El Gobierno israel¨ª augura cambios en las relaciones con el sucesor de Hafez el Asad
A pesar de la incertidumbre que reinaba ayer sobre el futuro de Siria, el Gobierno israel¨ª cree que ser¨¢ posible alcanzar la paz con Bachar el Asad, el hijo y sucesor de Hafez el Asad, fallecido el s¨¢bado. Israel se debate entre la alerta y la esperanza. Tras la muerte de Asad el s¨¢bado, "nos encontramos en otro Oriente Pr¨®ximo diferente, que tendremos que estudiar", afirm¨® ayer el primer ministro israel¨ª, el laborista Ehud Barak. "Es de suponer que habr¨¢ cambios en varios campos", declar¨® Barak, aunque no se puede evaluar "cu¨¢ndo se reabrir¨¢ la ventana de las negociaciones con Siria".
"Israel considera fundamental la estabilidad en la frontera con Siria y con L¨ªbano , y espera que los sirios adopten una actitud similar", manifest¨® Barak, que opin¨®: "Al parecer, a corto plazo, ¨¦sa ser¨¢ la situaci¨®n". Barak se entrevist¨® ayer por tel¨¦fono con el presidente estadounidense, Bill Clinton; el egipcio, Hosni Mubarak, y el rey Abdal¨¢ de Jordania. "Ciertamente, la muerte de Asad no puede tener un impacto negativo. No est¨¢bamos avanzando, as¨ª que, a la larga, lo ¨²nico que puede pasar es que mejoremos", declar¨® el analista Mark Heller, citado por Reuters. En las calles, tanto israel¨ªes como palestinos coincid¨ªan en que el futuro del proceso de paz tiene ahora mejor aspecto. "Es bueno para Israel. ?l ten¨ªa un car¨¢cter muy duro para su pa¨ªs y para su regi¨®n. Ahora hay esperanza de que su hijo sea m¨¢s moderado", dec¨ªa Meir Mizrahi, de 61 a?os, en Jerusal¨¦n. "Esperamos que la nueva sangre que gobierna en Siria traiga un futuro mejor", dec¨ªa Mohamed Jura, de 49 a?os, en Gaza.
El Ej¨¦rcito israel¨ª sigue de cerca los acontecimientos en Siria, aunque no ha decretado el estado de alerta. Al respecto, el jefe de Estado Mayor del Ej¨¦rcito israel¨ª, el general Sa¨²l Mofaz, dijo en la reuni¨®n del Gobierno de ayer: "Bachar el Asad ha asentado su posici¨®n en Siria y el r¨¦gimen en ese pa¨ªs es estable".
Una destacada fuente de las Fuerzas Armadas de Israel inform¨® de que no hay movimientos de tropas excepcionales o irregulares por parte del Ej¨¦rcito sirio. La fuente militar afirm¨®: "El Ej¨¦rcito israel¨ª puede seguir con sus actividades de rutina, pero con un elevado estado de alerta en lo relativo a las informaciones secretas".
Durante los ¨²ltimos nueve a?os de su vida, Hafez el Asad celebr¨® negociaciones de paz con Israel, que tuvieron grandes altibajos y se realizaron con la mediaci¨®n activa de Estados Unidos, que consideraba que un acuerdo entre esos dos pa¨ªses permitir¨ªa crear un nuevo mapa estrat¨¦gico en Oriente Pr¨®ximo.
Juego sin frutos
Cinco primeros ministros de Israel -Isaac Shamir, Isaac Rabin, Sim¨®n Peres, Benjam¨ªn Netanyahu y ahora Barak- jugaron un complejo p¨®quer diplom¨¢tico con Asad, El Le¨®n de Damasco, que no arroj¨® frutos.
Israel y Siria todav¨ªa est¨¢n formalmente en estado de guerra. Aunque desde el alto el fuego que sigui¨® a la conflagraci¨®n de 1973 no ha habido incidentes b¨¦licos en la frontera, los estrat¨¦gicos altos del Gol¨¢n siguen en su totalidad en manos israel¨ªes y las negociaciones que se inauguraron con gran solemnidad en la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 acabaron en nada en la cumbre que celebr¨® Asad con Clinton el 26 de marzo en Ginebra. Hafez el Asad, tambi¨¦n conocido como La Esfinge de Damasco por la falta de expresividad de su rostro, muri¨® sin lograr que cristalizara su sue?o de recuperar los altos del Gol¨¢n, que Israel conquist¨® a Siria en la guerra de los Seis D¨ªas de 1967 y que ¨¦l exig¨ªa en su totalidad a cambio de la paz, incluidos algunos metros c¨²bicos del lago Tiberiades, aguas que el Gobierno de Barak se negaba a entregar.
Adem¨¢s de la reanudaci¨®n de las negociaciones con Siria, Israel est¨¢ pendiente de alcanzar un tratado definitivo de paz con los palestinos, lo que ambas partes han fijado para septiembre de este a?o, aunque ya dan a entender que no lo lograr¨¢n, y un eventual acuerdo con L¨ªbano tras la retirada israel¨ª del sur de ese pa¨ªs ¨¢rabe, el mes pasado.
Los negociadores israel¨ªes viajaron anoche a Washington para continuar las conversaciones sobre el estatuto permanente con los representantes del l¨ªder palestino, Yasir Arafat, con quien Asad estaba indignado por haber firmado acuerdos por separado con Israel, en lugar de esperar a alcanzar una paz global en Oriente Pr¨®ximo que incluyera a Siria.En las otras cuestiones pendientes, si la retirada israel¨ª del sur de L¨ªbano mezcl¨® las viejas cartas estrat¨¦gicas de Oriente Pr¨®ximo, la muerte de Asad obligar¨¢ a sacar una nueva baraja: ahora todo depende de su hijo Bachar y en qu¨¦ medida logre asentarse como el sucesor y heredero de su padre.
Despu¨¦s de casi 30 a?os, la vida para los israel¨ªes sin Asad supone lo desconocido. Para los israel¨ªes, Asad era, despu¨¦s de todo, un enemigo duro que, en su opini¨®n, arrojaba una enorme sombra sobre todo Oriente Pr¨®ximo. Ahora, con su desaparici¨®n, los israel¨ªes sienten que vuelven a ver el sol, aun cuando ¨¦ste todav¨ªa no permite ver claro.
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