Un enclave en la literatura de las nubes
Una vida sobrada y una muerte conmovedora son capaces de ensordecer temporalmente el valor de la obra de un hombre. Es el caso de Rafael P¨¦rez Estrada (M¨¢laga, 1934-2000) cuya muerte, acaecida el pasado 22 de mayo, esperaban sus m¨¢s allegados desde que hace tres a?os se le diagnostic¨® un c¨¢ncer terminal al que combati¨® con operaciones, radioterapias y una voluntad patricia de evitar la degradaci¨®n o la l¨¢stima. Dec¨ªa el escritor hace apenas tres meses en su casa del Paseo Mar¨ªtimo de M¨¢laga: "No hay muerte natural. Y hay que afrontarla de una forma muy romana. La muerte es un fracaso de la ciencia. ?Qu¨¦ muerte no es violenta? Por m¨¢s que pienso, no encuentro ning¨²n elemento positivo en ella". Y luego confesaba: "no me interesa hablar mucho de la muerte, puede parecer que me estoy despidiendo y eso es muy poco elegante".Fue un brillante profesional de la abogac¨ªa, hombre dotado de un enorme don de gentes, histri¨®nico, ingenioso, divertido, culto y generoso con los amigos y, sobre todo, autor de una obra literaria y pl¨¢stica de tan imposible catalogaci¨®n como originalidad. Con tales mimbres lo ten¨ªa todo para haber sido un autor muy galardonado en vida. Pero ¨¦l tampoco, sea por timidez o por orgullo, utiliz¨® mucho su tiempo en conspirar a su favor.
Dos veces estuvo a punto de ganar el Nacional de Poes¨ªa. Pero su imposible adscripci¨®n a g¨¦nero concreto le eliminaba. Amigos, escritores e instituciones promovieron este a?o su candidatura al Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras. Pero la muerte lleg¨® primero. Gan¨® Augusto Monterroso, otro orfebre de lo breve. Como dicen el profesor Antonio Garrido y el arquitecto Jos¨¦ Ignacio D¨ªaz Pardo, el amigo m¨¢s cercano del escritor, "como los cuentos breves de Monterroso, Rafael ten¨ªa miles, m¨¢s polis¨¦micos y brillantes".
P¨¦rez Estrada no segu¨ªa canon alguno cuando escrib¨ªa o pintaba. ?l destrozaba los g¨¦neros. Garrido llama a eso pang¨¦nero. El cr¨ªtico y poeta Jos¨¦ ?ngel Cilleruelo afirma que "neutralizaba todos los g¨¦neros que tocaba al mezclarlos".
?Pero c¨®mo es posible que el escritor malague?o estuviese tantos a?os ah¨ª y pasase inadvertido y de pronto acumulase tanta atenci¨®n? Cilleruelo cree que se trata b¨¢sicamente "de una cuesti¨®n editorial". "Rafael public¨® con gente joven que empezaba cosas que pod¨ªa haberse reservado. No eligi¨® muy bien a sus editores y prefiri¨® la inmediatez. Mantuvo a veces una marginalidad aristocr¨¢tica de ediciones exquisitas y m¨ªnimas. Al publicar en editoriales m¨¢s conocidas el inter¨¦s por su obra se ha multiplicado sin cesar", explica Cilleruelo.
Autor de uno de los primeros estudios sobre su obra, el concejal de Cultura de M¨¢laga, Antonio Garrido, define su obra como "un fil¨®n para un fil¨®logo". "Su obra es una gran creaci¨®n aleg¨®rica de un mundo que no est¨¢ tan distanciado del nuestro como a simple vista parece", dice Garrido. "En sus sombras, bestiarios, espejos y ¨¢ngeles", contin¨²a, "se pueden ver perfectamente los sentimientos universales".
Tampoco fue P¨¦rez Estrada un autor nacido del limbo. D¨ªaz Pardo lo define como "un lector incansable de enorme cultura". En su obra se rastrean ecos de los bestiarios medievales, de los haikus japoneses, de los escritores malditos hispanoamericanos del siglo XIX, referencias cinematogr¨¢ficas y una admiraci¨®n confesa hacia Borges, Valle-Incl¨¢n o las greguer¨ªas de G¨®mez de la Serna. Su relaci¨®n directa con el esp¨ªritu de modernidad del 27 es tambi¨¦n notoria.
Por eso ahora que se le preparan homenajes, revisiones, ediciones, exposiciones y congresos -el Centro Andaluz de las Letras har¨¢ uno el a?o que viene, mientras que el Ayuntamiento, que ha dedicado a P¨¦rez Estrada las jornadas de Narrativa Andaluza que ese celebran estos d¨ªas en M¨¢laga, prepara la ubicaci¨®n de un monumento, una versi¨®n tridimensional de su dibujo Paloma Quirom¨¢ntica, en una plaza- es hora de leer sus obras. Los seguidores de este poeta sin metro aseguran que una buena manera de iniciarse son su novela La extranjera y la antolog¨ªa de Cilleruelo Cosmolog¨ªa esencial.
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