uno proviene.
P. Pero se lo comunic¨® a la prensa antes que al presidente Aznar.
R. Uno debe dimitir cuando considera que debe hacerlo y es un tema que forma parte de la reflexi¨®n personal; por eso lo decid¨ª, lo anunci¨¦ y se lo comuniqu¨¦ al presidente.
P. ?Tem¨ªa que no le aceptase la dimisi¨®n a un mes de las elecciones generales de marzo?
R. Sencillamente, cre¨ª que deb¨ªa dimitir y lo hice. Sin embargo, siempre he tenido claro que esa dimisi¨®n no iba a da?ar en absoluto al Partido Popular, sino todo lo contrario.
P. Sobre todo, porque ha mantenido un silencio durante meses.
R. Dije lo que ten¨ªa que decir. Adem¨¢s, eso hay que verlo con mucha naturalidad.
P. ?Ha vuelto a hablar con Aznar desde entonces?
R. Estuve con ¨¦l en un acto simp¨¢tico, tras el discurso de investidura, en el que los que hab¨ªamos sido ministros en la pasada legislatura le entregamos una placa.
P. ?Qu¨¦ le dijo?
R. Fue un acto r¨¢pido, me dirigi¨® un saludo cordial y educado.
P. Ning¨²n partido perdona la indisciplina y no creo que su caso vaya a ser la excepci¨®n, ?est¨¢ acabada su carrera pol¨ªtica?
R. Tengo el firme prop¨®sito de no volver a la pol¨ªtica. S¨ª deseo seguir participando en el debate p¨²blico, pero desde el lado de las ideas y de las opiniones. Milito en el PP, soy miembro del comit¨¦ ejecutivo nacional y seguir¨¦ en el PP haciendo las tareas que tenga a bien.
P. ?Se ve en el futuro en el PSOE o en otro partido?
R. Ha terminado mi carrera pol¨ªtica, pero mi partido es el PP. Llevo muchos a?os trabajando por un proyecto de centro y, por tanto, mi proyecto est¨¢ en el PP y en ¨¦l voy a continuar.
P. Un partido con el que mantiene serias discrepancias por la Ley de Extranjer¨ªa desde antes de su dimisi¨®n. ?Eso no ha modificado sus buenas relaciones con el PP?
R. Es sano que haya debate interno. Yo tengo una l¨ªnea de trabajo, que tambi¨¦n la ten¨ªan otras personas, distinta a la que finalmente parecer que est¨¢ prosperando en el actual Gobierno. Eso es se?al de democracia.
P. ?Cree que la Ley de Extranjer¨ªa no se debe reformar?
R. El fen¨®meno de la emigraci¨®n afecta a toda la sociedad y no es bueno que se apliquen mayor¨ªas absolutas para modificarla. Hay algo en lo que no debe cambiar la ley: a los inmigrantes hay que verlos como personas, no como ilegales, y los compromisos internacionales nos obligan a darles una asistencia y una serie de derechos. No ser¨ªa positivo que el avance que se dio en la ley quede ahora modificado, los derechos no deben tocarse.
P. ?Teme que la reforma suponga un recorte de derechos?
R. Estoy seguro de que la cordura va a terminar imperando, y la cordura nos dice que la ley tiene aspectos mejorables y que se debe hacer por consenso, y mi apuesta personal es que no se toquen los derechos de las personas.
P. ?Qu¨¦ le parece que las competencias se hayan pasado de Trabajo a Interior y que el tema de Extranjer¨ªa se aborde como un problema de orden p¨²blico?
R. El fen¨®meno de la inmigraci¨®n es de toda la sociedad y hay que abordarlo desde todas las responsabilidades. No cabe duda de que Interior tiene una parte importante, como el control de las fronteras, o en su caso, el orden p¨²blico, pero tambi¨¦n la tiene Exteriores, Justicia, Educaci¨®n, Sanidad y, desde luego, Trabajo y Asuntos Sociales. La ubicaci¨®n l¨®gica de una figura, yo creo que muy afortunada, del delegado del Gobierno para la Inmigraci¨®n, con una persona muy adecuada y de gran talla pol¨ªtica, no tendr¨ªa que haber sido Interior, sino que deber¨ªa haber sido Presidencia. ?Por qu¨¦ se ha tomado esa decisi¨®n? No lo s¨¦, habr¨ªa que pregunt¨¢rselo al presidente del Gobierno. De las distintas opciones, se ha considerado la m¨¢s importante la del orden p¨²blico, que es respetable, pero no debe ser la ¨²nica.
P. No parece que el problema fundamental sea el orden p¨²blico.
R. Interior es un ministerio que tiene mucho que hablar, pero es uno m¨¢s. El darle ese protagonismo supone que han ganado determinadas tesis dentro del Gobierno y los inmigrantes son personas, no un problema de orden p¨²blico. No me parece una visi¨®n acertada.
P. ?Han ganado las tesis m¨¢s duras?
R. No creo que haya duros y blandos, o palomas y halcones. ?ste es un poliedro y sencillamente ha ganado una sola cara.
P. Parece que se ha tomado como referencia el caso de El Ejido, y el brote de violencia racista.
R. La opci¨®n del orden p¨²blico ha prevalecido sobre todas las dem¨¢s, y no es la ¨²nica ni la m¨¢s importante.
P. Los inmigrantes vienen buscando una vida mejor, pero ?no cree que Espa?a tambi¨¦n los necesita como trabajadores, sobre todo en algunas zonas y actividades?
R. Las palabras no son inocentes, y se est¨¢ dando la imagen p¨²blica de la inmigraci¨®n como un problema. No cabe duda que en Espa?a, con una tasa de natalidad baj¨ªsima y una esperanza de vida alta, vamos a necesitar personas de fuera. Hay dos actitudes, decir aqu¨ª no viene nadie porque esto es un problema y hay que cerrar las fronteras, o decir que es un proceso que hay que abordar. Yo claramente me inclino por la segunda, y la Ley de Extranjer¨ªa ha supuesto un avance importante para ordenarlo.
P. Entonces no comparte la afirmaci¨®n del ministro Mayor Oreja de que la inmigraci¨®n va a ser el problema de los pr¨®ximos a?os.
R. La inmigraci¨®n no es un problema, es un fen¨®meno importante para el futuro, y depende de c¨®mo se aborde ser¨¢ un problema o una fuente de riqueza y bienestar para todos.
P. Por los datos que conoce, ?cu¨¢ntos inmigrantes puede aceptar Espa?a?
R. Hemos ido aprobando un contingente de 30.000 trabajadores al a?o, una cifra claramente insuficiente. Est¨¢n viniendo muchos m¨¢s y tenemos que adoptar un sistema flexible. Una persona que quiere venir, como ve que el sistema legal es muy restrictivo, al final opta por la v¨ªa ilegal arriesgando su vida en una patera. De ah¨ª que dar garant¨ªas, que la gente sepa que tiene procedimientos legales, que nosotros seamos los que gobernemos el proceso, evitar¨ªa mucho la actividad de las mafias.
P. ?Qu¨¦ echa de menos de su etapa de ministro?
R. Ha sido una etapa muy bonita y lo que m¨¢s echo de menos es la gente con la que he trabajado en el ministerio. Tuve un equipo estupendo, en lo profesional y en lo personal.
P. Me choca que diga eso cuando tuvo que salir por las irregularidades de un colaborador, una circunstancia que se ha producido con muchos pol¨ªticos ca¨ªdos.
R. Hay que asumir eso y es un riesgo que se corre en la empresa, en la familia o entre los amigos. Esos episodios puntuales no cambian mi grado de satisfacci¨®n con las personas con las que trabaj¨¦.
P. En el di¨¢logo social que ahora se inicia, ?cree que se pueden obtener resultados similares a los de la anterior legislatura, con una decena de pactados logrados?
R. Hay un buen ambiente, y el presidente del Gobierno lo ha planteado bien dando prioridad a las reuniones con los agentes sociales.
P. ?Qu¨¦ grandes reformas considera necesarias?
R. M¨¢s que grandes reformas, estamos en un momento de mejoras, de avances, pero sin cambios de rumbo. Coincido en que hay que crear m¨¢s empleo y darle m¨¢s estabilidad, y hay que reducir los accidentes de trabajo, que parece que es una de las prioridades.
P. Para resolver la precariedad en el empleo, ?hace falta abaratar el despido?
R. En los debates previos veo que el abaratamiento del despido ha dejado de ser el gran debate, que a m¨ª siempre me pareci¨® muy pobre. En Espa?a, en estos momentos, el problema no es abaratar el despido, y en ning¨²n caso debe ser el objetivo.
P. Me parece que se fue con la insatisfacci¨®n de no haber mejorado la elevada siniestralidad.
R. S¨¦ que no consegu¨ª algunas cosas, y una de ellas es que mi balance en siniestralidad no es positivo. No hemos sabido resolverlo y tambi¨¦n hay que prestar un mayor esfuerzo a la formaci¨®n profesional, otra de las materias en las que no puedo sentirme satisfecho.
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